Un niño de 9 años recibió un disparo en una mejilla mientras jugaba afuera de una casa en Back of the Yards el martes por la noche, a menos de una semana de que una niña de 14 años fuera asesinada a tiros a una milla y media de distancia.
El niño estaba en un patio delantero en la cuadra 5400 al sur de Morgan Street cuando se oyeron los disparos poco antes de las 7 p.m., según la policía.
Una camioneta Lexus negra se había detenido en la calle y alguien adentro abrió fuego, dijo la policía. Luego se bajó una persona y disparó más tiros. No está claro quién era el objetivo.
La camioneta y el que jaló el gatillo se dirigieron hacia el norte por la calle Morgan. La madre llevó al niño al Hospital de Niños Comer, donde la policía dijo que se encontraba en buenas condiciones.
Más de una docena de casquillos cubrieron la escena, dijo el activista comunitario Andrew Holmes.
En lo que va del año, al menos 53 víctimas de bala han sido de 15 años o menos, en comparación con las 43 víctimas del año pasado, un aumento del 21%. Pero los niños en Chicago están muriendo a causa de la violencia con armas de fuego a un nivel tres veces mayor que el año pasado, según un análisis del Sun-Times.
La niña asesinada recientemente fue el miércoles pasado, también en Back of the Yards. Savanah Quintero, de 14 años, fue perseguida y baleada en la cabeza después de que sus atacantes le preguntaran si estaba en una pandilla.
La policía cree que su tiroteo está relacionado con un conflicto entre una pandilla arraigada en el vecindario del lado sur y una pandilla nueva en el área.
No ha habido arrestos por los disparos contra Savanah o el niño de 9 años.