Durante casi dos años, el cantautor de R&B, R. Kelly, ha estado esperando juicio en el Centro Correccional Metropolitano (MCC, por sus siglas en inglés) del centro de Chicago.
Ahora, con menos de dos meses para que se enfrente a un juicio en Nueva York por cargos de crimen organizado, los registros de la prisión federal muestran que Kelly ha sido trasladado a un centro de detención metropolitano en Brooklyn, poniendo fin a su larga estancia en el MCC de Chicago.
El traslado no es una sorpresa. Los fiscales federales dijeron en abril que estarían “iniciando ese proceso” de trasladar a Kelly, de 54 años, a Brooklyn para prepararse para el juicio. Y la semana pasada, el juez que preside su caso dijo que quiere interrogar a Kelly en persona sobre un posible conflicto de intereses que involucra a Nicole Blank Becker, una de sus abogados.
El cantante le dijo recientemente al juez que ya no quería seguir adelante con sus abogados de Chicago, Steve Greenberg y Michael Leonard. Más bien, prefirió a Thomas Farinella de Nueva York y Becker de Michigan. Otro abogado, Devereaux Cannick de Nueva York, presentó una comparecencia en nombre de Kelly el martes.
Kelly ha estado encarcelado desde que las autoridades lo arrestaron en julio de 2019 mientras paseaba a su perro afuera de la Torre Trump en Chicago. Aunque enfrenta acusaciones federales en Brooklyn y Chicago, los intentos de llevarlo a juicio se vieron frustrados repetidamente por la pandemia de COVID-19.
Los abogados de los detenidos en el MCC de Chicago han detallado dos brotes del virus mientras Kelly estuvo recluido ahí, en la primavera y el otoño del 2020. Las múltiples solicitudes de Kelly para que lo dejaran salir de la cárcel mientras esperaba el juicio fueron rechazadas.
Mientras tanto, un pandillero Latin King de Indiana dijo que atacó a Kelly dentro de la cárcel en agosto pasado, alegando que lo hizo “con la esperanza de llamar la atención” sobre la supuesta corrupción gubernamental. Ese hombre fue luego sentenciado a cadena perpetua por crimen organizado.
La acusación de Kelly en Brooklyn alega que dirigió una “empresa” formada por sus gerentes, guardaespaldas, conductores y otros empleados que lo ayudaron a reclutar mujeres y niñas para sexo. Está programado para ir a juicio en ese caso el 9 de agosto.
Una acusación separada en Chicago acusa a Kelly de pornografía infantil y obstrucción de la justicia. Alega que influyó en su enjuiciamiento del 2008 en el Condado de Cook con amenazas, obsequios y sobornos.