Una agente de la Policía de Chicago disparó y mató a su marido, también un oficial, mientras la pareja luchaba por una pistola con la que ella había amenazado suicidarse durante una discusión en su casa del lado noroeste, dijeron los fiscales del Condado de Cook el viernes.
Cuando Jacqueline Villaseñor, de 39 años, sacó una pistola de 9 mm y amenazó con dispararse, su marido, un agente de policía de Chicago, trató de quitarle el arma, dijeron los fiscales a la jueza Susana Ortiz.
Mientras la pareja seguía luchando por el arma, Germán Villaseñor, de 44 años, recibió un disparo en el pecho; la bala le atravesó el corazón y le salió por la espalda antes de alojarse en una pared, dijeron los fiscales.
El hijo de la pareja, de 16 años, oyó el disparo y se dirigió al dormitorio de sus padres en el piso superior, en el bloque 8500 al oeste de la calle Winona. El chico vio a su padre acostado y a su madre tratando de hacerle resucitación cardiopulmonar, dijeron los fiscales.
Jacqueline Villaseñor le dijo a su hijo que buscara la bolsa médica de su coche y llamara al 911, lo cual hizo, según los fiscales.
Un oficial fuera de servicio, que escuchó la llamada de radio del tiroteo, fue el primero en llegar a la escena, dijeron los fiscales. Jacqueline Villaseñor le contó a ese oficial de la discusión, que fue por una infidelidad anterior que tuvo, y la lucha por el arma, dijeron los fiscales.
Ese oficial notó que el aliento de Jacqueline Villaseñor olía a alcohol, dijeron los fiscales. Ella supuestamente no quiso someterse a una prueba de alcohol ordenada por CPD para determinar su nivel de intoxicación.
Debido a que Jacqueline Villaseñor amenazó con suicidarse, los paramédicos también llamaron a una ambulancia para llevarla a un hospital, pero ella no quiso ir, dijeron los fiscales.
Germán Villaseñor fue trasladado al Lutheran General Hospital, donde fue declarado muerto. Tanto Germán como Jacqueline Villaseñor dieron positivo en la prueba de residuos de pólvora en sus manos, pero su hijo no, dijeron los fiscales.
“Su marido trató de salvar su vida al alcanzar esa pistola y fue asesinado como resultado de eso”, dijo el fiscal estatal adjunto James Murphy.
Además de su hijo, Jacqueline Villaseñor tiene una hija adulta, le dijo su abogado Tim Grace a la jueza.
La jueza primero ordenó que Jacqueline Villaseñor fuera retenida con una fianza de $100,000 por homicidio involuntario, pero luego la redujo a $50,000 cuando Grace dijo que sólo tenía suficiente dinero para pagar la fianza por esa cantidad.
Ortíz le dijo a Jacqueline Villaseñor que no podía consumir ningún tipo de intoxicante mientras estuviera bajo fianza y que tenía que entregar a la policía cualquier licencia de armas de fuego y munición que aún tuviera en su poder.
“Sí, jueza”, respondió Jacqueline Villaseñor en voz baja.
Todas las armas de fuego fueron retiradas de la casa por la Policía de Chicago después del tiroteo, dijo Grace.
Si Jacqueline Villaseñor es declarada culpable, podría ser condenada a libertad condicional o a entre 3 y 14 años de prisión.
Se espera que vuelva al tribunal el 23 de noviembre.