Las autoridades de salud de los Estados Unidos recomendaron el miércoles que todos los estadounidenses reciban vacunas adicionales contra la COVID-19 para reforzar su protección en medio del aumento de la variante Delta y la evidencia de que la eficacia de las vacunas está disminuyendo.
El plan, anunciado por el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (los CDC, por sus siglas en inglés) y otras altas autoridades, recomienda una dosis extra ocho meses después de que la gente reciba su segunda inyección de la vacuna de Pfizer o Moderna. Las dosis podrían comenzar la semana del 20 de septiembre.
Las autoridades sanitarias dijeron que las personas que recibieron la vacuna de una sola dosis de Johnson & Johnson probablemente también necesitarán inyecciones adicionales. Pero están a la espera de más datos y aún no han concretado los detalles.
El plan está a la espera de una evaluación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) sobre la seguridad y eficacia de una tercera dosis, dijeron los funcionarios.
Las autoridades sanitarias afirmaron que está “muy claro” que la protección de las vacunas contra la infección disminuye con el tiempo, y ahora, con la variante Delta altamente contagiosa, que se está extendiendo rápidamente, “estamos empezando a ver pruebas de una menor protección contra los casos leves y moderados”.
“Basándonos en nuestra última evaluación, la protección actual contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte podría disminuir en los próximos meses”.