Los scooters (patinetas) eléctricos se convertirán en una parte semi-permanente del sistema de transporte de Chicago —con tecnología de “detección de aceras” para proteger a los peatones— bajo un plan de dos años aprobado el jueves.
El experimento del scooter eléctrico pasó de ser un programa piloto a permanente después de un breve debate que incluyó algunas de las mismas viejas quejas sobre el desorden que causan los scooters que no están en uso en las aceras.
La ordenanza autoriza al departamento de transporte a emitir hasta tres licencias a las empresas de uso compartido de scooters, y cada empresa tiene la libertad de desplegar 2,000 scooters al día, desde las 5 a.m. hasta la medianoche.
La ciudad recibirá $1 al día por cada scooter, aproximadamente $4.4 millones por 12,500 scooters, junto con el impuesto de arrendamiento del nueve por ciento.
Según la ordenanza, esas empresas utilizarían patinetas “bloqueables”, diseñadas para estar fijadas a algo (un árbol o un poste, por ejemplo) cuando no se están usando, en lugar de simplemente dejarlas en medio de la calle.
Es probable que el contrato de dos años comience en la primavera. El lago estaría fuera de los límites. Pero los scooters eléctricos se permitirían por primera vez en el centro de la ciudad y a lo largo del sendero 606 Trail.
El inventario de scooters podría más que duplicarse, de 6,000 a 12,500, pero solo después de una “demanda demostrada” por parte de los conductores, según Kevin O’Malley, director adjunto del Departamento de Transporte (CDOT, por sus siglas en inglés).
El requisito de que las patinetas estén “aseguradas” a un árbol, poste o portabicicletas se probó durante el segundo piloto y ya ha dado como resultado una “reducción drástica” de patinetas perdidas y desorden en las aceras, según LeAaron Foley, director de gobierno y relaciones comunitarias de Lime Chicago, empresa que participó en ambos pilotos.
Vaughn Roland, de Bird, dijo que su empresa está probando tecnología para crear “corrales virtuales” para patinetas eléctricas.
“Podemos reducir la velocidad de, digamos, 15 millas por hora a 10 millas por hora basado en los mapas que recibimos de CDOT e integramos a nuestra aplicación. [Podemos] asegurarnos de que los ciclistas ya no puedan ingresar a ciertas zonas o que solo deban ir a cierta velocidad mientras estén en esa zona”, dijo Foley.
Roland agregó: “Reducen la velocidad hasta detenerse una vez que ingresan a tal zona que hemos trazado con nuestros equipos. Todos nuestros vehículos están equipados con cerebros que tienen GPS y algunas otras formas de sensores y tecnología que les permite reconocer dónde están, reducir la velocidad y detenerse si, de hecho, se encuentra dentro de una zona”.