Jackie Tapia se encontraba el miércoles en la puerta de la casa de su viejo amigo, Eduardo Uvaldo, en Waukegan, tratando de entender la causa del tiroteo masivo en el desfile del 4 de julio en Highland Park que le arrebató la vida al Sr. Uvaldo y la de otras seis personas.
Durante dos días, el Sr. Uvaldo permaneció en el Hospital de Evanston. El miércoles por la mañana, murió a causa de las heridas de bala que sufrió.
“Era un padre maravilloso, un abuelo maravilloso”, dijo Tapia. “Era cariñoso, atento y les enseñó a sus hijas y a su familia a estar siempre unidos. Era simplemente una persona maravillosa”.
El Sr. Uvaldo no solía ir a lugares donde hubiera mucha gente, dijo, pero el desfile era un evento al que él y su familia asistían todos los años.
Dijo que iba con María Uvaldo, su esposa de 50 años, dos de sus hijas, sus parejas y sus nietos.
“Al principio no se dieron cuenta de que eran disparos, pero en cuanto supieron que lo eran, todos empezaron a correr”, dijo Tapia. “Su yerno lo vio y trató de protegerlo, escudándolo con su cuerpo, pero ya lo habían herido”.
Con un disparo en la nuca, el Sr. Uvaldo permaneció con respiración asistida hasta que los médicos determinaron que no podían hacer nada para salvarlo, dijo.
Su esposa también resultó herida, con fragmentos de bala en la cabeza, y su nieto recibió un disparo en el brazo, pero ambos están bien y han salido del hospital, dijo Tapia.
María Uvaldo “está destrozada en estos momentos, y no hay nada que pueda calmarla”, dijo Tapia. “En cuanto a sus heridas, son leves, así que debería recuperarse. Ahora sólo está abrumada”.
La nieta del Sr. Uvaldo inició una página de GoFundMe para ayudar a la familia con los gastos del funeral y ayudar a su viuda.