Toda una institución, embajador y representante de la cultura mexicana en el mundo, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández celebra su 70 aniversario con una de sus giras más extensas por EE.UU., trayendo a escena coreografías clave en su historia.
Una gira que, por las circunstancias actuales y la pandemia, parecía no realizarse. “Es una gira muy complicada. No sabíamos el comportamiento del tema de salud, todavía una semana antes de salir no sabíamos si se podría llevar a cabo. Muchas cosas estaban en duda, pero el resultado ha sido maravilloso”, comentó en entrevista Salvador López, su director artístico.
Sin embargo, desde el arranque de la gira el pasado 21 de enero en Memphis, Tennessee, todo ha “danzado” de maravilla, pero con cuidado.
A Chicago, ciudad que es parte de su historia ya que fue la primera de Estados Unidos que visitaron en 1959 durante La Feria Mundial, regresan este 12 y 13 de febrero.
Pero lo que más llama la atención de esta gira es que además de ciudades ya seguras como Chicago y Los Ángeles, California que cuentan con gran número de población de origen mexicano —son la tercera y la segunda ciudad con más mexicanos en el mundo, respectivamente— es que han sumado otras que antes, no aparecían en el itinerario, lo cual refleja no solo presencia de la cultura y comunidad mexicanas, sino la relevancia de la compañía.
“El Ballet es un referente de la cultura nacional. Históricamente es probablemente, el de mayor repercusión. En este momento, ante una mejora aparente del virus, ver al ballet y ver la fuerza de la cultura de México es algo importante. El empresario me decía: ‘somos los únicos dos locos que hacemos una gira en la pandemia’. Le respondí que era porque sabemos que la cultura de México tiene repercusión, es un bálsamo en medio de la pandemia”, aseguró López.
Siendo nieto de Amalia Hernández (1917-2000) la fundadora, Salvador López ha tenido la misión de continuar y dar crecimiento de lo que legó su abuela. López recuerda que, al fallecer Amalia, no sabía cuál sería el destino de la institución porque la presencia de su abuela permea todas las partes. El Ballet era ella, su guía y el eje.
Fundado en 1952 con tan solo 8 integrantes, actualmente el Ballet cuenta con más de 600 integrantes y con dos compañías de baile: la fija, que se presenta en el Palacio de Bellas Artes, y la itinerante, que sale de gira.
Pero las bases eran tan sólidas, que su presencia y enseñanzas permanecieron. Su abuela supo, compartió, transmitirle a su madre Norma López (ya fallecida) y a él esa mística que tenía el ballet.
Y ante todo, ese amor por México y su cultura.
“Amalia supo extraer la esencia de los pueblos de México, la llevó al escenario y le dio una altura al folklore de México con dignidad. Algo muy importante que debemos siempre destacar: México tiene una cultura no solo de un enorme valor e historia. Es una cultura milenaria que no todo mundo tiene. Su valor lo atesoramos, nos hace sentir orgullosos de ser mexicanos. Lo que hacemos es darle continuidad a eso que comenzó Amalia”, detalló.
Por ello, en esta gira además de danzas que no pueden faltar como son “La danza del venado”, “Fiesta en Tlacotalpan”, “La charreada” y “Fiesta en Jalisco”, la compañía presenta la primera obra de Amalia, “Sones y jarabes antiguos de Michoacán”, y una de las obras maestras de Hernández, “Aztecas (Hijos del sol)”.
López explicó que “Sones y jarabes de Michoacán”, fue la primera obra que creó Amalia en 1952. “Si la ves hoy, parece que la coreografía se hizo hace dos años. Amalia fue una adelantada a su época. Esta es una pieza maravillosa”.
Y de “Aztecas” enfatizó: “Siempre he dicho que las obras maestras de mi abuela son las prehispánicas porque no tenía un referente. Ella fue interpretando los códices, los bordados, y plasmó historias en las coreografías”.
Otras piezas en el programa son “Tarima de Tixtla”, “La vida es un juego”, que es una parodia de la vida en México, con sus bailes, palenques de gallos y suertes amorosas, y “La Revolución”, un homenaje a las “Adelitas”, las mujeres que se unieron a “la bola” y que fueron las soldaderas de la Revolución Mexicana (1910).
Aun con los cambios políticos, sociales y culturales que ha vivido México desde 1952 y la llegada de nuevas corrientes, modas o culturas, apreciar la obra de Amalia y ver la historia de México a través de la danza va más allá de situaciones políticas y sociales.
El Ballet Folklórico de Amalia Hernández es México: cambiante y presente, aún en crisis.
“La situación en México es compleja”, afirmó López. “Pero somos una pausa en medio de la crisis. Nuestra misión es presentarnos en México a pesar de las circunstancias”, destacó de su presencia en el Palacio de Bellas Artes.
“Hemos pasado por más de 15 sexenios, vivido todo tipo de gobiernos. El ballet lleva la bandera de México. No pretende más que difundir nuestra cultura”.
Su permanencia y vigencia, dice, es que se actualizan con los tiempos, pero sin perder las enseñanzas de su eje, Amalia Hernández. Eso ha hecho exitosa a la compañía. “Es la propia inercia del éxito bien entendido, no efímero. Es un éxito fundamentado en el talento y enseñanzas de Amalia. No somos una compañía vieja, somos una compañía con historia”, reforzó.
El Ballet Folklórico de México se presentará en dos funciones, 12 de febrero a las 7:30 p.m. y 13 de febrero a las 3 p.m., en el Auditorium Theatre (50 E. Ida Wells Drive). Boletos desde $30. Para más información, llamar al 312.341230 o visitar auditoriumtheatre.org.
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