Los Medias Blancas pensaron que su año mágico sería el 2021. Y resulta que lo alcanzaron antes.
En un año que ha sido todo menos mágico debido a la pandemia que, entre otras cosas, acortó la temporada de las Grandes Ligas a 60 juegos, los Medias Blancas le dieron el jueves por la tarde algo para celebrar a sus fanáticos hambrientos de victorias: se aseguraron el primer lugar en la pos-temporada desde 2008, tras dar vuelta el juego y ganarle 4-3 a los Mellizos de Minnesota en el Guaranteed Rate Field.
Los Medias Blancas (33-17), que siguieron a los Dodgers como el segundo equipo en hacerse un lugar entre los mejores 16 equipos, tienen todavía 10 juegos por jugar para proteger una ventaja de tres juegos sobre los campeones defensores Mellizos (31-21) en la Liga Americana Central. El equipo de Minessota, junto a los Indios de Cleveland, habían sido elegidos por la mayoría para terminar por delante de los Medias Blancas. Por delante de los Mellizos por cuatro en el renglón de derrotas, los Medias Blancas también lograron el desempate en virtud de tener un mejor récord en la división. Ganaron tres de cuatro juegos de la serie para terminar 5-5 contra los Mellizos.
“A principios de año dijimos que estaríamos decepcionados si no llegábamos a playoffs”, dijo Eloy Jiménez, cuyo doble productor en el séptimo episodio, contra Sergio Romo, rompió un empate a tres. “Ahora lo logramos, así que seguimos jugando duro e intentamos ganar la división”.
Perdiendo 3-2 hasta la séptima entrada, los Medias Blancas empataron cuando José Abreu derrotó con un sencillo remolcador al campocorto Jorge Polanco, permitiendo anotar a Jarrod Dyson para su 51ra carrera impulsada líder en la liga. Jiménez, quien se había ponchado en sus primeros tres turnos al bat, permitió también anotar al corredor emergente Yolmer Sánchez, levantando sus puños mientras se quedaba parado en segunda base.
“Me sentí muy emocionado después de poncharme tres veces”, dijo Jiménez. “Conseguir ese doble y lograr que el hombre en segunda anotara, fue un momento especial que disfruté”.
Después de que el cerrador de los Medias Blancas, Alex Colome, impusiera los últimos cuatro outs para su 12º salvamento en 13 oportunidades, la celebración en el campo tras la victoria fue relativamente moderada, dándose la mano como lo harían después de ganar cualquier partido. Aunque las restricciones a causa del coronavirus están vigente, también hay también una sensación de que quedan más objetivos por alcanzar.
“Ojalá sea el primer paso”, dijo el Manager Rick Rentería.
Abreu, continuando con su búsqueda de los honores de Jugador Más Valioso de la Liga Americana, conectó su 17mo jonrón, y Edwin Encarnación conectó su noveno contra el lanzador derecho de los Mellizos, Kenta Maeda. Byron Buxton conectó dos jonrones y Josh Donaldson pegó un jonrón contra el abridor de los Medias Blancas, Reynaldo López, para dar cuenta de las primeras cinco carreras del juego. López permitió tres carreras en 5 1⁄3 entradas con siete ponches en su segunda buena salida consecutiva después de un mal comienzo de temporada.
Donaldson, quien había discutido un strike cantado por el árbitro de home, Dan Bellino, pateó tierra sobre el home mientras completaba su trote celebrando el jonrón y fue expulsado.
Buxton abrió la séptima entrada contra Codi Heuer con un sencillo e intentó anotar desde primera cuando el jardinero central Luis Robert lanzó un elevado de Ryan Jeffers hacia la brecha del jardín derecho-central, pero lo cortó el tiro del segunda base Nick Madrigal al receptor Yasmani Grandal .
Heuer (3-0, 1.86), un novato que parece tener futuro como cerrador con cada salida, impuso cinco outs, tres con ponches antes de entregarle el juego a Colome.
El hecho de que los Medias Blancas se aseguraran el pase en su campo local, pero sin fanáticos, no pasó desapercibido para Rentería y sus jugadores.
“Estoy seguro de que muchos fanáticos estaban mirando”, dijo Rentería. “Lástima que no pudieran estar aquí, pero nos alegra que puedan verlo y ver lo que su equipo ha estado haciendo y creciendo. Ojalá podamos seguir avanzando”.
“Esto sólo trae más emoción al sur de Chicago”, dijo el campocorto Tim Anderson.
Anderson y Abreu, que no habían jugado en un equipo con un récord ganador en sus primeras seis temporadas, intercambiaron un abrazo en el vestuario, reveló el primero.
Jiménez contó que Abreu le dijo: “Finalmente lo logré”.
“Que un tipo como ‘Pito’ ganara esa pelota, fue algo enorme”, dijo Anderson. “Envía un mensaje a toda la alineación de que todos deben esforzarse. Esa fue una gran jugada de él, y pudimos empatar. Y Eloy tuvo su turno y nos puso por delante”.