Adelantándose a otra gran pelea en una comunidad sobrecargada con peligros ambientales, los funcionarios municipales de salud anunciaron el miércoles en Pilsen que realizarán un estudio integral en toda la ciudad para determinar el impacto acumulativo de la contaminación en los habitantes de Chicago.
El estudio es parte de un programa más grande para utilizar $188 millones del Plan de Recuperación de Chicago en esfuerzos de justicia ambiental y preparación climática.
El anuncio se hizo justo antes de una reunión comunitaria en la Iglesia Católica de St. Paul en Pilsen que atrajo a unos 400 residentes que se oponen al negocio de chatarra Sims Metal Management, que está solicitando múltiples permisos gubernamentales necesarios para continuar operando en su ubicación de larga data en 2500 al sur de Paulina St.
Sims es la pelea más reciente por la justicia ambiental en Chicago. En febrero, la Municipalidad rechazó una oferta para abrir una operación similar de trituración de metal y chatarra en el lado sureste.
El estudio de impacto incluirá “un inventario exhaustivo de las fuentes de contaminación”, según un comunicado de la Municipalidad. Los funcionarios también reiteraron una iniciativa para expandir el monitoreo de la contaminación del aire.
En la reunión de Pilsen, la activista Theresa McNamara le pidió a los funcionarios del gobierno un plan “para devolvernos el derecho divino de respirar aire limpio”.
Tanya Lozano, residente de Pilsen y activista, también dio un discurso en el que exigió: “Queremos que cierren Sims”.
Sims no deberían obtener ningún permiso del gobierno hasta que se realice un estudio de salud acumulativo, dijo.
Megan Cunningham, subdirectora general del Departamento de Salud, dijo en una entrevista que a la Municipalidad le gustaría completar la evaluación para fines de 2023.
En la reunión de Pilsen, calificó la brecha de la expectativa de vida entre los residentes blancos y negros y latinos como “injusta, inaceptable” y dijo que se puede prevenir, en parte, al reducir la contaminación del aire.
Al igual que el que fue General Iron, que fue recientemente bloqueado para reubicarse y reabrir en el lado sureste, Sims tritura autos desechados, electrodomésticos desechados y otros artículos grandes de chatarra para revender el material para su reciclaje.
La semana pasada, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) ordenó a Sims a instalar monitores de aire en su operación en 2500 S. Paulina St. para ayudar a detectar la emisión de metales nocivos.
Sims está buscando permisos estatales y municipales para continuar operando y también para construir equipos diseñados para capturar una mayor cantidad de contaminantes.
El mes pasado, media docena de niños entregaron personalmente una carta a la administradora regional de la EPA, Debra Shore, pidiéndole que se hiciera un estudio de salud completo para mostrar el impacto que tiene la contaminación en la comunidad. Sims está ubicado en una zona industrial cerca de viviendas y al menos tres escuelas.
Uno de los niños en esa protesta, Apollonia Jackson, de 8 años, mostró su inhalador para el asma y la medicina en su mochila escolar a la multitud reunida en St. Paul’s.
“Nuestros pulmones están siendo destruidos por los contaminadores”, dijo mientras le preguntaba a Shore si estaba de su lado o del lado de los contaminadores.
Shore le dijo a la multitud en St. Paul’s que la EPA prestará a los residentes monitores portátiles de calidad del aire y prometió responsabilizar a Sims y otras empresas contaminantes. Ella dijo que trabajará con la Municipalidad en el estudio de impacto acumulativo.
La EPA delega una gran cantidad de responsabilidad a los funcionarios ambientales de Illinois. Esos reguladores estatales decidirán el destino de dos permisos para Sims, pero los residentes quieren que se realice el estudio de salud antes de tomar cualquier decisión.
La administración de la alcaldesa Lori Lightfoot citó un estudio de impacto en la salud en el lado sureste cuando se denegó el permiso de General Iron reubicado en febrero.
En un comunicado, Sims dijo: “Hemos sido un socio comunitario de confianza en Pilsen desde la década de 1980 y estamos comprometidos a seguir siendo un buen vecino. Apreciamos y respetamos las preocupaciones de los miembros de nuestra comunidad y estamos trabajando para hacer mejoras teniendo en cuenta estas preocupaciones de la comunidad”.
Los reportajes de Brett Chase sobre el medio ambiente y la salud pública son posibles gracias a una subvención del Chicago Community Trust.
