Los estudiantes de la Universidad de Illinois no sufrieron hospitalizaciones ni muertes de COVID debido a sus protocolos

Los funcionarios de la Universidad de Illinois dicen que las estadísticas muestran que su programa funcionó.

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La Universidad de Illinois en Urbana-Champaign utilizó un programa de pruebas de gran escala en el otoño.

AP

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Cuando la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign anunció el verano pasado que planeaba en que regresara todo el campus en el otoño usando una prueba que desarrollaron sus propios investigadores que no era comprobada, se consideró como un riesgo.

Pero después de un semestre durante el cual la escuela vio caer su tasa de positividad por debajo del 1%, sin brotes importantes, hospitalizaciones o muertes, el protocolo de la universidad se ha convertido en un modelo. Y a pesar de un aumento en los casos en todo el país, esa prueba está ayudando a la UIUC a sentirse segura de que no habrá un gran aumento en los casos en lo que los estudiantes comienzan a llegar para el semestre de primavera esta semana.

En todo el país, otras universidades se dieron cuenta del éxito de UIUC y están adoptando el protocolo. La Universidad de Notre Dame comenzó a usar las pruebas de saliva, y la Universidad de Wisconsin y la Universidad de Millikin están implementando el protocolo este mes.

Las escuelas estatales de Illinois también están colaborando con la universidad. La Universidad de Northern Illinois comenzó a usar el protocolo de prueba de UIUC la semana pasada, y la Universidad Estatal de Illinois comenzará a usar las pruebas en cuanto reciba la autorización de emergencia de la FDA, según portavoces de ambas universidades.

Los funcionarios de la Universidad de Illinois dicen que las estadísticas muestran que su programa funcionó tan bien como esperaban.

“Realizamos más de un millón de pruebas en todo el campus durante el semestre de otoño”, dijo Martin Burke, profesor de química y presidente del comité SHIELD: Target, Test, Tell que desarrolló el proceso de prueba. “Cero hospitalizaciones, sin muertes, gracias a Dios, y mantuvimos abiertas las clases, la investigación y los negocios, así que estábamos muy contentos con la forma en que se desarrolló todo”.

El profesor de química Paul Hergenrother, que también ayudó a desarrollar el protocolo, predijo que la combinación de pruebas rigurosas y que cada vez más personas reciban la vacuna contra el coronavirus podrían dar como resultado una tasa de positividad “cerca de cero” este semestre.

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Paul Hergenrother, profesor de química en la Universidad de Illinois

Cortesía

Nueva forma de probar

Los investigadores comenzaron un proceso de seis semanas para desarrollar una prueba de COVID-19 rápida, eficiente y económica que tenía que estar lista para fines de junio si existía alguna posibilidad de que el protocolo estuviera completamente operativo para el inicio del semestre de otoño, Burke dijo.

Después de miles de intentos diferentes, Burke dijo que el equipo de investigadores encontró la solución: calentar la muestra de saliva a 95 grados durante 30 minutos eliminó el virus lo suficiente como para que fuera seguro para los trabajadores de la salud que administran la prueba y al mismo tiempo detectar si el virus está presente.

Y convertir el laboratorio de diagnóstico veterinario en el campus en una instalación de pruebas de coronavirus permitió tiempos de respuesta rápidos, lo que le dio a la universidad la confianza de dar la bienvenida a miles de estudiantes al campus.

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La Dra. Robin Holland, que forma parte del equipo de investigación de COVID-19 de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, realiza pruebas en saliva en el Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de la Universidad de Illinois.

University of Illinois/Fred Zwicky

Aumento inesperado de casos

Las pruebas por sí solas no son suficientes para frenar la propagación del virus, dijo Hergenrother. Aislar rápidamente a las personas que dan positivo en la prueba es igualmente vital.

“Si te hacen una prueba y no obtienes el resultado durante cinco días, bueno, a menos que las personas hayan estado aisladas durante esos cinco días, entonces han estado transmitiendo”, dijo Hergenrother. “Eliminas a esas personas de interactuar con otras que son positivas, y vas a reducir los números”.

El protocolo que finalmente se implementó incluyó pruebas de vigilancia obligatorias dos veces por semana en el campus con los resultados de las pruebas disponibles en 12 horas, una clave para el éxito de la escuela, dijo Burke.

Aun así, hubo un pequeño número de estudiantes que, incluso después de dar positivo, no se aislaron e incluso fueron a fiestas. Esto llevó a un aumento mayor de lo esperado en los casos en el campus después de la primera semana de clases, incluidos 230 casos nuevos en un solo día. La universidad temía que si los casos continuaban a ese ritmo podrían ver 8,000 infecciones durante el semestre.

El 2 de septiembre, la universidad le pidió a los estudiantes a quedarse en casa durante dos semanas a excepción de las actividades esenciales y amenazó con suspender a los estudiantes que no siguieran las instrucciones del Distrito de Salud Pública de Champaign-Urbana. Más de 1,000 estudiantes habían sido disciplinados, incluidos algunos que fueron retirados del campus, por violar los protocolos de coronavirus a fines de octubre, dijo la escuela en un comunicado en ese momento.

Pero la escuela finalmente logró que los estudiantes cumplieran al involucrarlos en el proceso de toma de decisiones, dijo el estudiante de tercer año de UIUC, Tyeese Braslavsky, representante estudiantil en el comité SHIELD. Dijo que eso era clave para el éxito del programa, ya que dependía en gran medida de la cooperación de los estudiantes.

Hasta el final de la clase el 20 de noviembre, casi 3,900 personas dieron positivo, según datos de la universidad. La gran mayoría, más de 3,200 casos, eran estudiantes universitarios, y un tercio de los que vivían en viviendas privadas o griegas. Los casos restantes se dividieron entre estudiantes graduados, el personal del campus y otros que asistían regularmente al campus.

“Estoy increíblemente impresionada con el trabajo que estaban haciendo todos los miembros del equipo”, dijo.

Además, el protocolo también tuvo éxito en detener la propagación a la comunidad en general, dijeron los funcionarios.

Las investigaciones de rastreo de contactos, realizadas por el Distrito de Salud Pública de Champaign-Urbana, no encontraron una relación directa de casos positivos en el campus que llevaran a brotes en el área, dijo Awais Vaid, administrador adjunto y epidemiólogo del distrito.

El comienzo del semestre de primavera atraerá nuevamente a miles de estudiantes de lugares en todo el mundo, lo que presenta otro potencial para un aumento en los casos positivos. Por recomendación del departamento de salud, UIUC retrasó su primer día de clases hasta el 25 de enero, dijo Vaid. Los dormitorios seguirán abiertos el lunes para permitir que los estudiantes se aíslen una semana antes de su regreso a clases.

Burke dijo que habrá un proceso de “incorporación” de dos semanas en el que todos los estudiantes tendrán que recibir una prueba COVID-19 negativa, y se les recomienda a los estudiantes que salgan solo para actividades esenciales. La orden tiene la intención de limitar la “socialización potencialmente peligrosa” antes de que suceda, dijo Burke.

Braslavsky, quien continuará tomando clases de forma remota este semestre en su casa de Buffalo Grove, dijo que los estudiantes deben permanecer atentos, incluso con la implementación de la vacuna.

“La pandemia todavía está aquí, y estará aquí probablemente durante la totalidad del semestre”, dijo Braslavsky.

Burke dijo que es importante reconocer la realidad de la “fatiga pandémica” casi un año después.

Pero, dijo, “tenemos que aguantarnos”.

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