Centro de detención en Illinois violó normas de salud durante el coronavirus

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La Cárcel del condado de Pulaski, ubicada en la parte sur del estado, es una de las tres instalaciones del condado en Illinois que tiene un contrato con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para detener a inmigrantes que enfrentan la deportación. Entre noviembre y enero, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos realizó una inspección sin previo aviso en la que encontró que la cárcel violaba cinco estándares de detención, según un reporte sobre las violaciones.

Los funcionarios revisaron las imágenes de vigilancia en la cárcel y encontraron casos en los que las personas bajo custodia de inmigración se reunieron en grupos sin máscaras, según el reporte. Una foto mostraba a un trabajador de la cárcel con una mascarilla debajo de la nariz y boca mientras estaba cerca de alguien bajo custodia de ICE. La cárcel había restringido algunos servicios, como el comedor, para limitar el contacto en persona.

En el reporte, el inspector general afirmó que la falta de cumplimiento de las pautas podría haber contribuido a las transmisiones repetidas del virus.

Al menos 114 personas en la cárcel han dado positivo por COVID-19 desde febrero de 2020, según las estadísticas de ICE. Hubo dos casos activos de COVID-19 esta semana en la instalación.

La población diaria promedio de la cárcel fue de 107 en septiembre pasado, según el reporte.

Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos

Los funcionarios de la cárcel no respondieron a una solicitud de comentarios. Se incluyó una carta de ICE en el reporte indicando que 35 personas bajo custodia de ICE en la cárcel recibieron la vacuna Johnson & Johnson el 10 de marzo. La vacuna también se ofreció a quienes entraban a la cárcel, y se ofreció nuevamente a quienes están bajo custodia. .

El inspector general también recomendó que la instalación mejore su atención médica para quienes padecen enfermedades crónicas. También descubrió que la cárcel no tenía servicios dentales de emergencia disponibles. En respuesta, ICE dijo que estaba trabajando en un plan de acción correctiva y que estaba en proceso de agregar un dentista a sus servicios médicos.

Otros también han expresado su preocupación por el tratamiento médico en la instalación. En marzo, el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes con sede en Chicago presentó una denuncia ante la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles, una agencia del Departamento de Seguridad Nacional, en nombre de tres personas detenidas en la Cárcel del Condado de Pulaski.

A uno de los detenidos, que tiene 61 años y tiene diabetes, le dijeron que tenían que amputarle la pierna, pero él temía el tratamiento médico bajo custodia de inmigración, según la denuncia. Dijo que estaba entre los que habían dado positivo por COVID-19.

Otro hombre dijo que le preocupaba escupir sangre, según la denuncia. Un tercer hombre dijo que quería más atención médica debido a la presencia de sangre en la orina.

Julián Lazalde, analista de compromiso cívico y políticas del centro, dijo que desde que se presentó la denuncia, el hombre de 61 años aceptó ser deportado a Jamaica para poder recibir tratamiento médico.

Dijo que el informe del inspector general da luz a las condiciones de las que los defensores de la inmigración han estado hablando durante la pandemia. El Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes continuará pidiendo a los funcionarios electos a asegurarse de que los cambios se implementen en la Cárcel del Condado de Pulaski, dijo. Le gustaría que el reporte genere cambios a largo plazo que mejoren las condiciones en la cárcel.

Los reportajes de Elvia Malagón sobre justicia social y desigualdad de ingresos es posible gracias a una subvención del Chicago Community Trust.