COLUMNA: Apoye a sus restaurantes favoritos durante la pandemia, siempre y cuando usen cubrebocas

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La próxima vez que vaya a un restaurante, mire bien a su alrededor. Y si puede, échele un vistazo a la cocina.

¿Todos los trabajadores usan cubrebocas? Deberían hacerlo, a menos que siempre se encuentren a seis pies de distancia de los demás. Pero cualquiera que haya trabajado en un restaurante sabe que una regla de seis pies es difícil de mantener, lo que hace que las máscaras sean imprescindibles.

Cuatro veces en el último mes, cuando mi esposo y yo recogimos comida para llevar de varios restaurantes en Des Plaines, un suburbio al noroeste, cerca del aeropuerto O’Hare, los trabajadores en cocinas llenas de gente no usaban ningún tipo de cobertura facial. Algunos meseros tampoco los usaban.

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Como muchos de ustedes, creo que es importante apoyar a los negocios locales durante esta pandemia. No quiero que se cierren los restaurantes y que las oportunidades de ganarse la vida se vayan por el drenaje.

Pero los restaurantes tienen que hacer de su parte. Eso significa que todos los trabajadores, dentro y fuera de la cocina, deben usar máscaras para ayudar a prevenir la propagación del coronavirus.

“Se requiere para los meseros, pero no tienen que usarlos en la cocina”, le dijo un cajero equivocadamente a mi esposo en un restaurante italiano cuando le contó de su preocupación porque cuatro trabajadores estuvieran amontonados en la cocina sin cubrirse la boca y la nariz.

Mi esposo se negó a llevarse nuestro pedido de comida.

Las medidas del estado no hacen distinción entre los trabajadores de cocina y meseros. Las pautas establecen: “Los empleados deben cubrir su nariz y boca cuando estén dentro de un área de 6 pies donde haya otros (se prefieren a cubrebocas de tela). Se pueden hacer excepciones cuando las adaptaciones sean apropiadas”.

Una experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chicago enfatizó en entrevista telefónica la necesidad de que todo el personal de un restaurante utilice cubrebocas.

Al hacerlo “mantienes tus propios gérmenes contenidos en el cubrebocas”, dijo la Dra. Allison Bartlett.

Por un lado, eso ayuda a esquivar la propagación de persona a persona y disminuye la posibilidad de un brote en un restaurante, lo que podría conducir a un cierre.

“Si todo el personal de la cocina tiene que pasar por cuarentena, ¿quién va a trabajar en la cocina?”, preguntó Bartlett retóricamente.

Según lo que los científicos saben hasta este momento, el virus no vive mucho en los alimentos, dijo Bartlett. Pero puede propagarse en los restaurantes si las gotas de la respiración de una persona infectada caen sobre superficies que tocamos: mostradores, mesas, sillas, puertas, botellas y platos. Por eso también es vital lavarse las manos y mantener las manos alejadas del rostro. Ambas acciones mantienen al virus alejado de nuestras membranas mucosas (ojos, nariz, boca).

Simpatizó con los trabajadores de la cocina que sufren el calor mientras usan cubiertas faciales, especialmente cuando las estufas y los hornos calientan sus áreas de trabajo. Pero eso no necesariamente califica para no usar el cubrebocas.

Mi esposo y yo hemos visto demasiados trabajadores de restaurantes sin cubrebocas. En nuestra taquería local favorita ni el personal de la cocina ni los meseros llevaban cubrebocas. El lugar es bastante pequeño. Todos estaban fácilmente a seis pies uno del otro y, por supuesto, de sus clientes.

En una pizzería, el cajero, el gerente y el mesero estaban sin protección.

Finalmente, en nuestro lugar de hamburguesas favorito, había un trabajador sin cubrebocas preparando y cortando carne cerca de sus compañeros de trabajo.

Probablemente le daremos otra oportunidad a la hamburguesería, pero no visitaremos los otros restaurantes que violan las normas debido a la cantidad de trabajadores sin cubrebocas.

Los cubrebocas funcionan. Un informe de los CDC publicado este mes traslada aclara este debate. El rastreo de contactos mostró que dos estilistas en Springfield, Missouri, que estaban infectados con coronavirus y trabajaron durante ocho días teniendo síntomas, no transmitieron la enfermedad a sus clientes. Los estilistas y sus clientes habían seguido todos los cuidados sugeridos.

Los negocios que no cumplen con las reglas para mantenerlo a usted y a sus trabajadores a salvo no son dignos de su tiempo ni de su dinero. Quédese con aquellos que valoran su seguridad.

“Si el personal está usando cubrebocas, limpiando mesas, lavándose las manos y teniendo cuidado, entonces es menos probable que se enfermen y, por lo tanto, es menos probable que se enferme después de comer allí”, dice una publicación en el sitio web de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chicago atribuido a la Dra. Emily Landon, principal epidemióloga de enfermedades infecciosas del hospital.

“Además, gastaría su dinero en un negocio que protege y valora a sus trabajadores, ¡y eso es muy importante!”

Marlen García es miembro del Consejo Editorial del Sun-Times.

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