A partir del lunes, los 272,000 estudiantes y 30,000 empleados de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) tienen la opción de quitarse las máscaras en clase, como muchos de sus compañeros en otros lugares del estado.
Los funcionarios de CPS citaron a principios de esta semana el fuerte descenso de los casos de COVID-19 y un caso judicial pendiente como las razones de su decisión de levantar el mandato de la máscara, según Nader Issa del Sun-Times.
CPS también señaló que las tasas de vacunación para sus estudiantes de 12 a 17 años están cerca del promedio nacional, y las tasas están por encima del promedio para el grupo de edad de 5 a 11 años.
Este es el punto de vista optimista.
La realidad es que demasiados estudiantes de CPS, especialmente en las escuelas del sur y del oeste, todavía no están vacunados, según un análisis reciente de Sarah Karp de WBEZ.
A finales de febrero, el 10% o menos de los estudiantes de casi 50 escuelas estaban completamente vacunados, según el análisis. En general, sólo el 49% de todos los estudiantes de CPS en las casi 650 escuelas del distrito están completamente vacunados.
El Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés), que tenía un acuerdo con CPS para mantener las máscaras puestas hasta el final del año escolar, no está contento con la medida y ha presentado un cargo de práctica laboral injusta contra el distrito. Se anticipa que continúen las fricciones entre las dos partes, lo que se ha convertido una una triste norma.
Pero mientras estas dos entidades se enfrentan, los padres con hijos no vacunados pueden—deben—dar un paso para ayudar a proteger a sus propios hijos, a la comunidad de CPS y al público en general, asegurándose de que los miembros más jóvenes de la familia estén completamente vacunados.
Los estadounidenses siguen muriendo de COVID-19. El número de muertes en el país se acerca al millón.
Este invierno, los jóvenes no vacunados de entre 12 y 17 años tenían seis veces más probabilidades de ser hospitalizados con COVID-19, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Sí, los síntomas de los niños tienden a ser menos graves y la vacuna no es una garantía contra la infección: los niños pueden contraer un caso a pesar de estar vacunado,como el resto de nosotros. Pero, como han dicho los científicos una y otra vez, en cuantos más vacunados haya, mejor protegidos estaremos todos.
La Organización Mundial de la Salud no hubiera cambiado su postura sobre la necesidad de las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 el martes si la pandemia ya no fuera una preocupación.
Es prometedor que las tasas de vacunación entre los de CPS hayan aumentado entre finales de enero y febrero. Pero siguen existiendo disparidades raciales. El aumento en los estudiantes totalmente vacunados fue principalmente entre los estudiantes asiáticos y latinos en los lados norte y noroeste, mientras que la vacunación entre los estudiantes negros sigue siendo baja.
Esto debe cambiar. A riesgo de parecer un disco rayado, hay que repetirlo: Por favor, hagan que sus hijos se vacunen completamente.
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