Mientras el pelo caía, sus autoestimas aumentaban el lunes en Bridgeport.
Fue el comienzo de una campaña de 30 días de cortes de pelo para el regreso a clases ofrecida en la sede de Soy Un Caballero (I Am A Gentleman, en inglés), un programa sin fines de lucro de tutoría y liderazgo para jóvenes de 13 a 21 años de edad que vienen de comunidades con pocos recursos.
“Creo que un corte de pelo puede reflejar quién eres como persona, así que cuidar tu pelo es importante porque es una parte de ti y la gente lo nota”, dijo Jonathan Evans, de 18 años, que se graduó en la Academia de Matemáticas y Ciencias Lindblom y se dirige a la Universidad Bradley en Peoria a finales de este mes para estudiar diseño de videojuegos y las ciencias de computación.
Evans optó por un corte de pelo alto.
Durante las próximas cuatro semanas se realizarán unos 250 cortes de pelo, con citas disponibles en el sitio web de la organización iamagentleman.org.
“La razón por la que hacemos esto es porque queremos que los jóvenes, especialmente los de los barrios urbanos, tengan un buen aspecto, pero también que se sientan bien al volver a las aulas, porque creemos que eso les ayudará a tener un buen año escolar”, dijo Jermaine Lawrence Anderson, que fundó y dirige la organización.
Anderson, de 40 años, comenzó un negocio de diseño gráfico en la escuela primaria y compartía regularmente su historia como orador público antes de formar la organización sin fines de lucro.
“Yo era ese niño que no salía al patio en el recreo. Estaba en la computadora haciendo cosas como diseños de tarjetas de felicitación y tazas de café, y vendiendo esas cosas en la escuela y en el barrio”, dijo Anderson.
Se crió en el barrio de Austin, se graduó de Steinmetz College Prep y Dominican University, y ahora vive en Bronzeville.
“Soy un producto de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) y realmente quería asegurarme de ser un modelo para otros jóvenes, para hacerles saber que pueden lograr algo a pesar de las circunstancias difíciles y únicas”, dijo.
Emry Thomas, de 16 años, que va a comenzar su primer año en la secundaria de University of Chicago, pasó por ahí para un corte de pelo.
“Esta organización es importante para muchos jóvenes negros de la ciudad porque es muy fácil distraerse con las pandillas, pero eso no te va a llevar a ninguna parte, excepto a la muerte o a la cárcel. Esto te ofrece algo que puedes hacer en lugar de salir a la calle o algo así. Es algo positivo”, dijo Thomas, que vive en Bridgeport.
“Es como una familia”, dijo.
