Villegas lucha por mantener su distrito reconfigurado frente a Torres Whitt, apoyada por el Sindicato de Maestros

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Cuando Lori Torres Whitt vio cómo el distrito 36 se dibujaba de forma extraña para incluir más de un puño de comunidades en una franja que se extiende unas ocho millas desde West Town hasta Montclare, la inspiró a dar el paso y postularse como candidata al Concejo Municipal.

“Si estás en el cargo representando a la gente de aquí, ¿cómo permites que esto ocurra?” preguntó Torres Whitt. “Y si dejas que esto ocurra, ¿qué más estás dejando que ocurra?”

Torres Whitt, de 49 años, de West Town, está desafiando al concejal Gilbert “Gil” Villegas, de 52 años, de Dunning, que busca un tercer mandato en el Concejo Municipal. Ambos pasaron a la segunda vuelta el 4 de abril, después de que ninguno de los dos consiguiera la mayoría de los votos en febrero.

Villegas obtuvo cerca del 46% de los votos en las elecciones del 28 de febrero, Torres Whitt cerca del 30%.

En total, más de 57,000 habitantes de Chicago viven en el distrito 36, y la mayoría —casi el 56%— se identifican como latinos, según datos municipales. Menos de 10,000 votantes votaron en las elecciones del 28 de febrero.

El nuevo distrito se extiende desde la avenida Sayre, en el barrio de Montclare, en el lado noroeste, por partes del lado oeste, hasta Wood Street, en West Town. En el camino, incluye partes de Ukrainian Village, Humboldt Park, Dunning y Belmont Cragin.

Contiene casas que varían desde bungalows con césped delantero hasta edificios de varios pisos. Algunas calles ondean banderas ucranianas, mientras que otros residentes ondean banderas puertorriqueñas.

Villegas fue elegido por primera vez en 2015, y en un momento dado sirvió como líder de piso del Concejo de la alcaldesa Lori Lightfoot. También es el presidente del Caucus Latino de la cámara. El año pasado, se postuló sin éxito para el Congreso.

Anthony Vazquez/Sun-Times

Villegas destaca su experiencia en el gobierno como una de las razones por las que los votantes deberían darle otro mandato, señalando que el Ayuntamiento estará en un estado de transición.

“Queremos asegurarnos de que tenemos un Concejo Municipal y unos miembros con experiencia”, dijo. “No podemos tener entrenamiento en el trabajo. Quiero asegurarme de que el trabajo que he hecho hasta ahora continúe”.

‘Yo hago el trabajo’

Torres Whitt es maestra en la Escuela Primaria Monroe, y también forma parte de la junta ejecutiva del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés). El sindicato respaldó a Torres Whitt, y el CTU Local 1 PAC es uno de los mayores contribuyentes financieros, según Reform for Illinois.

Torres Whitt argumenta que su experiencia como educadora, organizadora comunitaria y defensora laboral la preparó para el trabajo.

“Si quieren a alguien que busque el progreso en el distrito 36 y en Chicago, esa soy yo”, dijo. “No digo que soy progresista, lo soy porque hago el trabajo”.

Villegas dijo que no apoyará a ningún candidato a la alcaldía. Torres Whitt apoya al Comisionado del Condado de Cook Brandon Johnson.

Anthony Vazquez/Sun-Times

Torres Whitt y Villegas tienen algunas cosas en común.

Villegas también se opuso a la forma en que se redistribuyó el distrito, diciendo que se parecía a una “serpiente”, lo que en su momento dijo que era apropiado porque sus colegas que lo dibujaron eran “autorretratos de serpientes”, apuñalándolo por la espalda.

“El proceso de redistribución de distritos es muy polémico”, dijo Villegas en una entrevista reciente. “Pero, no obstante, al fin y al cabo, tengo la oportunidad de representar al distrito 36, estoy captando nuevos residentes. Y la parte divertida es que soy originario de West Town, así que esto es en esencia sólo me trae de vuelta a donde empecé”.

Ambos dijeron que múltiples oficinas de concejal serán necesarias para atender a los residentes que viven en extremos opuestos. Villegas y Torres Whitt son partidarios de que sea el Concejo Municipal —y no la alcaldesa— quien nombre a los presidentes de los comités.

Los dos también están de acuerdo en esfuerzos como Bring Chicago Home, que tiene como objetivo aumentar los impuestos sobre las ventas de propiedades de $1 millón o más para generar fondos para servicios para la población sin vivienda.

Los candidatos difieren en temas como la vigilancia policial. Villegas dijo que apoya la reapertura de la antigua comisaría del distrito de Wood Street o el uso de las instalaciones como oficina satélite. La propiedad se encuentra en la frontera del distrito 36, pero está dentro del distrito 1.

“Existe una correlación entre el cierre de este distrito policial hace una década y el repunte de la delincuencia en la zona de West Town, East Town y Ukrainian Village”, dijo Villegas.

Torres Whitt ve una correlación entre las instalaciones de salud mental cerradas y la delincuencia. Dijo que está a favor de invertir en programas de salud mental y en los dirigidos a los jóvenes.

“Vivimos en Chicago que invierte mucho en seguridad, y sin embargo nadie se siente seguro”, dijo. “Añadamos las herramientas que necesitan los agentes para que puedan hacer el trabajo para el que han sido entrenados”.

‘Césped, bordillos y aceras’

Los votantes tienen sus propias preocupaciones.

Ángel Roque, residente de Belmont Cragin, dijo que le gustaría ver una mejor comunicación y mejoras en los proyectos de infraestructura. Señala una zona frente a su casa unifamiliar donde se arrancó la hierba para dejar paso a los contadores.

“Es hierba, son bordillos, son aceras”, dijo Roque, de 49 años, que estaba indeciso sobre su voto. “No podemos hacer mucho para intentar mejorar nuestro barrio, para que tenga mejor aspecto. Pero la otra parte parece una zona olvidada”.

En Montclare, Tomás Lozada, de 90 años, dijo que pensaba apoyar a Villegas para otro mandato, y que le gustaría que hubiera más actividades para veteranos militares como él. Hace poco se mudó con su nieta tras tener que abandonar su residencia de ancianos por las condiciones en que se encontraba.

Elvia Malagón/Sun-Times

Su nieta, Irma Cornier, de 45 años, estaba indecisa, pero también le gustaría ver mejoras en su barrio, señalando los baches de un parque cercano.

“¿Cómo es posible que no se arreglen cosas tan básicas?” preguntó Cornier, que hace ocho años se postuló como candidata a concejal de otro distrito.

A Cornier también le gustaría ver más programas para veteranos y una forma de conmemorar el 65º Regimiento de Infantería de su abuelo, una rama histórica de soldados puertorriqueños.

En el otro extremo del distrito 36, en West Town, Zia Nix, de 39 años, dijo que apoya a Torres Whitt porque su política coincide con la suya. Le gustaría que más servicios sociales se ocuparan de la salud mental y la pobreza.

Pero también está preocupada por la redistribución de distritos que la ha colocado en el distrito 36.

“¿Van a ser capaces de abordar estas cuestiones?” preguntó Nix mientras paseaba a sus perros, Burnham y Basil. “Simplemente parece que no es realmente a nuestro favor la forma en que [los distritos] están siendo redistribuidos”.

Los reportajes de Elvia Malagón sobre justicia social y desigualdad de ingresos son posibles gracias a una subvención del Chicago Community Trust.