En todo el país, el 90% de los propietarios involucrados en juicios de desalojo tienen representación legal. Pero los inquilinos solo el 10%. No es extraño que los propietarios tengan más posibilidades de ganar.
Ahora que las moratorias de desalojo han expirado, el Ayuntamiento está tomando medidas para nivelar el campo de juego.
El Departamento de Vivienda de Chicago eligió el lunes a dos organizaciones sin fines de lucro para brindar ayuda legal gratuita a inquilinos de bajos ingresos “en riesgo o sujetos a desalojo” en Chicago.
El Comité de Abogados para una Mejor Vivienda trabajará junto con sus agencias asociadas, Legal Aid Chicago y el Programa de Asesoramiento Coordinado y Referencia para Servicios Legales. El segundo grupo estará dirigido por Beyond Legal Aid.
Ambos grupos operarán bajo contratos de un año renovables por dos años adicionales, basado en su desempeño. El programa piloto de tres años se financiará con $8 millones en fondos del Programa de Asistencia de la Renta de Emergencia 2 destinados a la “estabilización de la vivienda”.
“Este proyecto nos permitirá a nosotros y a nuestros socios expandir nuestros servicios legales y de apoyo gratuitos que ayudan a estabilizar a los inquilinos con ingresos limitados que de otro modo podrían quedarse sin hogar”, dijo Mark Swartz, director ejecutivo del Comité de Abogados para una Mejor Vivienda, en un comunicado de prensa.
“Con esta inversión, Chicago se acerca a lo que hacen Nueva York, Filadelfia, Cleveland y otras ciudades y estados importantes que han adoptado el derecho a un abogado en las cortes de desalojo”.
Para calificar para asistencia legal, los habitantes de Chicago deben:
• Ser inquilino de un inmueble para uso residencial.
• Tener un ingreso igual o inferior al 80% del ingreso promedio del área, según el tamaño del hogar.
• Vivir en un hogar en el que alguien haya “tenido una reducción en los ingresos del hogar, incurrido costos significativos o experimentado otras dificultades financieras durante o debido directa o indirectamente” a la pandemia del coronavirus.
• Vivir en un hogar en el que alguien “puede demostrar un riesgo de quedarse sin hogar o inestabilidad en la vivienda”.
Ninguno de esos criterios será difícil de cumplir, al menos en los vecindarios de Chicago dominados por inquilinos, incluidos los trabajadores esenciales más afectados por la pandemia. Estaban protegidos por moratorias de desalojo que se extendieron repetidamente, pero que ahora han expirado.
La Comisionada de Vivienda, Marisa Novara, calificó el programa como una extensión natural de los esfuerzos de su departamento para “expandir el acceso y las opciones de vivienda para todos los residentes, independientemente de sus ingresos o código postal”.
“Estamos trabajando para garantizar que las personas vulnerables al desalojo tengan la representación legal que necesitan para ayudarlos a permanecer en sus hogares”, dijo Novara.
A lo largo de la pandemia, el Comité de Abogados para una Mejor Vivienda y Beyond Legal Aid han ayudado a los inquilinos de Chicago a “permanecer en una vivienda”, dijo la comisionada.
“Estoy emocionada de que podamos continuar con esta valiosa asociación para proteger a los inquilinos de Chicago de desalojos innecesarios”, dijo Novara.
