Un maestro y un par de activistas comunitarios en el lado sureste de la ciudad están organizando una huelga de hambre, pidiendo a la Municipalidad que niegue un permiso para la instalación de la reubicada trituradora de autos de General Iron.
Llamándolo racismo ambiental, los tres: Chuck Stark, profesor de ciencias en la escuela secundaria George Washington; Oscar Sánchez, cofundador de Southeast Side Youth Coalition; y Breanna Bertacchi, miembro de Vecinos Unidos del Distrito 10, dijeron que a partir del jueves dejarán de comer hasta que la Municipalidad rechace una solicitud de permiso para operar.
Los tres han criticado abiertamente el plan de abrir una operación de trituración de chatarra en la calle East 116th Street a lo largo del río Calumet. La Municipalidad ha dicho que está revisando la solicitud de permiso, así como los comentarios públicos presentados recientemente.
“Estamos en esto porque no tenemos otra opción”, dijo Sánchez. “Esta es nuestra comunidad y queremos protegerla”.
En una llamada de Zoom, Stark invitó a otros a unirse a los tres huelguistas, quienes llevarán a cabo sus protestas desde sus hogares individuales. Stark dijo que continuará impartiendo clases de forma remota desde su casa.
Las actualizaciones se publicarán en redes sociales, dijeron los organizadores.
Hasta ahora, la alcaldesa Lori Lighftoot y su personal no muestran ninguna indicación de que negarán la reubicación de la operación de chatarra. Los manifestantes le quieren llamar la atención a Lightfoot y a la Dra. Allison Arwady, la comisionada de salud pública de la ciudad. El Departamento de Salud Pública de Chicago tomará la decisión final de aprobar el permiso.
El cierre de General Iron en su antiguo lugar de Lincoln Park y la reubicación del negocio de trituración de metales al lado sureste ha provocado numerosas acusaciones de racismo ambiental y es objeto de investigaciones federales sobre si se están violando los derechos civiles de los residentes del sur.
El director ejecutivo de Reserve Management Group, propietario de la empresa con el nombre de Southside Recyling, ha dicho que espera obtener un permiso de operación de la Municipalidad.
RMG también pagó $18,000 el año pasado para resolver una serie de citaciones emitidas por la Municipalidad por presuntas violaciones de las leyes de contaminación y otras molestias.
“La noticia de la huelga de hambre es preocupante y subraya nuestro compromiso de profundizar nuestra coordinación con la comunidad y las partes interesadas claves para continuar nuestro trabajo de proteger a nuestros electores de la contaminación y garantizar operaciones seguras y ambientalmente sostenibles”, dijo el Departamento de Salud de la Municipalidad en un correo electrónico. Agregaron que “quieren escuchar a las partes interesadas, y especialmente a los residentes del área, sobre sus preocupaciones como parte de nuestro proceso de permisos”.
Los reportajes de Brett Chase sobre el medio ambiente y la salud pública son posibles gracias a una subvención de The Chicago Community Trust.