Dos meses y medio después de la última prohibición de comer en interiores de la ciudad, la Coalición de Restaurantes de Chicago pidió a la alcaldesa Lori Lightfoot y a los 50 concejales que presionen al gobernador J.B. Pritzker para que reabra parcialmente los restaurantes.
Los propietarios de restaurantes, proveedores de servicios de “catering” y residentes defendieron el martes la restauración de los comedores interiores al 20% de su capacidad para el 29 de enero. Roger Romanelli, el coordinador de la coalición, citó un estudio conjunto de la Universidad de Northwestern y la Universidad de Stanford, que encontró que reabrir en un 20% reduce el número de nuevas infecciones por más del 80% en comparación con la reapertura completa.
“¿Este no es el momento de entender que comer adentro no es responsable de la propagación?” Romanelli preguntó en una conferencia de prensa al aire libre en el oeste de la ciudad. Pritzker ha exigido a la Municipalidad que reduzca su tasa de positividad de COVID-19 al 6.5% antes de reabrir los restaurantes, pero el promedio ha fluctuado por encima del 8% desde el cierre. Sin un fin en vista, Romanelli dijo que los restaurantes de la ciudad no pueden seguir esperando que la tasa de positividad alcance el umbral de Pritzker.
Hasta ahora, el concejal Brian Hopkins (2°) ha escrito una carta a Lightfoot para apoyar a la coalición, llamando a la continuación de la prohibición de comer en los interiores una “sentencia de muerte” para miles de restaurantes de Chicago.
“Aunque la Municipalidad no tiene la autoridad para permitir alimentos en el interior en ninguna capacidad en este momento bajo las medidas de mitigación impuestas por el estado, esperamos reabrir pronto y estaremos monitoreando de cerca las métricas de salud establecidas por el estado”, dijo la oficina de Lightfoot en un comunicado.
Jodi Agee, propietaria de Jefferson Tap and Grille, 325 N. Jefferson St., dijo que la pérdida de ingresos ha dejado a su restaurante de casi 20 años con poco personal. Sin dinero para seguridad, Jefferson Tap fue asaltado a principios de este mes, lo que empeoró aún más las cosas.
Sin la segunda ronda de préstamos del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP, por sus siglas en inglés), Agee dijo que Jefferson Tap cerraría sus puertas. Los restaurantes no pueden sobrevivir solo con comida para llevar y entregas a domicilio, dijo, por lo que cree que la petición de la coalición es razonable.
“Se supone que debemos estar juntos en esto”, dijo Agee. “La alcaldesa y el gobernador no siento que estén con nosotros en esto”.
