Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) tienen una larga historia de trato injusto con los niños que tienen necesidades especiales. Se necesitaron años de activismo, cortes y supervisión por observadores independientes para implementar avances en este tema.
No se puede permitir que el distrito retroceda ahora, durante una pandemia. Los niños con necesidades especiales merecen tener acceso a una educación que sea igual en calidad a la de cualquier otro niño.
Apoyamos una política de CPS que requiera que maestros y médicos revisen los planes de aprendizaje para que aquellos estudiantes de educación especial incorporen la educación a distancia desde sus hogares. A pesar de todas sus limitaciones, el aprendizaje remoto es por ahora la “nueva normalidad”, en Chicago y en todo el país, y probablemente se extenderá hasta el próximo otoño de alguna manera.
Contrariamente a lo que el Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés) sostiene en una demanda, desafiando esa política de CPS, no hay necesidad de un “rediseño general” de los Planes de Educación Individual (IEP, por sus siglas en inglés).
CPS requiere, en palabras de un portavoz, solo que se realicen “adaptaciones mínimas” para “ayudar a los estudiantes a adaptarse” al aprendizaje remoto. Eso no sería “imposible de lograr”, como afirma la demanda del CTU, si ellos y la administración de las escuelas deciden trabajar juntos.
Sobre este punto, nos encontramos raramente de acuerdo con la Secretaria de Educación Betsy DeVos. Ella se negó a renunciar a los requisitos federales que obligan a los distritos escolares a reescribir los IEP cuando sea necesario. Una pandemia es un desafío, no una razón para alejar a los maestros del problema, cuando se trata de garantizar servicios equitativos para aquellos niños con necesidades especiales.
Entendemos que el aprendizaje remoto puede ser particularmente desafiante para los estudiantes con discapacidades. En la escuela, a menudo requieren asistencia de ayudantes y médicos. Esos servicios pueden ser difíciles de duplicar cuando los niños están en casa.
Pero los niños con discapacidades no deberían ser estadounidenses de segunda clase cuando los tiempos se ponen difíciles.
“Lo que necesitan los estudiantes con discapacidades es un apoyo sólido mientras ellos y sus familias están en casa, equilibrando los desafíos del aprendizaje a distancia”, nos dijo Chris Yun, del grupo de defensa Access Living. “Es lamentable ver que CPS y el sindicato se enfrentan por servicios cruciales para estos estudiantes en estos tiempos sin precedentes”.
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