Lollapalooza advierte a los asistentes a que asumen el riesgo del COVID-19

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Se espera que más de 100,000 personas entren a Grant Park en cada uno de los cuatro días de Lollapalooza. Al entrar, se les recibe no sólo con la exigencia de una prueba de vacunación o un test de COVID-19 negativo, sino con carteles que les informan de que, al asistir al festival, asumen todo el riesgo relacionado con la exposición al virus.

Los anuncios, captados por un fotógrafo del Sun-Times en la entrada principal del festival en la avenida Michigan, explican a los asistentes del festival algo que no figura en su sitio web sobre salud y seguridad. Al asistir a Lollapalooza, “usted asume voluntariamente todos los riesgos relacionados con la exposición al COVID-19”, que, según mencionan, “puede causar enfermedades graves y la muerte”.

Un día antes del comienzo del festival, el jueves, en el centro de Chicago, la doctora Allison Arwady, principal médica de la Municipalidad, dijo que la situación actual de COVID-19 está “bien controlada”, a pesar del aumento de casos debido a la variante Delta y a los retrasos en las tasas de vacunación.

“Aquí, en Chicago, seguimos teniendo un control bastante bueno del COVID, pero no es el caso en todo el país”, dijo Arwady en una conferencia de prensa del Concejo Municipal.

De acuerdo con las normas aplicadas por la Municipalidad y el operador del festival, Live Nation, todos los que entren a Lollapalooza están obligados a presentar una tarjeta de vacunación o una prueba de COVID-19 negativa, que debe obtenerse en las 72 horas anteriores de asistir. Las personas no vacunadas deben llevar mascarillas, aunque no está claro cómo el festival hará cumplir esa norma.

Lollapalooza se prolongará hasta el domingo, con grandes artistas como Miley Cyrus, Foo Fighters y Post Malone.