Estas son las buenas noticias en cuanto al aire de Chicago: ya no es el peor entre las grandes ciudades del mundo.
Hemos caído al tercer lugar, detrás de Dubai y Detroit, a partir del miércoles.
La mala noticia: la calidad del aire aquí todavía se calificaba como “poco saludable” a las 7 a.m. el miércoles, según el Índice de calidad del aire de EE.UU.
Eso significa que los residentes, en particular los jóvenes, los ancianos y las personas médicamente frágiles, deben tomar precauciones. Las personas deben evitar correr al aire libre y limitar otras formas de ejercicio afuera que podrían acelerar su ritmo cardíaco.
Aquellos con enfermedades respiratorias significativas como asma, enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés) deben evitar estar afuera.
Incluso las personas sin problemas respiratorios pueden sentir algunas molestias o irritación por el humo, pero probablemente pueden salir a hacer las tareas cotidianas, dicen los expertos locales en salud.
El martes, las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) trasladaron sus programas de verano al interior “para reducir el riesgo para los estudiantes y el personal”.
El Servicio Meteorológico Nacional culpó los vientos que arrastraron humo desde Canadá a través de Wisconsin, Michigan y partes de Illinois y el norte de Indiana. Se espera que la calidad del aire mejore a medida que avanza la semana.