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Un mural representando estudiantes immigrantes en Pilsen pintado por Bill Campillo en la esquina de 19th y Carpenter. | Rick Majewski/For the SunTimes

Rick Majewski | For the Sun-Time

La gentrificación en Pilsen está vaciando las escuelas públicas

Primarias públicas en el vecindario inscribieron 40% menos estudiantes este año escolar comparado con el 2005, una investigación del Sun-Times ha encontrado.

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Hace poco, las primarias públicas en Pilsen estaban congestionadas y académicamente de baja.

Ahora es lo contrario: A pesar de una década de mejoramiento escolar, las escuelas de Pilsen están perdiendo cientos de estudiantes al año a causa de la fuga de familias de bajos recursos del vecindario.

Un análisis de cifras de Escuelas Públicas de Chicago (CPS) demuestra que el número de estudiantes inscritos en kindergarten al octavo grado en las escuelas públicas de Pilsen cayó por 40% del 2005 al 2019, comparado con una caída de 20% a través del distrito en esos 15 años.

El número de estudiantes inscritos en seis de las 10 primarias públicas en Pilsen y en Heart of Chicago bajó un tercio. Tres escuelas perdieron más de la mitad de sus estudiantes.

La única escuela charter en el vecindario — Bartolome de Las Casas Elementary, parte de las escuelas Acero — ha inscrito alrededor de 275 estudiantes al año desde que abrió en el 2006. Acero dice que dos tercios de los estudiantes en esa escuela viven en Pilsen.

La pérdida de estudiantes jóvenes fue pronunciada a través de todas las escuelas de Pilsen. En el 2005, las escuelas tenían 1,900 estudiantes en kindergarten, primer grado y segundo grado. Este año, tuvieron menos de 950.

Ocho de las diez primarias en Pilsen están “subutilizadas” según CPS. Eso significa que esas escuelas tienen menos del 70% del número ideal de estudiantes que pueden matricular. Esas ocho escuelas tendrían que inscribir unos 1,400 estudiantes adicionales para llegar al umbral. Dos escuelas tendrían que doblar su cuerpo estudiantil.

CPS financia escuelas en el distrito dependiendo de cuántos estudiantes se inscriben. Es por eso que las escuelas en Pilsen recientemente han perdido varios maestros y programas escolares.

A pesar de esas pérdidas, las escuelas están académicamente sanas.

En promedio, estudiantes en las primarias de Pilsen superaron a estudiantes de CPS en exámenes estandarizados de inglés, matemáticas y ciencia en el 2018, de acuerdo a cifras publicadas por el estado de Illinois en octubre.

CPS clasifica a siete primarias en Pilsen como “Level 1+” or “Level 1”, las mejores calificaciones para las escuelas en el distrito. Las demás fueron calificadas como “Level 2+”, la tercera mejor calificación.

Nueve de cada 10 estudiantes en las primarias públicas de Pilsen provienen de hogares de bajos recursos y más del 95% se identifican como hispanos o latinos.

Padres de familia, directores, estudiantes, maestros y personal escolar entrevistados por el Chicago Sun-Times dijeron que detrás del descenso en el número de estudiantes en las escuelas está un reciente aumento en las rentas en Pilsen.

“El amigo de mi esposo nos dejó rentar el sótano de su edificio por $600 al mes. Pero después de que vendió el edificio, el nuevo dueño nos quería cobrar $1,200”, dijo María de la Luz Guerrero, una madre de tres hijas que vivían en Pilsen y atendían Whittier Elementary antes de mudarse al vecindario de Gage Park en el 2016.

“No nos queríamos ir”, Guerrero explicó. “Buscamos por todo el barrio por un nuevo lugar, pero no encontramos nada”.

El 70% de los residentes en Pilsen son inquilinos, de acuerdo a datos de la Oficina del Censo de los EEUU.

Durante los dos últimos años, apartamentos de dos recámaras en Pilsen rentados a través de un agente de bienes raíces se han rentado por un promedio de $1,600 al mes, mientras que recámaras de tres cuartos se han ido por un promedio de $2,050 al mes, de acuerdo a cifras obtenidas por el Sun-Times.

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Ashley Perez, Jasmine Perez, Maria de La Luz Guerrero, y Sofia Perez, en su hogar en Gage Park. La familia se mudó de Pilsen en el 2016 después de que le subieron la renta. Rick Majewski | For the SunTimes

Rick Majewski/For the Sun-Time

Solteros y sin hijos

Muchas familias como las de Guerrero han sido reemplazadas con solteros y parejas sin hijos cuando se van de Pilsen.

El censo estima que el número de familias viviendo en Pilsen bajó por 26% del 2000 al 2017.

Mientras tanto viviendas ocupadas por solteros subió por 30% y el número de viviendas ocupadas por dos o más personas empleadas sin hijos casi dobló.

En general la población de Pilsen bajó por 11,000 personas del 2000 al 2017.

“Lo que nos dice el [censo] es que la mayoría de la gente que se está yendo del vecindario son familias de la clase obrera”, dijo Winifred Curran, una geógrafa urbana de DePaul University que se enfoca en los efectos de la gentrificación.

En lo que se iban las familias de Pilsen, el barrio se hizo más rico: Cifras del censo demuestran que el ingreso medio anual del vecindario subió de $35,000 en el 2010 a $45,000 en el 2017, ajustado por inflación.

El número de niños viviendo en Pilsen que no están inscritos en sus primarias públicas también ha bajado en los últimos años.

En el 2017, el censo estimó que vivían unos 4,300 niños entre 5 y 14 años de edad en Pilsen. Pero al inicio del año escolar 2017-18, las primarias públicas de Pilsen tomaron menos de 3,600 estudiantes.

Esa diferencia de unos 700 estudiantes es casi el doble que en el 2010.

No se sabe exactamente en qué escuelas esos estudiantes terminan inscribiéndose. Muchos podrían estar en escuelas charters e imanes por toda la ciudad. Otros van a escuelas privadas y aún menos son educados en casa.

Pero sin duda, muchas de las nuevas familias que se han mudado a Pilsen no mandan sus hijos a las escuelas públicas en el vecindario, dice Curran.

“Las escuelas públicas usualmente son el último lugar que cambia a causa de la gentrificación”, ella dijo. “Muchas veces las familias nuevas tienen los recursos para mandar a sus hijos a escuelas privadas o a las escuelas imanes.

“Es un doble golpe: Nuevas familias vienen al barrio y suben el costo de las viviendas pero no mejoran las escuelas públicas porque muchos de ellos no mandan a sus hijos ahí”.

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Whittier Elementary School, 1900 W 23rd Street en Pilsen. | Rick Majewski/For the SunTimes

Rick Majewski | For the Sun-Time

Cafeterías, gimnasios, y sótanos

Históricamente, Pilsen ha servido como un puerto de entrada para las familias inmigrantes en busca de viviendas baratas.

Pero ya para los años 50s, las escuelas en Pilsen se encontraban congestionadas. Reportes de esa era demuestran que maestros a menudo daban clase en cafeterías, gimnasios, pasillos, salas de calderas y sótanos.

“Las primarias de Pilsen tienen el mismo problema que la viejita del zapato”, lee un reportaje en el Chicago Daily Tribune del 1958. “Tienen tantos niños que no saben qué hacer con ellos”.

Muchos de los nuevos niños en Pilsen provenían de familias mexicanas que fueron desplazadas por la construcción de la carretera Dan Ryan en los años 50 y la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) en los años 60.

Pete Gonzalez, 63, sus seis hermanos y sus padres se movieron al lado este de Pilsen en 1957 pero tuvieron que irse por la construcción del Dan Ryan. La familia se mudó al área de la calle Taylor pero fueron desplazados de nuevo en 1963 por la construcción de UIC. Regresaron a Pilsen, esta vez al lado oeste del barrio, y se quedaron ahí hasta 1979.

“Fuimos una de cientos de familias que se mudaron a Pilsen por la construcción de UIC”, dijo Gonzalez.

Steve Gonzalez (en medio) posa con su diploma de Peter Cooper Elementary en septiembre del 1966. Desde la izquierda: Carlos Gonzalez, Steve, su prima Alicia Gutierrez, y Pete Gonzalez.

Steve Gonzalez (en medio) posa con su diploma de Peter Cooper Elementary en septiembre del 1966. Desde la izquierda: Carlos Gonzalez, Steve, su prima Alicia Gutierrez, y Pete Gonzalez.

Provided by Pete Gonzalez

Gonzalez atendió Peter Cooper Elementary en los años 60.

“Habían unos 40 estudiantes en cada salón”, el dijo.

La congestión en Cooper fomentó violencia, dijo Gonzalez, quien recuerda peleas y hasta puñaladas en la cafetería entre los estudiantes.

En los años 70, las escuelas en Pilsen se llenaron aún más ya que miles de inmigrantes mexicanos llegaron al vecindario, al igual que en Little Village.

Y en 1986, solo “dos o trés” de las 36 escuelas más congestionadas en Chicago se encontraban en vecindarios Latinos. Para 1990, el número de estudiantes Latinos en CPS superó 111,000 — el doble de estudiantes Latinos inscritos en 1970.

A mosaic of Mexican and Mexican-American icons and figures on the walls of a satellite building at Peter Cooper Elementary at 1645 W. 18th Place.

Un mosaico de íconos mexicanos y mexicano-estadounidenses en las paredes del edificio satélite de Peter Cooper Elementary en Pilsen.

Rick Majewski | For the Sun-Time

Padres y líderes comunitarios le pidieron a la Junta de Educación en Chicago que construyeran nuevas escuelas en áreas Latinas para alivianar a las escuelas congestionadas.

Después de varios años de protestas, la junta construyó dos primarias en Pilsen: Irma C. Ruiz Elementary y Manuel Perez Jr. Elementary. Las dos escuelas abrieron en 1989.

Ruiz y Perez fueron creadas para servir alrededor de 1,000 estudiantes cada una. Pero aún después de abrir a capacidad, cientos de niños en Pilsen seguían atendiendo escuelas demasiado llenas.

Una de esas escuelas — Josiah Pickard Elementary — inscribió más de 900 niños en 1989 cuando solo tenía la capacidad de mantener a la mitad de ese número de estudiantes. Y para 1994, más de 400 estudiantes que vivían cerca de Ruiz tuvieron que ser trasladados a escuelas afuera de Pilsen porque todas las primarias estaban llenas, el Sun-Times reportó en ese entonces.

El distrito mandó niños de Pilsen a escuelas fuera del vecindario hasta el 2008. En ese entonces, las primarias tenían unos 5,000 estudiantes. Este año, tomaron menos de 3,300.

9-5-04 Annual Mexican Independence Day walked from Loomis & 18th street to Damen Street along 18th street thru the Pilsen neighborhood and thousands came out to greet the parade marchers and floats... here ..... kids watch from a 2nd floor window

Niñas miran el desfile anual de la independencia de México en Pilsen, 5 de septiembre del 2004.

Al Podgorski/For the Sun-Times

“En los ’60s, ’70s, ’80s y hasta en los 1990s and y en los 2000s peleamos por respecto, para que CPS entendiera que necesitamos más servicios en este barrio”, dijo Mary Gonzales, 78, una activista que organizó protestas para que la ciudad construyera escuelas nuevas en Pilsen.

“Ahora el costo de vivienda está tan alto ... ¿Qué le pasa a las familias nuevas que apenas están comenzado? No tienen ninguna esperanza”.

¿A dónde se van?

Desde el 2006, más de 3,500 estudiantes fueron transferidos de una primaria en Pilsen a un distrito escolar afuera de la ciudad de Chicago, de acuerdo a récords de CPS obtenidos por el Sun-Times.

La mayoría de esos estudiantes se fueron a distritos escolares en suburbios cercanos como Berwyn y Cicero. Muchos estudiantes se mudaron a estados cercanos, especialmente Indiana. Unos 600 estudiantes se fueron del país, la mayoría de ellos a México.

Pero la mayoría de los estudiantes que se van de las primarias en Pilsen se inscriben en otra escuela en Chicago.

Es difícil saber exactamente a qué escuela terminan yendo esos estudiantes ya que se encuentran en el mismo distrito escolar y ley estatal prohíbe a CPS compartir ese tipo de información estudiantil.

Anecdóticamente, padres y líderes comunitarios dicen que familias se están moviendo de Pilsen a vecindarios más asequibles al oeste y sur de la ciudad.

“Sigo escuchando sobre gente moviéndose a Brighton Park, Marquette Park, Gage Park, al Barrio de las Empacadoras — lugares así, donde es barato para vivir”, dijo Leobarda Garcia, una madre de dos estudiantes en Cooper Elementary que ha vivido en Pilsen por 15 años.

Chris Montjio, 15, también ha notado que sus amigos se están mudando de Pilsen.

Montijo se graduó de Pilsen Community Academy en el 2018. Su clase del octavo grado estuvo compuesto de 32 estudiantes. Su clase de kinder en el 2010 tenía 80 niños.

“Si, muchos de amigos se han ido a diferente vecindarios, más que nada al sur, pero pensé que eso era normal”, dijo Montijo.

La familia de Montijo pronto también se irán del barrio.

“Nos vamos por las rentas”, dijo Montijo.

Chris Montijo (left) skates in an empty playground at Pilsen Community Academy, 1420 W. 17th St.

Chris Montijo (a la izquierda) con su patineta en Pilsen Community Academy, 1420 W. 17th St.

Rick Majewski | For the Sun-Time

‘No tuvimos un equipo el año pasado’

Escuelas públicas en Chicago reciben fondos dependiendo de cuántos estudiantes inscriben.

Para las escuelas en Pilsen, esa fórmula es un desastre.

Las nueve primarias en Pilsen que no son charter han perdido maestros y personal escolar — bibliotecarios, enfermeras y trabajadores sociales — en los últimos años.

“Me acuerdo cuando empecé aquí habían seis maestros del tercer grado y todos los salones tenían casi 30 estudiantes. Ahora solo tenemos tres maestros en el tercer grado y cada salón tiene menos de 30 estudiantes”, dijo Wanda Reyes, una maestra bilingüe que ha trabajado en Cooper Elementary por más de 20 años.

Cooper inscribió 410 estudiantes en kinder al octavo grado este año escolar, comparado con 780 en el 2005.

También en peligro a ser eliminados son programas de deporte y extra curriculares.

Janine Delgado entrenaba voleibol en Walsh Elementary por seis años hasta el 2018.

“No tuvimos un equipo el año pasado porque no teníamos suficientes niñas para jugar en el séptimo y octavo grado”, ella dijo.

Walsh inscribió 258 estudiantes en kinder al octavo grado este año escolar, comparado con 532 en el 2005.

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Stephanie Farmer, una socióloga de Roosevelt University.

Provided

Stephanie Farmer, una socióloga de Roosevelt University y coautora de un reportaje crítico sobre la fórmula que usa CPS para financiar las escuelas, argumenta que escuelas con pocos estudiantes están atrapados en un “círculo vicioso” que aleja a las familias.

“Cuando los presupuestos se encogen, las escuelas están obligadas a tomar decisiones difíciles. Y cuando las escuelas empiezan a despedir personal, las escuelas se empiezan a ver como si estuvieran mal financiadas lo cual aleja a más familias”, Farmer dijo.

“Es un espiral”, ella continuó. “Padres siempre harán la mejor decisión para sus hijos.”

Tania Ibarra, 44, ha visto a primera mano como esa fórmula ha destrozado una escuela en Pilsen.

Ibarra cuida a dos de sus nietos: Sandra y Frank. Los dos asisten a Ruiz Elementary, Sandra en el primer grado y su hermano en el segundo.

Tania Ibarra (center) and her two grandchildren, Sandra and Frank, outside of Irma C. Ruiz Elementary.

Tania Ibarra y sus dos nietos, Sandra y Frank, enfrente de Irma C. Ruiz Elementary.

Provided

Frank primero atendió Whittier Elementary, la cual se encuentra a unas dos cuadras de donde vive la familia, pero Ibarra lo sacó antes de acabar el año escolar porque Whittier no tenía un bibliotecario ni enfermera de tiempo completo.

“Mi nieto es autista y padece de ADHD. No me sentía cómoda dejándolo ahí”, ella dijo.

Sandra es asmática, “y nadie en Whittier tenía el entrenamiento adecuado para administrar su medicina en caso de una emergencia”, dijo Ibarra. Así que la mandó a Ruiz.

Whittier inscribió 184 estudiantes en kinder al octavo grado este año escolar, comparado con 532 en el 2005 — la baja más precipitosa en todas las primarias de Pilsen.

Farmer dice que CPS debería darle a cada escuela una base de maestros y personal escolar para cubrir programas esenciales. “Es la única manera para que las escuelas que están perdiendo estudiantes para mantener un alto nivel educativo”, ella dijo.

Ald. Byron Sigcho-Lopez (25th), quien preside sobre el distrito electoral de Pilsen, concuerda.

“Tenemos que empezar a alocar fondos dependiendo de la necesidad, con equidad. Tenemos que cuestionar las fórmulas”, él dijo. “Porque si mantenemos la misma fórmula ... nada va a cambiar”.

En un declarado, CPS dijo que el distrito “está cometido a examinar las fórmulas para alocar fondos en las escuelas” para que pueda “asegurar que las escuelas tengan los recursos para atender a los cambios demográficos y las necesidades de sus estudiantes”.

El distrito también dijo que va a “solicitar reacciones” a través del año escolar para “asegurar que las voces de los educadores y líderes comunitarios se tomen en cuenta”.

Manuel Perez Jr. Elementary, 1241 W 19th Street. The school has the capacity to hold 1,050 students but only enrolled 317 students this year.

Manuel Perez Jr. Elementary, 1241 W 19th Street.

Rick Majewski | For the Sun-Time

Aferrándose al barrio

La ciudad de Chicago consideró cerrar Pilsen Community Academy y Jungman Elementary en el 2012 cuando el ex alcalde Rahm Emanuel anunció la clausura de docenas de escuelas que tenían demasiado pocos estudiantes.

Las dos escuelas sobrevivieron, pero el riesgo de perder dos de las escuelas públicas mas históricas de Pilsen preocuparon a padres y líderes comunitarios.

En el 2016, el Pilsen Education Task Force — creado en el 2006 por Pilsen Neighbors Community Council — empezó a crear un plan para aumentar el número de estudiantes en las escuelas.

¿El plan? Transformar las primarias de Pilsen en escuelas imanes enfocadas en la preparación para la universidad y carreras profesionales con inscripciones abiertas para los niños que viven en el vecindario.

¿La meta? Atraer a padres de familia en Pilsen y por toda la ciudad que no mandan a sus hijos a escuela públicas.

“Nosotros creemos que podemos dar marcha atrás a descenso de estudiantes en la mayoría de nuestras escuelas en Pilsen”, el grupo escribió en una carta a oficiales de CPS en febrero del 2018.

“La fuerza de nuestra visión dependería en redefinir lo que significa la comunidad de Pilsen a las personas que viven aquí y también a los que viven en otras partes de la ciudad”, la carta lee.

“Técnicas innovadoras de márketing serían enfocadas en individuos como el ‘padre de familia que viaja diario al trabajo.’ Un ejemplo de esos padres es uno que quizá trabaje en el centro o en Pilsen que normalmente no consideraría a las escuelas en el vecindario como una opción”.

El plan de especialización le ha funcionado a algunas escuelas.

Jungman Elementary se convirtió en una escuela imán enfocada en ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas en el 2018 gracias a fondos federales. Y en marzo, Perez Elementary recibió fondos de CPS para expandir sus programas de mandarín y español.

Whittier Elementary — la escuela con la menor cantidad de estudiantes en Pilsen — está luchando por ser la primera primaria imán de lenguaje dual en español al sur de la ciudad.

La designación de estatus imán le permitiría a la escuela poder recibir estudiantes de otra parte de la ciudad por medio de camiones escolares, incluyendo a estudiantes que se han ido de Pilsen recientemente pero quieren quedarse en Whittier.

Ese prospecto le suena bien a Veronica Brito, 29, una madre soltera de tres hijas en Whittier.

Brito y sus hijas se mudaron a un apartamento de una sola recámara cerca de 21st Street y Western Avenue hace seis años. Brito pagó $500 al mes por la unidad, pero el propietario le subió la renta a $700 en el verano.

“No tenía otra opción. Me tuve que ir”, ella dijo.

Brito y sus hijas se fueron a vivir a un apartamento de dos recámaras cerca de la 47th Street and Ashland Avenue en el Barrio de las Empacadoras. Brito y su nueva pareja se dividen la renta de $850 al mes y lleva a sus hijas a Whittier todas las mañanas antes de irse a trabajar.

“No las quería sacar de Whittier. Me gustan los maestros de ahí. Me gusta la escuela. Tienen la oportunidad de aprender español y eso me da la oportunidad de hablar mejor con ellas. Estaría bien si un camión de la escuela vendría por ellas”, ella dijo.

Pero es improbable que sólo con transformar a las escuelas de Pilsen detenga la pérdida de estudiantes.

“No puedes hablar sobre póliza educativa sin hablar sobre póliza de vivienda. No hay forma de evitarlo”, dijo Ald. Sigcho-Lopez.

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Madres y sus hijos caminando sobre 18th Street en Pilsen, 21 de diciembre del 1994.

Sun-Times file photo

Pérdida de comunidad

Mientras que las primarias en Pilsen tratan de atraer a más estudiantes y retener a los que ya están inscritos, la pérdida de familias en el vecindario es evidente.

Alexandra Castelo, 25, ha vivido su vida entera en la misma cuadra cerca de Dvorak Park. Se graduó de Walsh Elementary en el 2008 al igual que su mamá en los noventas. Castelo ahora manda a sus dos hijos, Alani, 5, y Oliverio, 4, a Walsh.

Castelo recuerda cuando Walsh tenía un gran cuerpo estudiantil y un programa bilingüe. La escuela ahora carece de los dos.

“No hay suficientes estudiantes para llenar los salones”, ella dice.

Por el momento, Castelo seguirá mandando sus hijos a Walsh. “Contratamos una nueva directora el año pasado,” Patricia J. Harper Reynolds, “y está haciendo un trabajo fantástico”, ella djio.

Pero Castelo lamenta que Walsh — y Pilsen en general — está perdiendo estudiantes cada año.

“Está complicado”, Castelo dice. “De niña, mi mamá ni me dejaba ir a la tienda de la esquina porque le preocupaban los pandilleros. Ahora la situación no está tan mala, pero muchas familias se han ido de aquí.

“Me gusta que mis hijos puedan jugar afuera de mi casa sin tener que preocuparme tanto. Pero ahora ya no tienen a nadie con quién jugar”.

Carlos Ballesteros es un miembro de Report for America, un programa periodístico sin fines de lucro para reforzar la cobertura del sur y oeste de Chicago para el Sun-Times.

This story was originally published on Dec 1. To read it and other La Voz Chicago stories in English, click here. For more Spanish-language stories, go to suntimes.com/la-voz.

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