Hace cuatro meses, la alcaldesa Lori Lightfoot exigió a la administración Trump posponer el censo estadounidense 2020, argumentando que no había suficiente capacidad para llevar a cabo el conteo mientras se encontraba en una guerra nacional contra el coronavirus.
El pedido no fue escuchado. No es sorprendente que la tasa de respuesta de Chicago cayera al 55 por ciento, 20 puntos menos que la ambiciosa meta de 75% de Lightfoot, y menos del 40 por ciento en algunos vecindarios del lado sur y del lado oeste.
La tasa de respuesta de Chicago ha superado a la de otras grandes ciudades, incluidas Nueva York, Houston y Los Ángeles, pero eso no es suficiente para la alcaldesa.
Por eso, este lunes, Lightfoot le dio a ese triste esfuerzo una calificación “C”, se puso un sombrero de vaquera y le pidió al “Cowboy con Rastas” (“Dread Head Cowboy”, en inglés) que acudiera al rescate de una respuesta del Censo 2020 que determinará la financiación federal a Chicago para la próxima década .
Y entonces llegó Adam Hollingsworth, cabalgando, con la melodía de “Old Town Road”, de Lil Nas X.
Se espera que este ex boxeador, de 33 años, pase la próxima semana recorriendo 10 distritos del sur y oeste donde la respuesta es más baja, con el objetivo de impulsar la participación en el Censo.
Hollingsworth se convirtió en una sensación en las redes sociales cuando apareció montado sobre su yegua Bella, el pasado 30 de mayo, en las manifestaciones en el Loop en protesta por la muerte de George Floyd.
“Ese era mi hermano. Esa fue mi madre. Esa fue mi hermana. Ese era yo allá abajo. Ese podría haber sido yo ”, dijo Hollingsworth al Sun-Times el mes pasado, en tono póetico. Este nuevo personaje de la ciudad sufrió sus propios enfrentamientos con la Policía.
Ir al rescate del Censo en vecindarios con bajas tasas de respuesta, como East y West Garfield Park, Washington Park, Woodlawn, Englewood, Greater Grand Crossing, North Lawndale y La Villita, Back of the Yards y West Englewood, es también un noble objetivo.
Esta campaña ayudará a determinar si los vecindarios del sur y del oeste, tan descuidados durante mucho tiempo, que además fueron los más devastados por saqueos y el caos entre finales de mayo y principios de junio, pueden obtener los fondos federales que tan desesperadamente necesitan para escuelas, parques, carreteras, puentes, transporte público y capacitación de la fuerza laboral.
“Es aquí, en el lado oeste, así como en los vecindarios del lado sur, donde lamentablemente nuestras respuestas han sido bajas y, en algunos casos, inferiores al 40 por ciento”, explicó Lightfoot.
“Sé que este ha sido un momento desafiante para todos. Pero estoy planteando un desafío a cada comunidad... Por favor, den un paso adelante. El Censo dura cinco minutos. No podría ser más fácil. Puedes conectarte desde un teléfono móvil. Puedes completar el formulario de papel. Puedes llamar a un número de teléfono [844-330-2020]. Pero, por favor, haz todo lo que puedas”.
Lightfoot no mencionó el nombre del presidente Donald Trump, pero claramente se refería a la retórica anti-inmigrante del presidente y los repetidos ataques a las ciudades santuario cuando advirtió que Chicago no puede permitirse convertirse en una víctima de los “vientos nacionales que soplan”.
“Hay personas que intentan llevar a la gente de nuestras comunidades a las sombras. Hay personas que no quieren que se nos cuente. Hay quien no quiere que tengamos éxito, quién no quiere que obtengamos esos recursos federales. No dejes que ganen. Ganaremos si nos aseguramos de ser contados”, dijo la alcaldesa.
En el Censo de 2010, la tasa de respuesta del 66% de Chicago estaba “entre los peores niveles de participación” de cualquier gran ciudad de la nación.
Este año Lightfoot estableció una ambiciosa meta del 75%. Para hacer eso, Chicago había planeado gastar $2.7 millones, $2 por cada residente “difícil de contar”, para terminar con lo que Lightfoot ha llamado la nube de miedo creada por las redadas de inmigración y una pregunta sobre ciudadanía que finalmente fue eliminada del cuestionario final del Censo.
Pero luego, la pandemia cerró escuelas y negocios, paralizando la vida cotidiana. Se cerraron las bibliotecas donde se habían instalado quioscos para ayudar a la gente a contestar el Censo.
“Teníamos un plan de participación comunitaria muy sólido que obviamente se desvió debido a COVID. Volveremos a esos planes. Estamos utilizando voces de la comunidad de confianza para hacer el trabajo”, dijo la alcaldesa.
Marilyn Sanders, directora regional de la Oficina del Censo de Estados Unidos dijo que está contratando y capacitando al menos a 11,000 y hasta 14,000 personas para tocar puertas en Chicago. El número exacto dependerá de la tasa de respuesta de la ciudad y del progreso que se vaya registrando.
La fecha límite para completar el Censo es el próximo 31 de octubre.
