Lightfoot está molesta por la filtración del audio de su llamada con concejales durante los saqueos

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La alcaldesa Lori Lightfoot acusó este miércoles al concejal Ray López (15) de haber grabado “ilegalmente” su llamada telefónica del 31 de mayo con los concejales que estaban molestos por los saqueos y el caos en sus distritos; y también de haber “filtrando” sólo la parte que incluía un intercambio de insultos entre ellos.

La alcaldesa nunca mencionó a López por su nombre, pero sus comentarios dejaron en claro que él era el acusado. López (distrito 15) negó la acusación.

Sin embargo, López dijo que el propio personal de la municipalidad también graba las llamadas con concejales. Exigió que mostraran esas grabaciones completas al público, argumentando que esas llamadas violan la Ley de Reuniones Abiertas.

La oficina del fiscal general de Illinois dijo que recibió una queja sobre la presunta violación y que la está investigando.

Todo comenzó el miércoles cuando se le preguntó a Lightfoot si lamentaba haber usado insultos durante la llamada del 31 de mayo, que el Chicago Sun-Times reveló por primera vez el 1 de junio. Desde entonces, una cinta con parte de la conversación ha circulado ampliamente en redes sociales.

“En primer lugar, si escuchaste la totalidad de la conversación, creo que fue un domingo por la noche. La conversación duró una hora y media. Desafortunadamente, uno de los concejales, y creo que sabemos quién es, grabó ilegalmente y luego compartió solo esa parte de la conversación que le sirvió a sus objetivos”, dijo la alcaldesa.

Ella sólo hizo referencia a la parte de la conversación que mantuvo con López.

“Estos son tiempos duros muy difíciles. Deberíamos poder tener conversaciones sinceras. Hubo muchas emociones compartidas por otros concejales en esa llamada. Ahora, los concejales no se sienten seguros al reunirse con sus colegas debido a que un individuo decidió grabar ilegalmente una conversación que pretendía ser una conversación privada entre todos nosotros. Siento vergüenza por ellos, pero la culpa es de él.”

López fue cuestionado sobre si fue la persona que grabó esa llamada y la filtró a los medios.

“No lo hice - mmmmm, no.... Hasta que se pruebe lo contrario, mantengo mis afirmaciones de que esto no proviene de mí. Estas cintas filtradas no son mías ”, dijo López.

López calificó el hecho de que Lightfoot se enfoque en la filtración como una “distracción” para evitar hablar de lo que se dijo en esa reunión.

“Lo que se ha dicho en estas llamadas muestra claramente una falta de planificación y una falta de preparación por parte de esta administración... Ella está más furiosa por... su incapacidad para controlarse durante un momento de crisis, creando una imagen de control que es contraria a lo que ocurrió en realidad”, dijo López.

“Esta filtración singular muestra toda la diferencia entre lo que se le informa a la ciudad y lo que se le dice a los concejales a puerta cerrada. Con las puertas cerradas había preocupaciones sobre la llegada de vándalos de otras partes y con el despliegue policial. Hubo objeciones al uso de la Guardia Nacional en el centro a costa de la comunidad. Hubo inquietudes planteadas por muchos concejales, incluido yo mismo, que llamaron su atención y que ignoraron”, dijo López.

Durante la primera llamada en la mañana del domingo 1 de junio, López dijo que le preguntó a Lightfoot directamente cuál era su plan para proteger los vecindarios después de cerrar un área del centro devastada por saqueos, vandalismo e incendios provocados durante la noche del sábado.

Según López, la alcaldesa le respondió que tenía un plan para cada vecindario.

“Le dije: ‘Escuché en la radio de la policía que tenemos cientos de personas, caravanas, que vienen desde Indiana y otros lugares para aterrorizar a nuestra ciudad’”, dijo López al Sun-Times la semana pasada.

“Ella me contestó: ‘Ese es un rumor sin fundamento. Puedes creer eso si quieres, Ray’”.

Para el domingo por la noche, López dijo que los vecindarios eran caos y sus advertencias sobre un “intento coordinado de desestabilizar a nuestra ciudad” se habían hecho realidad.

En una segunda llamada telefónica López dijo que varios concejales estaban “llorando” por el daño sufrido a sus comunidades.

“Ahí le dije:‘Te avisé que esto iba a suceder en la mañana. Te lo adverti. ¿Cuál es nuestro plan para los barrios? ¿Cómo vamos a estabilizar a las comunidades? Necesitamos un plan de cinco días. La suposición de que todo esto va a desaparecer porque tienes un toque de queda mal planeado. Necesitamos estabilizar la situación en nuestras comunidades. Quiero una respuesta”, recordó López.

“Cuando terminé, ella básicamente dijo:‘ OK. Siguiente” e intentó pasar al siguiente concejal. ... Ahí la interrumpí y le dije: ‘No. Exijo una respuesta. Quiero saber cuál es tu plan’. En ese momento, ella me dijo que yo decía cosas poco creíbles y ridículas al acusarla de que todo lo que le importaba era el centro y de que no estaba preparada. Ella insistió en que no iba a responderme nada porque nada tendría sentido para mí”.

“Le dije: f..c you”. No sabes lo que está pasando”, recordó.

La oficina de la alcaldesa negó que las llamadas que ella y sus principales ayudantes mantuvieron repetidamente con los concejales durante la pandemia y los disturbios posteriores violaran la Ley de Reuniones Abiertas.

“Estas actualizaciones se organizaron y llevaron a cabo únicamente para que la administración transmita información sobre el estado de los esfuerzos relacionados con COVID y para responder preguntas de campo sobre esos esfuerzos. Para que una reunión esté sujeta a la Ley de Reuniones Abiertas, debe incluir deliberación (por ejemplo, debate legislativo) y/o acción (por ejemplo, que exista una votación), lo que no ocurrió en ninguna de estas convocatorias”, escribió en un correo la secretaria de prensa de la alcaldesa, Anel Ruiz.

Ed Yohnka, portavoz de ACLU (siglas en ingles de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) no estuvo de acuerdo.

“Si hubo una reunión por video o teléfono donde un quórum del concejo de la Ciudad estuvo presente y discutió sobre asuntos públicos, y si no existió anteriormente una votación mayoritaria para que esa reunión se mantuviera cerrada, entonces estas sesiones sí violan la Ley de Reuniones Abiertas de Illinois”, escribió Yohnka en un mensaje de texto al Sun-Times.

Según la Ley, una reunión es “cualquier reunión, ya sea en persona o por videoconferencia o audioconferencia, llamada telefónica” a la que asiste “la mayoría del quórum de los miembros de un organismo público que se realiza con el propósito de discutir asuntos públicos”.

En el caso del Ayuntamiento, una “mayoría de quórum” serían 14 concejales.

El domingo por la noche, Lightfoot tuvo otra llamada de conferencia, esta vez con los presidentes de los distintos comités. Ahí había 19 representantes del consejo.

Ella les dijo que ya no mantendría llamadas en conferencia con concejales porque uno de sus colegas había elegido violar la confianza de todos los demás. Pero cuando la alcaldesa terminó la llamada, dijeron fuentes, los presidentes decidieron no involucrarse porque también se hubiera requerido regañar a Lightfoot por su actitud durante el intercambio de insultos.