Un residente del vecindario de Ravenswood, Alex Cheser, notó que su Toyota Prius hacía mucho más ruido después de que sus familiares se quedaron con él un fin de semana.
Los dejó estacionar en su garaje. Él se estacionó en la calle. Después de que se fueron, cuando regresaba al garaje, escuchó el problema.
“Mi Prius pasó de ser muy silencioso a sonar como una motocicleta”, dijo Cheser.
Eso se debe a que los ladrones le habían cortado el sistema de escape para remover el convertidor catalítico, que forma parte del sistema de control de emisiones.
Al día siguiente, Cheser presentó un reporte policial. No está solo.
Los robos de los catalíticos están aumentando, y los ladrones los buscan porque contienen pequeñas cantidades de los metales preciosos rodio, paladio y platino. La Oficina Nacional de Delitos de Seguros dice que estos metales se venden a miles de dólares la onza; un ladrón podría obtener de $50 a $250 por un catalítico en un centro de reciclaje.
También es relativamente fácil deslizarse abajo de un automóvil y cortar un catalítico, como descubrió Cheser.
Pero el Distrito 14 del Departamento de Policía de Chicago, que sirve al área de Logan Square y Wicker Park, ha encontrado una forma de disuadir a esos ladrones.
Las personas que residen en el distrito, que cubre aproximadamente Division Street al sur, Belmont Avenue al norte, el río Chicago al este y Central Park Avenue al oeste, pueden participar.
El 11 de septiembre, los residentes del distrito pueden ir a la Escuela Primaria Moos, 1711 N. California Ave., a partir de las 10 a.m., donde los oficiales pintarán con aerosol los catalíticos con pintura color rosa neón y también los marcarán con las letras “Policía de Chicago 014”.
La idea es disuadir el robo haciendo que los convertidores sean más difíciles de revender.
Un portavoz de CPD dijo que la oficina de Policía Comunitaria del Distrito 14 se reunió con los residentes para discutir el problema, y que la idea de pintar y marcar los convertidores provino de un residente que vio que otros departamentos de policía estaban haciendo algo similar. La Oficina Nacional de Delitos de Seguros (NICB, por sus siglas en inglés) encontró 52,206 incidentes reportados de robo de convertidores catalíticos en 2021, un 1215% más que en 2019 y un 203% más que en 2020.
Un portavoz de la oficina de seguros dijo que muchos conductores no se molestan en denunciar los robos de convertidores catalíticos, ya que no pueden pagar el costo de reemplazo de $1,500 a $5,000 y no tienen una cobertura integral que pague la pérdida.
Para disuadir a los ladrones, la NICB aconseja a los propietarios de vehículos que instalen un dispositivo antirrobo, esencialmente una jaula montada alrededor del convertidor, y se estacionen en áreas bien iluminadas cuando sea posible.
Cheser está considerando una de esas jaulas, pero un trabajador del taller mecánico que reemplazó su convertidor no pensó que detendrá a los ladrones, solo les tomará más tiempo.
Después de su experiencia, Cheser dice que espera ver legislación estatal o federal para regular o prohibir la reventa de convertidores catalíticos.
“Parece que solo está aumentando”, dijo Cheser. “Puede afectar a las personas en un momento realmente terrible en el que necesitan un transporte confiable y luego tienen que tomar el transporte público, que a veces no es confiable”.
