Una escultura de 9 pies de alto con forma de nopal con pies de bronce fue inaugurada en La Villita el viernes.
La pieza, titulada “Caminantes”, es del artista basado en Chicago, Salvador Jiménez-Flores, y fue presentada en la Plaza Manuel Pérez Jr. en la cuadra 4300 al oeste de la calle 26th.
Flores, mexicano que ahora enseña cerámica en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago, hizo la escultura de barro y metal fundido para honrar a la comunidad inmigrante de Chicago.
“Es una celebración de la valentía de los inmigrantes que llegaron a Chicago y decidieron hacer raíces”, dijo Flores, de 37 años.
Flores hizo la pieza con fondos del Chicago Sculpture Exhibit como ganador de su premio Richard Hunt, que les otorga $10,000 a artistas de Chicago para crear instalaciones de arte público a gran escala en toda la ciudad.
Flores es el segundo ganador del premio.
La escultura de Flores es una de las 42 piezas que el Chicago Sculpture Exhibit instalará en mayo. Fueron elegidas entre 105 propuestas y estarán exhibidas durante un año.
La escultura de Flores se dio a conocer en una pequeña ceremonia a la que asistieron el fundador del premio, Vi Daley, el concejal Mike Rodríguez (22º), y Jennifer Aguilar, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de La Villita, la cual ayudó a llevar la escultura a la plaza, además de otros artistas y peatones.
La escultura tiene un significado personal para Flores, cuyo padre estaba en el programa de braceros, pero el artista espera que también inspire a los recién llegados.
“Subestimamos cuán valientes son las personas que dejan atrás todo lo que conocen por un sueño incierto”, dijo Flores.
La Villita ha sido durante mucho tiempo un puerto de entrada para inmigrantes, y Rodríguez le dio la bienvenida a la escultura de Flores.
“Una comunidad buena y fuerte también tiene que ver con el arte. Se trata de la inspiración. Se trata de jóvenes que se ven a sí mismos reflejados en el arte”, dijo, y agregó que vio la fuerza de la comunidad en los pies gastados de la escultura y la belleza de los cactus.
La inauguración se produjo en medio de una crisis migratoria después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, empezara a enviar inmigrantes a la ciudad desde la frontera.
“Si van cuatro cuadras en esa dirección, tenemos 200 inmigrantes en el Parque Piotrowski que buscan refugio”, dijo Rodríguez, señalando hacia el sur, donde la Municipalidad ha convertido la casa de campo del parque en un refugio temporal para los recién llegados. “Y ahora tienes una pieza [de arte] aquí que habla de su viaje”.
Los inmigrantes que se refugian temporalmente en los vecindarios de Chicago se han enfrentado al rechazo en algunas partes de la ciudad, y algunos residentes han demandado a la Municipalidad para detener los albergues, pero Rodríguez dijo que su barrio mayoritariamente inmigrante y que habla español les ha dado la bienvenida.
“Espero que se queden y se conviertan en un tejido de nuestra comunidad, como lo hicieron los inmigrantes mexicanos hace décadas, y como los inmigrantes polacos y de Europa del Este lo hicieron una generación antes que ellos”, dijo el concejal.
Ninguno de los recién llegados estuvo presente el viernes, pero Wetcho Coco, originario de México y paletero de mucho tiempo, se encontró en la inauguración.
Coco, de 70 años, emigró hace “muchos, muchos años”, dijo. Sobre la escultura, dijo que “vendrá mucha gente a tomarse fotos, y recordarán nuestra cultura, las cosas de México”.