Los estudiantes de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) comenzarán el nuevo año escolar desde casa el próximo mes, ya que los funcionarios planean anunciar el miércoles que rechazan el plan de hacer asistir a los niños a clases dos días por semana, confirmaron fuentes al Chicago Sun-Times.
La decisión de mantener a los niños en casa significa un cambio abrupto por parte de los funcionarios de la Municipalidad que enfrentaron una fuerte presión de los maestros y los padres para que las clases fueran completamente remotas a causa de las preocupaciones sobre la salud durante una pandemia. Hace apenas cuatro días el distrito había pedido a las familias que decidieran si sus hijos participarían en el plan con asistencia en persona.
El cambio de opinión, liderado por la oficina de la alcaldesa Lori Lightfoot, también se produjo pocas horas después de que la Comisionada de Salud de la ciudad dijera que estaba a favor de colocar a los niños en las escuelas con los protocolos de salud adecuados y que no creía que el riesgo de propagación fuera significativo.
Aunque no está claro cuándo, si es que los alumnos y los maestros regresarán a las escuelas este año, es probable que las clases en persona no se reanuden “al menos durante el primer trimestre”, que finaliza el 5 de noviembre, dijo una fuente.
Con meses de aprendizaje remoto por delante, a CPS solo le quedan unas pocas semanas para desarrollar y revelar un plan más completo que el que el distrito se vio obligado a usar en primavera, cuando el coronavirus hizo obligatorio el cierre sorpresivo de las escuelas.
Lightfoot y CPS habían reiterado muchas veces que decidirían sobre la educación en persona más cerca del comienzo del año escolar, el 8 de septiembre. Desde que se anunció el plan híbrido el mes pasado, CPS tuvo cinco reuniones comunitarias en línea y realizó una encuesta para permitir que las partes interesadas pudieran influir en la toma de decisiones y han estado en el proceso de evaluar esas opiniones.
A finales de la semana pasada los padres recibieron un correo electrónico que les pedía que informaran al distrito su elección para este próximo viernes. La noticia de la nueva decisión de la Municipalidad, el martes, se adelantó a esos esfuerzos antes de que terminaran.
Pasar a un escenario de educación totalmente remota ayuda al Ayuntamiento a evitar una batalla pública prolongada, o incluso a enfrentar otro paro laboral del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés), que el pasado otoño estuvo en huelga durante 11 días. Esta semana, los líderes de la CTU intensificaron significativamente sus ataques públicos contra la alcaldesa al exigirle que mantuviera a los maestros y a los estudiantes en casa.
Más temprano el martes las fuentes le dijeron al Sun-Times que CTU planeaba convocar a una reunión de emergencia de sus delegados electos a principios de la próxima semana para discutir si iban a la huelga, algo que podría haber forzado a CPS a rechazar su plan híbrido.
Después de que se anuncio el cambio de planes de CPS, el presidente del sindicato, Jesse Sharkey, proclamó el anuncio como “una victoria para maestros, estudiantes y padres”.
“Es triste que tengamos que atacar o amenazar con atacar para ser escuchados, pero cuando peleamos, ganamos”, escribió en Twitter.
Aunque la campaña de presión del sindicato jugó un papel en el cambio aparentemente apresurado de los planes, dijeron las fuentes, la decisión real sobre el aprendizaje remoto se basó más en que las cifras de contagio venían aumentando y también en las opiniones de los padres.
Lightfoot, su equipo y CPS “seguirán a la ciencia” para determinar cuánto tiempo el distrito, el tercero más grande de la nación con 355,000 estudiantes, permanecerá brindando educación remota a tiempo completo, dijeron las fuentes.
“Los datos no se ven muy bien”, dijo una fuente cercana a la decisión. “No estamos tan mal como en otros lugares, pero la tasa de casos diarios es de hasta 273 y está aumentando. Hubo muchos comentarios negativos y padres que decían que no iban a enviar a sus hijos a la escuela. Si los padres no van a enviar a sus hijos, no puedes implementarlo”.
Esos factores jugaron un papel mucho más importante que la presión contra el aprendizaje en persona ejercida por CTU, dijo una fuente.
Durante una conferencia de prensa el martes sobre el estado del coronavirus en Chicago, se le preguntó a la Comisionada de Salud, la Dra. Allison Arwady, si era seguro para los padres enviar a sus hijos a la escuela.
Arwady dijo que eso dependería de si el brote a nivel local “está bajo control” y si las escuelas tienen salvaguardas para controlar la propagación.
“Nuestros números están subiendo, así que tengo algunas consideraciones sobre eso”, dijo. “No puedo decir que el riesgo es cero, por supuesto. Y nuevamente les digo: cuanto más aumentan nuestros números en Chicago, más preocupación tengo porque, a medida que aumentan los casos, aumentará también el riesgo de que más personas tengan COVID (especialmente el COVID asintomático)”.
Sin embargo, ella agregó rápidamente: “Personalmente estoy a favor de tener a los niños en las escuelas. Cuando el niño está en la escuela, usando una máscara y manteniendo el distanciamiento social con los procedimientos adecuados, honestamente no creo que el riesgo de propagación sea significativo. No estaríamos promocionando esto si no pensara que así es”.
