Chuy descarta su candidatura a la alcaldía, dice que Lightfoot se las verá difícil

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Lori Lightfoot enfrenta la batalla de reelección más dura que cualquier otro alcalde de Chicago en los últimos 40 años, dijo el miércoles el congresista Jesús “Chuy” García, al mismo tiempo que descartó la idea de sí mismo como un posible candidato.

En 2015, el político bigotudo conocido cariñosamente como “Chuy” decidió desafiar el escaño del alcalde Rahm Emanuel después de que su amiga, la entonces presidenta del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés), Karen Lewis, se viera obligada a abandonar sus ambiciones de alcaldesa después de que le diagnosticaran un tumor cerebral.

La campaña de alcalde carismática y enérgica de García, incluyendo los letreros de “Chuy” decorados con el bigote característico del candidato, forzaron a Emanuel a una segunda vuelta electoral. Emanuel sobrevivió, con el 56% de los votos, pero solo después de gastar más dinero que García, casi cuatro a uno.

Ahora que el Secretario de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan, ha decidido no postularse en las elecciones para alcalde del próximo año, el campo está abierto para que otros candidatos pasen al frente.

Al menos parte de la especulación se ha centrado en García, particularmente ahora que los latinos han traspasado a los afroamericanos como el segundo grupo étnico más grande de Chicago en el Censo 2020.

Durante una entrevista telefónica desde Washington, D.C. el miércoles, se le preguntó a García si está pensando en otra campaña para la alcaldía, particularmente si su Partido Demócrata pierde el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre.

“No estoy pensando en eso en absoluto y definitivamente no he hablado con mi esposa al respecto. Tengo que pensar que ella talvez se opondría a que lo hiciéramos, y hacemos todo juntos. No está en mi radar en este momento… Valoro esa carrera [de campaña en el 2015]. Pero yo era un poco más joven” en ese entonces, dijo García.

“Si alguien pudiera guiarme a dónde haya una alcancía... para marcar el comienzo de una era real de equidad en Chicago, eso sería realmente conmovedor y convincente para mí. No veo eso en el horizonte en este momento. Los desafíos son tan grandes para Chicago… El trabajo es una bestia y seguirá siendo desafiante y doloroso a diario, especialmente a medida que los fondos [federales] se disipen y desaparezcan. Hará que sea terriblemente difícil gobernar y brindar buenas noticias a los habitantes de Chicago”.

Duncan pasó la posibilidad por alto, incluso después de que su propia encuesta mostrara que Lightfoot era eminentemente vencible —porque según no tenía el fuego en el estómago para hacer campaña y abandonar la organización contra el crimen que ama.

Al igual que las encuestas recientes realizadas a otros políticos, la encuesta de Duncan mostró que el índice de aprobación de Lightfoot estaba en el rango del 30%, aproximadamente 10 puntos porcentuales por debajo de los índices de Emanuel cuando abandonó sus planes de buscar un tercer mandato.

García estuvo totalmente de acuerdo con esas encuestas. De hecho, mostró duda al decir que es una montaña la que Lightfoot tiene que cruzar para la reelección.

“Cuando miro hacia los últimos 35 o 40 años, ella tiene [que hacer el mayor esfuerzo] que cualquiera al buscar la reelección”, dijo.

“La pandemia, los llamados a la justicia racial y social y una mayor equidad han puesto las cosas muy, muy difíciles. Con desafíos fiscales. Con grandes retos sociales. La frustración que siente la gente tratando de salir de la pandemia. Y, por supuesto, la violencia que estamos viendo en toda la ciudad”.

García dijo que la “tormenta perfecta” que enfrenta Lightfoot es, en parte, de su propia creación. Ha alienado incluso a sus aliados más cercanos del Concejo Municipal, como lo demuestra la ruptura de esta semana con la concejal Susan Sadlowski Garza (10°).

“Junto con la tormenta perfecta viene el factor de las relaciones y la capacidad de crear aliados”, dijo.

“Aunque ella ganó todos los 50 distritos, fue difícil identificar una base de apoyo que estaría ahí en las buenas y en las malas. Es especialmente desafiante para ella en este momento no tener eso”.

Como está tan convencido de que Lightfoot es vencible, se le preguntó a García que identificara a un candidato para alcalde al que pudiera apoyar.

“Es demasiado pronto para decir [con quién] estaré. No hemos tenido esas conversaciones”, dijo.

García recordó que su viejo amigo Harold Washington, que en ese entonces servía en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, fue un candidato dudoso de la alcaldía en 1983 y accedió a participar en la carrera solo después de que sus posibles electores superaron las metas de votantes registrados y de recaudación de fondos que había establecido.

“He venido a entender por qué”, Washington no estaba convencido, dijo García.

“Los temas que tratamos aquí son bastantes. Afectan a los barrios. Afectan al mundo. Estamos lidiando con el desafío de la política exterior ahora de la guerra y la paz. Los pasados tres años, nadie predijo lo que iba a suceder. La experiencia aquí ha sido emocionante, mucho más de lo que imaginé”, agregó.

“Estoy completamente concentrado en mi trabajo aquí en el Congreso… Estoy enfocado en hacer algo en el campo de la inmigración. Realmente no hemos producido mucho. Hay grandes expectativas de la comunidad. Estoy realmente concentrado en eso”.