Los estudiantes y el personal de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) seguirán estando obligados a llevar la cara cubierta en las escuelas este otoño, independientemente de su estado de vacunación, anunciaron las autoridades el jueves.
La decisión, largamente esperada, podría dar a los padres preocupados algo de alivio, ya que el distrito pretende volver a la enseñanza en persona a tiempo completo el próximo mes, mientras la gran mayoría de los estudiantes siguen sin vacunarse y los casos de COVID-19 vuelven a aumentar en la ciudad.
“Basados en la información de nuestros expertos en salud pública a nivel local, estatal y federal, así como de la Academia Americana de Pediatría, requeriremos que las máscaras continúen siendo usados en el interior por todos, independientemente del estado de vacunación, excepto mientras se come o se bebe”, escribió el CEO interino de CPS, José Torres, en un correo electrónico a las familias.
“Continuar requiriendo máscaras ayudará a asegurar que aquellos en nuestras comunidades escolares que aún no son elegibles para la vacuna COVID-19, que incluye a la mayoría de nuestros estudiantes, permanezcan tan seguros como sea posible”.
Se permitirá quitarse las máscaras al aire libre y durante las comidas, dijo el distrito.
Los CDC publicaron a principios de este mes nuevas directrices que ya no exigían que los maestros y el personal vacunados llevaran máscaras en el interior, en sintonía con la reapertura más amplia del país. Las autoridades de salud de Illinois adoptaron rápidamente esas recomendaciones, pero siguieron animando a los distritos escolares a tomar sus propias decisiones.
El uso de máscaras para el próximo año escolar ha sido un tema controversial en muchos distritos suburbanos en los que los padres consideran que ya ha pasado el momento de cubrirse la cara de forma universal. Las decisiones se han dividido en los suburbios y en la nación, con muchos distritos diciendo que seguirán exigiendo máscaras mientras que otros abandonan esos protocolos. La Arquidiócesis de Chicago dijo esta semana que sus estudiantes y personal vacunados no necesitarán llevar mascarillas.
CPS dijo que planea reducir sus directrices de distanciamiento social requerido de 6 pies a 3 pies para hacer espacio para los estudiantes adicionales que regresan en el otoño.
El distanciamiento social puede ser casi imposible con casi todos los estudiantes que se espera que regresen para el nuevo año escolar.
Los funcionarios dijeron que algunos estudiantes desayunarán y almorzarán en sus aulas y otros se dirigirán a las cafeterías para maximizar el distanciamiento social cuando las máscaras no estén puestas.
“Nuestro objetivo es mantener a todos los estudiantes sanos y seguros mientras aprenden en persona cinco días a la semana con sus maestros y compañeros para que puedan recibir la educación y los apoyos que necesitan y merecen”, escribió Torres.