La empresa que busca abrir una operación de trituración de metal en el lado sureste enfrenta unas citaciones por violaciones del código de construcción y de salud relacionadas con un edificio que los funcionarios creen que colapsó parcialmente desde hace meses.
Los funcionarios de la Municipalidad dijeron el jueves que descubrieron la semana pasada que un techo se derrumbó parcialmente en un edificio vacante en el campus industrial de Reserve Management Group en 11600 S. Burley Ave. y que la compañía “no mantuvo el edificio vacante en buenas condiciones y en buen estado como lo requiere el código, no supervisó ni mantuvo el edificio vacante en una condición segura y sólida y no notificó a la Municipalidad del colapso parcial del techo de manera oportuna”.
El Departamento de Edificios y el Departamento de Salud Pública de Chicago emitirán citaciones, según un comunicado de la Municipalidad. Se anticipa que el departamento de salud emita una citación por no mantener el amianto (asbestos) dentro de la estructura, aunque la Municipalidad dijo que no hay una amenaza inmediata para la salud o el medio ambiente por el amianto en el aire.
RMG (Reserve Management Group, por sus siglas en inglés) compró General Iron en 2019 con planes de reubicar la operación de trituración de metales de Lincoln Park al lado sureste, donde la compañía ha operado otros negocios durante mucho tiempo. La empresa ya había empezado a preparar el lugar para el traslado.
Después de que la alcaldesa Lori Lightfoot anunciara en mayo que suspendería la solicitud de permiso para la nueva operación de RMG, que ya está construida, la empresa demandó a la Municipalidad y está pidiendo a un juez que obligue a Chicago a dar el visto bueno a la apertura del negocio.
Un portavoz de RMG no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La Municipalidad dijo que un representante de RMG declaró que el techo parcialmente derrumbado se descubrió en abril, pero que no se notificó a la Municipalidad hasta el 21 de julio, cuando una empresa de demolición solicitó un permiso de demolición. El edificio estaba vacío y la Municipalidad no indicó para qué se había utilizado anteriormente, aunque la empresa tiene otros negocios de chatarra en la propiedad.
El permiso de demolición no se emitirá hasta que los funcionarios de salud pública completen una investigación para determinar que no haya problemas ambientales relacionados con el derrumbe del edificio, dijo el Departamento de Edificios de Chicago en un comunicado. El departamento también dijo que se requerirá un plan de mitigación de polvo y de control y seguimiento de la calidad del aire.
La Municipalidad dijo que los profesionales de amianto serán llamados all lugar una vez que se proceda a la demolición para garantizar que el material se maneje adecuadamente.
Los reportajes de Brett Chase sobre el medio ambiente y la salud pública son posibles gracias a una subvención del Chicago Community Trust.