Legisladores que representan al distrito que incluye a La Villita entregaron este miércoles casi 10,000 cubrebocas (tipo quirúrgico, azules) en el estacionamiento de un banco de ese vecindario, con la esperanza de frenar la propagación de COVID-19. Esa zona se ha convertido en un punto de concentración para el coronavirus en Illinois.
El concejal Mike Rodríguez (distrito 22) dijo que las cifras altas en La Villita son un reflejo de la gran cantidad de trabajadores “esenciales” que viven en este vecindario mayoritariamente latino.
“El mayor problema que tenemos es que muchos residentes tienen trabajos considerados ‘esenciales’ en industrias donde la distancia que hay entre los trabajadores producen las tasas más altas de propagación del virus”, dijo.
A partir del miércoles por la tarde, el código postal que incluye a la mayor parte de La Villita reportó 2,210 casos de COVID-19, más que cualquier otro código postal en el estado, según datos publicados por el Departamento de Salud Pública de Illinois.
Rodríguez originalmente planeaba distribuir 5,000 máscaras el miércoles, pero todas habían desaparecido al mediodía. A las 1:30 p.m. se entregaron otras 4,850 máscaras, explicó.
En total se han entregado más de 50,000 máscaras en La Villita desde que comenzó la pandemia, según Rodríguez. Pero los residentes dicen que algunos de sus vecinos no los usan.
“Muchas personas caminan sin máscaras y se ofenden si les pides que se pongan una”, dijo Isidro de La Paz, quien ha vivido en La Villita con su esposa, Magdalena, durante más de 30 años.
“Tenemos que empezar a tomar esta situación más en serio”, dijo Magdalena de La Paz.
El miércoles se unieron a Rodríguez el congresista Jesús “Chuy” García, D-Ill., la comisionada del condado de Cook, Alma Anaya, y Oswaldo Álvarez, director de la Oficina del Censo de Illinois.
Cada uno entregó bolsas de plástico que contenían cinco cubrebocas e información sobre cómo completar el censo. Algunas bolsas también tenían botellas de gel desinfectante para manos con el logotipo del Censo de Illinois.
Álvarez reconoció que La Villita tuvo la peor tasa de respuesta al censo de todos los vecindarios de la ciudad, seguida por Brighton Park, Hermosa y Belmont Cragin, áreas que también tienen altas poblaciones de inmigrantes y han visto grandes aumentos en los casos de coronavirus.
“No es una coincidencia que estos vecindarios donde viven muchos inmigrantes también sean los mismos que tienen miedo de completar el censo; son los mismos que no pueden trabajar desde casa y tienen miedo de ir al médico para verificar si están infectados”, dijo.
Carlos Ballesteros es un reportero del programa “Report for America”, una organización periodística sin fines de lucro que tiene como objetivo reforzar la cobertura del Sun-Times en la zonas sur y oeste de Chicago.