El COVID disminuyó la duración de vida de los Latinos en Chicago más que a otros grupos

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La expectativa de vida de los habitantes de Chicago se redujo por casi dos años durante en el primer año de la pandemia—uno de los descensos más dramáticos jamás registrados—y los residentes negros y latinos fueron los que sufrieron los descensos más pronunciados, según anunciaron el lunes las autoridades de salud pública.

“El COVID ha tenido un fuerte impacto en la salud y el bienestar de los residentes de nuestra ciudad, especialmente de los negros y los latinos”, dijo la alcaldesa Lori Lightfoot en un comunicado. “Sin reconocer formalmente este impacto perjudicial, y sus raíces en el racismo estructural, nunca podremos avanzar como ciudad”.

El Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH, por sus siglas en inglés) publicó sus hallazgos que analizaron las muertes entre 2019 y 2020, el primer año de la pandemia.

Las muertes por COVID-19 impulsaron gran parte de la caída en la duración promedia de vida, pero no fue el factor principal de la disminución. El virus mortal ocupó el segundo lugar después de las muertes por enfermedades cardíacas, que aumentaron con otras enfermedades crónicas como la diabetes. También hubo más casos de muertes por homicidios y accidentes, como las sobredosis y los choques automovilísticos.

La brecha en la duración de vida entre los negros y los blancos de Chicago se amplió en 2020 a 10 años, de los 8.8 años en 2017. La duración de vida de los residentes negros también cayó por debajo de los 70 años por primera vez en décadas, cuando pasó de 71.8 años en 2019 a 69.8 años en 2020.

Los latinos vieron una caída de más de tres años en la duración de vida entre 2019 y 2020, cuando pasó de 79.1 años a 75.9 años, el descenso más pronunciado para cualquier grupo. La duración de vida ha disminuido entre los latinos durante los últimos siete años.

La duración de vida de los asiáticos o isleños del Pacífico mostró una caída de dos años entre 2019 y 2020, mientras que la duración de vida de los blancos de Chicago disminuyó un año durante ese mismo período. Para los asiáticos o isleños del Pacífico, la duración de vida cayó de 82.8 años a 80.7 años, y para los blancos cayó de 80.9 años a 79.8 años.

La Dra. Allison Arwady, Comisionada de Salud Pública, dijo que las causas registradas en los certificados de defunción no son lo único importante a la hora de hablar de la brecha en la duración de vida, sino de cuáles son esos factores impulsores.

“No hay una cura milagrosa ni un truco para cerrar la brecha en la duracióna de vida”, dijo Arwady en un comunicado. “Colectivamente, la Municipalidad y sus socios deben trabajar para transformar fundamentalmente las condiciones en las que viven las personas, poniendo fin a la pandemia y abordando su impacto en el acceso a los servicios, la vivienda, la educación y las oportunidades económicas, así como la salud mental de las personas”.

La Municipalidad señaló varias iniciativas para abordar la preocupante brecha en la duración de vida en Chicago. El plan de acción de cinco años denominado Healthy Chicago 2025 pretende reducir la brecha, abordando las causas fundamentales de los problemas de salud, incluido el racismo estructural.

Como parte de la iniciativa, CDPH se comprometió a aportar $30 millones para ayudar a establecer las Zonas de Equidad de Healthy Chicago, que buscan poner los recursos directamente en manos de las organizaciones comunitarias que hacen el trabajo de base para mejorar el acceso a la atención médica y promover la equidad racial.

Phalanx Family Services lidera la región HCEZ del lado extremo sur y tuvo una mesa redonda el lunes para discutir algunos de los resultados. La organización espera organizar una cumbre en mayo sobre cómo obtener recursos, compartir las mejores prácticas y desarrollar nuevas estrategias para fomentar la confianza de la comunidad.

“Durante el año pasado, las organizaciones regionales y comunitarias líderes de la HCEZ han liderado los esfuerzos de alcance hiperlocal para que la gente se vacune, con la equidad al centro de este trabajo”, dijo Tina Sanders, directora ejecutiva de Phalanx Family Services, en un comunicado.

El CDPH también se está preparando para invertir $24 millones para lanzar un Cuerpo de Respuesta de Salud de la Comunidad en los próximos meses para luchar contra el COVID-19 y conectar a los residentes con los recursos.

“Al igual que la Municipalidad, nuestra Organización Comunitaria Saludable de South Side—una coalición de hospitales y centros de salud comunitarios—está comprometida con un modelo basado en la comunidad para conectar a las personas con la atención de salud preventiva”, dijo Brenda Battle en un comunicado. Battle es vicepresidenta principal de Transformación de la Salud Comunitaria, Iniciativa de Salud Urbana y Directora de Diversidad, Inclusión y Equidad de UChicago Medicine.

“A medida que contratemos, entrenemos y despleguemos colectivamente a cientos de trabajadores de salud comunitarios para servir al lado sur de Chicago, facilitaremos que la gente encuentre y aproveche los servicios sanitarios y los apoyos sociales críticos para que puedan alcanzar sus objetivos de salud”, dijo Battle.