Los personajes de “Tenet”, un thriller alucinante de ciencia ficción de Christopher Nolan donde se juega con el tiempo, a menudo tienen que usar cubrebocas. Y yo estaba usando un cubrebocas mientras veía la película. Y usted usará un cubrebocas si decide verla en cines. Es parte del mundo al revés en el que vivimos. Sin embargo ni siquiera la locura de la ficción que llega hasta el mundo real este 2020, puede igualar la locura alucinante de “Tenet”.
Esta es una experiencia cinematográfica visualmente impresionante que merece ser vista (en el entorno más seguro posible, por supuesto) en la pantalla más grande que pueda encontrar, ya que Nolan ha luchado durante la famosa pandemia contra las múltiples fechas de estreno retrasadas.
También será como intentar resolver un cubo de Rubik mientras escuchas “Stairway to Heaven” (de Led Zeppelin) al revés, en busca de mensajes ocultos.
“Tenet” es ve como una película de James Bond mezclada con elementos de otras películas de Nolan, desde “Memento” hasta “Inception” e “Interstellar”, e incluso con un poco de “Dunkirk”.
Nolan ha estado fascinado durante mucho tiempo con los juegos elaborados con los conceptos de tiempo, recuerdos y perspectivas cambiantes, y lo lleva al siguiente nivel en esta epopeya alrededor del mundo, que presenta algunas de las locaciones más increíbles que tengamos en la memoria reciente, desde Estonia hasta la costa de Amalfi en Italia, desde Mumbai hasta el parque eólico Nysted de Dinamarca, desde Oslo hasta Londres.
John David Washington, quien continúa solidificando su estatus de estrella de cine después de “BlacKkKlansman”, interpreta al protagonista, que en el película se hace llamar “El Protagonista”. Este tipo imperturbable, frío, eficiente, pero básicamente humano es un experto en operaciones especiales / agente secreto / antihéroe estadounidense altamente capacitado y marginado del sistema, que apenas sobrevive a un emocionante ataque terrorista (antes de que inicien los créditos) en la Ópera Nacional de Ucrania, y que recibe una tarea aún más peligrosa: salvar al mundo de una amenaza existencial inminente.
¿Y cuál es exactamente esa amenaza? Las pistas y las revelaciones se distribuyen con moderación y de manera críptica en “Tenet”. La mayoría de las veces, estamos a ciegas con El Protagonista. Lo que SÍ sabemos desde el principio es que hay todo un mundo subterráneo de operativos encubiertos que tienen una especie de código de “Ojos bien cerrados” para reconocerse unos a otros. Si dices: “Vivimos en un mundo crepuscular” y la respuesta es: “Y no hay amigos al anochecer”, sabes que ellos saben que TÚ sabes ... algo.
Como explica un científico interpretado por Clemence Posey en una secuencia fascinante y genial, el tiempo ahora se puede invertir y los eventos del futuro se pueden cambiar. Las balas vuelven a las armas de las que se dispararon. Los autos aceleran en reversa, los humanos caminan hacia atrás, las heridas pueden desaparecer. (Pero de acuerdo con la regla de “Regreso al futuro”, te meterás en un gran problema si interactúas contigo mismo a lo largo de la línea de tiempo). La misión del protagonista, si decide aceptarla, será localizar al ruso maníaco, el oligarca / traficante de armas Andrei Sator (Kenneth Branagh, que le agrega todo su esfuerzo de Shakespeare), que está aprovechando la inversión del tiempo para ensamblar, sí lo adivinaste, un arma que destruirá el mundo. (Andrei tiene sus razones, que tienen ALGO de sentido, al menos desde su perspectiva retorcida).
Esto conduce a muchos diálogos como este:
“¿Qué diablos pasó aquí?”
“No ha sucedido todavía”.
Oh. OKAY. Entendido. Pienso.
Michael Caine tiene una maravillosa aparición en una escena como Sir Michael Crosby, un legendario veterano soldado británico que se encuentra con El Protagonista y le proporciona algunas pistas para su misión. La legendaria estrella hindi Dimple Kapadia se roba silenciosamente cada escena en la que se aparece como Priya, una traficante de armas que suena como la presentadora de un especial de History Channel mientras intenta explicarle la inversión del tiempo al protagonista. Robert Pattinson, que una vez vivió dentro en un tipo diferente de mundo en “Crepúsculo”, pero que durante mucho tiempo se ha establecido como un actor de primer nivel, es fantástico protagonizando a Neil, un agente británico con un fabuloso sentido de la moda, incluso durante las escapadas más atrevidas.
Y luego está la invaluable Elizabeth Debicki, quien fue tan fuerte como la compañera abusada de un traficante de armas en la miniserie “The Night Manager” y es genial una vez más en un papel muy similar aquí como Kat, que está atrapada en un horrible matrimonio con Andrei. Ella hará cualquier cosa para salvar a su hijo y escapar de este monstruo. Debicki es fascinante interpretando a un personaje que se niega a ser una víctima y se convierte en socio en la lucha contra el crimen con El Protagonista y Neil.
Trabajando a partir de su propio guión laberíntico, Nolan (junto con el director de fotografía Hoyte van Hoytema y el equipo de efectos especiales) se divierte mucho con elaboradas escenas en las que los edificios explotan, luego vuelven a estar completos y luego implosionan, mientras los pájaros vuelan hacia atrás y los soldados parecen estar caminando por la luna y los personajes ocasionalmente se vislumbran a sí mismos mientras saltan en el tiempo como una piedra se desliza por un estanque brillante. (Cuando experimentas una inversión de tiempo, tienes que usar una máscara especial porque tu sistema está tan estropeado que el aire “normal” te matará.) “Tenet” es una película llena de guiños a otras películas, de cierto color- elemento codificado que recuerda a “Matrix” y con un evidente guiño a una de las últimas escenas de “Casablanca”. Sin embargo, principalmente se trata de una película de Christopher Nolan construida sobre los cimientos de películas anteriores (y en algunos casos mucho mejores) de Nolan.
“Tenet” busca la grandeza cinematográfica y, aunque no alcanza ese noble objetivo, es el tipo de película que nos recuerda la magia de la experiencia cinematográfica.
Esperamos que la experiencia de verla se convierta en algo común una vez más y esté 100% libre de riesgos en un futuro próximo.
