‘Poderoso Victoria’, un homenaje al ingenio mexicano

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Una película hecha con amor y por amor a una de las tantas identidades mexicanas, que realza el trabajo en equipo, la unidad, el trabajar en comunidad y superarse sin tener que emigrar. Ese es el poder de la película “Poderoso Victoria”, cuya trama se desarrolla en 1936, en el pueblo de La Esperanza. La película se estrenó en el Festival de Cine de Guadalajara en 2021 —donde ganó el premio del público— y se presentó como parte de la edición 38 del Festival de Cine Latino de Chicago.

Ubicado en el desierto mexicano, los pobladores se enfrentan a la noticia de que se cerrará una mina, que es la principal fuente de trabajo, y con esto, la cancelación de la ruta de ferrocarril, su única vía de comunicación.

Con esto, Durán (Gerardo Oñate en su primer protagónico) ve cómo su sueño de convertirse en maquinista se esfuma y tendrá, como tantos mexicanos que se han visto en situaciones parecidas, emigrar “al norte”.

Está a punto de hacerlo hasta que, motivado por la unidad de los pobladores, que pese a tener todo en su contra y liderados por la visión de Don Federico (Damián Alcázar) deciden hacer realidad un plan que parece no poder hacerse posible: construir su propio tren y así evitar el cierre de la estación.

En su proyección en el Festival de Cine Latino de Chicago, realizada el 24 de abril, se dieron cita su director Raúl Ramón; la productora Fabiola Veláquez; el protagonista Gerardo Oñate; el actor Luis Fernando Tovar (“El callejón de los Milagros”, “The Mexican”), y el primer actor Edgar Vivar, quien es reconocido principalmente por sus personajes como parte de los programas de “Chespirito” como son el señor Barriga, Ñoño, el Botija, y quien continúa actuando y dando más personajes a su amplia carrera.

Para Raúl Ramón, “Poderoso Victoria” es su primera película como director. Se planteaba hacer algo que se alejara de las narrativas que continúan vigentes del cine mexicano: el cine de narcos, de secuestros, de migrantes o las comedias románticas cuya trama se sitúa solo en la Ciudad de México, principalmente en las Colonias Roma y Condesa.

“Hay otros Méxicos que son posibles”, dijo el director jaliscience, compartiendo que su proyecto fue rechazado en dos ocasiones.

“El problema al que nos hemos enfrentado es que los únicos apoyos que existen están centralizados en la Ciudad de México. Somos de Guadalajara, provincia, que es el origen del cine mismo”.

Prueba de ello está el Cine de la Época de Oro del Cine Mexicano, con filmes como “Allá en el Rancho Grande” —que tuvo dos versiones, la de 1936 protagonizada por Tito Guízar y la de 1949 por Jorge Negrete— o “Ay, Jalisco no te rajes” (1941).

Filmes que fueron parte del género de las “comedias rancheras”, que fue criticado por los intelectuales o grupos de la capital o la Ciudad de México, por presentar tramas que consideraban no reflejaban a México o lo idealizaban, pero que a los de provincia, de estados como Jalisco o Guanajuato, les hablaba en parte, de su identidad y vida campirana.

Ramón considera que su “Poderoso Victoria” busca hacer que el cine sea de nuevo, visto en familia, con historias que emocionen, que conecten, que inspiren y que celebren la identidad mexicana.

Su productora, Fabiola Velázquez, destaca que el filme es además un “homenaje al ingenio mexicano”, el que surge y soluciona y que, pese no tener los recursos, hace que las cosas pasen y sean posibles.

Gerardo Oñate destacó que realmente el elenco —en el que también figuran Joaquín Cosío, Roberto Sosa, Alfonso Echánove, Adal Ramones, Eduardo España y Daniel Martínez— se volvió realmente una familia.

“Se hizo una gran dinámica de viaje entre nosotros, eso nos hizo un grupo muy cerrado y unido. En mi caso hacer mi primera película con ellos me hizo sentir muy apadrinado y acompañado”.

Porque aunque Durán sea el protagonista, en la trama del “Poderoso” todos los personajes aportan algo en esta historia que es aspiracional, que habla de la relevancia del trabajo en colectivo y que, como destacó Luis Felipe Tovar, quien interpreta a “El Tuerto”, el villano de la historia, solo es posible teniendo grandes individualidades.

“Tiene un carácter aspiracional, estoy convencido de que trascenderá en el cine mexicano porque tiene una misión distinta. Rompe con la inercia que se ha manejado en el cine. Es una historia de amor bellísima, de lo que sucede cuando la gente decide trabajar en colectivo”, precisó Tovar.

A Don Edgar Vivar, quien interpreta a quien es el encargado de abogar por que no desmantelen la estación del tren y a quien le toca viajar en burro de La Esperanza a la Ciudad de México en su misión, tiene en muy alta estima al “Poderoso”.

Porque su humor le puede recordar al espectador un poco al que se hacía en los programas de Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” en las décadas de los 70 y 80, criticados por algunos, amados por todos, pero que evocan una parte del humor e identidad mexicana.

“Categóricamente te puedo decir que es una película que pretende ser aspiracional y que de alguna forma, evoca a un México al que todos aspiramos a que sea posible”, sentenció.

“El México del trabajo en conjunto, que busca un bien común, eso en cuanto al fondo. En la manera en que se resuelve y está contada, el humor apela a la sensibilidad del que la está viendo, a la inteligencia. Todo suma, es para que se diviertan y se disfrute”, dijo Vivar.

“Poderoso Victoria”, se filmó en 2019 en locaciones de los estados de Durango, Jalisco y Guanajuato. Debido a la pandemia de COVID, su estreno se retrasó un año.

Luego de su estreno en Guadalajara, continúa con su ruta de festivales, en espera de su estreno en salas de México, en España y en miras de estrenarla en salas de EE.UU.