Funcionarios del Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH) multaron el viernes por $2,500 a una compañía de desarrollo suburbana, tras descubrir que permitieron que “agua con sedimentos” se filtrara al río, Chicago Sanitary and Ship Canal, casi un mes después de la implosión de la chimenea en La Villita.
Un inspector descubrió el miércoles que el agua del desagüe estaba yéndose al canal, a un lado de la planta eléctrica Crawford (actualmente cerrada), en la calle Pulaski Rd., según el CDPH.
La empresa Hilco Redevelopment Partners, con sede en Northbrook, y un contratista especializado en demoliciones, derribaron una chimenea de 95 años el 11 de abril, provocando nubes de polvo sobre el vecindario con mayoría de población latina de bajo ingreso. Eso ocurrió mientras el coronavirus, que afecta las vías respiratorias, arrasa por el mundo provocado un impacto devastador entre la comunidad latina de Illinois.
“CDPH continuará la investigación para determinar si había sustancias químicas en el desagüe, mientras revisa los procedimientos seguidos por los constructores para garantizar que situaciones similares no ocurran en el futuro”, dijeron los funcionarios de salud de Chicago en un comunicado.
El código de construcción de la ciudad requiere que los desarrolladores controlen el agua que llueve durante las etapas de demolición y construcción. Hilco tenía “los permisos adecuados y un plan de gestión en orden para las aguas de lluvia” pero su “error” resultó en el desagüe, dijeron las autoridades.
Los representantes de Hilco, que está construyendo una bodega y un centro de distribución en el lugar, no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios que le hizo el periódico.
La compañía ya se había disculpado anteriormente “por haber causado ansiedad y miedo”, alegando que “la salud, la seguridad y el bienestar de la comunidad local es de suma importancia”.
Ahora la compañía enfrenta una demanda colectiva de un grupo de residentes que se quejó de que “no se hizo nada para minimizar el efecto de este material peligroso que no debió llegarle a todos los que viven cerca de esta planta”.
El Fiscal General de Illinois, Kwame Raoul, demandó a Hilco, MCM Management Corp. y Controlled Demolition Inc., a principios de esta semana, por violar las leyes estatales de control ambiental. La demanda afirma que fallaron en “mojar adecuadamente el área alrededor de la chimenea y, en particular, en el área donde cayó la chimenea”.
La Alcaldesa Lori Lightfoot ha criticado a la compañía por el trabajo de demolición, pero las autoridades de salud han dicho que las pruebas de polvo, partículas, escombros y tierra no muestran “ningún riesgo aparente para la salud de la comunidad circundante”. Y las pruebas de calidad del aire “no revelaron niveles de partículas consideradas inseguras para la salud humana” según los estándares federales de la EPA (la agencia federal de control ambiental, por sus siglas en inglés).
Lightfoot ha decidió demorar por seis meses todas las implosiones en la ciudad debido a la pandemia de coronavirus y “a la espera de la creación de un proceso de permiso de implosión con pautas actualizadas”.
Los funcionarios de la ciudad dijeron que “la salud y el bienestar de los residentes de Chicago siguen siendo la principal prioridad y estamos comprometidos a responsabilizar a cualquier persona que ponga en peligro la salud de la población”.