Un niño de 9 años y su madre de 27 fueron baleados y heridos el miércoles por la tarde en el oeste de la ciudad.
Los dos estaban en una banqueta, alrededor de la 1:15 p.m., a la altura de la cuadra 300 al norte de Central Avenue, en el vecindario de Austin, cuando dos hombres armados salieron de un vehículo y abrieron fuego, según reportó la Policía de Chicago.
El niño y su madre, ambos con disparos en la espalda, fueron trasladados al Hospital Stroger en estado crítico, confirmó el Superintendente de la Policía, David Brown, a los periodistas en el lugar. Los tiradores apuntaban a un grupo de hombres que estaban en una esquina, dijo Brown; la madre y el niño no eran los objetivos, agregó, calificando el acto como “cobarde”.
Después del tiroteo, los hombres volvieron al auto de color oscuro y se dirigieron hacia el norte por Central Avenue. No hay más detalles disponibles sobre ese automóvil, dijo Brown. Se están revisando los videos de las cámaras de vigilancia cercanas, dijo.
El incidente es el último de una serie de tiroteos que han matado o herido a niños pequeños.
Desde el 22 de junio, cinco niños de 10 años o menos han muerto por violencia con armas de fuego en Chicago, según los registros del Sun-Times.
El lunes pasado, otro niño de 9 años fue rozado por una bala mientras viajaba en un vehículo en Chatham. Un niño de 8 años estuvo entre las cuatro personas baleadas el 5 de agosto en Lawndale.
En 2017 un tiroteo en esa misma calle de Austin dejó un hombre muerto y otras cinco personas heridas. El concejal Chris Taliaferro (distrito 29), un ex sargento de la Policía de Chicago, le dijo al Sun-Times que el tiroteo ocurrió justo afuera de una tienda conocida por albergar actividades ilegales.