La presidenta de la junta del condado de Cook, Toni Preckwinkle, y el alguacil del condado Tom Dart acordaron este lunes que hay una clara línea que divide a los manifestantes pacíficos que estuvieron en las calles durante el fin de semana y los que saquearon y destrozaron tiendas y otros negocios.
Pero estaban menos seguros de quién está detrás de lo que Dart describió como un esfuerzo por “utilizar... a los manifestantes pacíficos para encubrir sus propios actos criminales”.
“Ya sea de lo que se ha hablado en la ciudad de Chicago, o en los suburbios del condado de Cook, lo estamos viendo en todos lados”, dijo Dart.
“Definitivamente hay una organización [para el saqueo], pero se está analizando quién está detrás de esto”, dijo el Sheriff.
Preckwinkle dijo que no tenía “ninguina idea” de quién estaba detrás.
Se estima que 2,000 personas fueron arrestadas durante el fin de semana, dijo Dart.
El sheriff dijo que 50 personas han salido de la Cárcel del Condado de Cook, mientras que otras 60 todavía están detenidas “por no tener capacidad de pagar la fianza” o porque no se les ha establecido ninguna fianza.
Pero esas imágenes inquietantes de hombres y mujeres que atraviesan vidrios rotos para saquear tiendas no deberían desviar a los manifestantes de su objetivo, acordaron Dart y Preckwinkle.
“Frente al horror de lo que ocurrió en Minneapolis, por favor continúen sus protestas pacíficas para que estos problemas se planteen de la manera apropiada y que el cambio pueda ocurrir”, dijo Dart.
“Pero lo que no podemos hacer es mezclar a las personas que se manifiestan pacíficamente con las están cometiendo actos criminales a propósito; esa idea de que quienes cometieron crímenes son individuos que protestaban pacíficamente y luego algo cambió y se hicieron violentos, no es lo que estamos viendo”.
Lo que Dart, Preckwinkle y Bill Barnes, director del Departamento de Manejo de Emergencias y Seguridad Regional del condado, están viendo, son manifestantes pacíficos que están “pensando y tratando de hacer oír su voz” y otro grupo que está usando esas protestas como una fachada para cometer actos criminales.
La naturaleza generalizada del saqueo perpetrado el sábado y el domingo ha significado que los oficiales del fiscal hayan tenido que duplicar su trabajo, ayudando por momentos al Departamento de Policía de Chicago y debiendo asumir otros roles mientras esa oficina manejaba otros asuntos, dijo Dart.
Entre 400 a 500 oficiales estuvieron fuera de servicio el domingo por la tarde y la noche, lo cual fue algo “particularmente difícil y caótico”, dijo Dart.
Preckwinkle dijo que apoya a quienes protestaron durante el fin de semana, pero “tenemos que entender que el saqueo y el vandalismo le dan arma a aquellos que quieren marginar, desacreditar y disminuir nuestra crítica en Estados Unidos”.
No quiso calificar el manejo de la situación por parte de la alcaldesa Lori Lightfoot y no comentó sobre la respuesta de la policía, diciendo que no “tenía suficiente información sobre las diversas formas en que la policía respondió en toda la ciudad o en todo el condado”.
Aunque vio a muchas personas con cubrebocas, Preckwinkle dijo que estaba “segura” de que el condado vería un aumento en los casos de coronavirus como resultado de que muchas personas salieran de su casa durante el fin de semana.
“A medida que intentamos abrir Illinois por etapas, debemos ser muy, muy cautelosos de que no estemos aumentando el impacto de la pandemia por nuestros descuidos”, dijo Preckwinkle.
Dart dijo que aunque ha habido “algo de calma en las últimas horas”, no hay forma de saber cuánto tiempo durará esa calma.
“No sabemos qué pasará ni esta noche ni mañana; estamos monitoreando eso mientras hablamos”, dijo Dart.
