Tiffany Brooks-Lawrence y su esposo, Michael Lawrence, van juntos como una rebanada de queso en una hamburguesa. O más bien, un “slider.”
Esa es la comida que compartieron en su primera cita cuando eran adolescentes en un restaurante White Castle en el lado oeste hace casi 25 años. Su conexión amorosa fue inmediata. El matrimonio y los hijos siguieron algunos años más tarde.
Pero debido a que se casaron jóvenes, Brooks-Lawrence dijo que no estaban en condiciones financieras para tener la boda de sus sueños. La pareja planea renovar sus votos para su vigésimo aniversario de bodas en abril y finalmente tener ese gran evento con amigos y familiares.
La pareja y decenas de sus amigos celebrarán en un crucero de Royal Caribbean. Planean renovar sus votos cuando el barco se pare en Haití.
Pero primero, para conmemorar dónde comenzó todo, tomaron un “crucero” de regreso a White Castle.
La fiesta nupcial de Brooks-Lawrence, junto con sus cuatro hijas, le organizó una despedida de soltera a Brooks-Lawrence en la cadena el sábado donde todo comenzó, transformando un White Castle en Berwyn en un salón de banquetes de manteles blancos.
“Fue un verdadero testimonio de nuestro amor y nuestro compromiso mutuo”, dijo Brooks-Lawrence, de 43 años.
Globos rojos, blancos, azules y dorados decoraban las paredes del restaurante en 7155 W. Ogden Ave. Fresas cubiertas de dulce color dorado y otras delicias estaban cuidadosamente colocadas sobre una mesa cubierta con un elegante mantel rojo, a juego con el vestido de Brooks-Lawrence, en honor del día de San Valentín.
Y sillas azul marino rodeaban las mesas con manteles blancos, con el tema náutico de la fiesta: “Anclados en el amor”.
Aunque es posible que el espacio no pareciera un White Castle, el menú del restaurante no cambió porque es el favorito de Brooks-Lawrence. A ella le encantan los “sliders.”
“White Castle tiene un sabor característico. Sus hamburguesas no son iguales a las de los demás, como las porciones pequeñas y todo”, dijo. “Describe en gran medida mi personalidad como ser única, sin tratar de ser o hacer cosas como los demás”.
Brooks-Lawrence dijo que le encantaba el restaurante desde que era niña. Lawrence, de 44 años, planeó su primera cita en White Castle en 3901 W. Madison St. porque ella había mencionado cuánto amaba la comida.
“Prefiero ir a un White Castle que a un restaurante de cinco estrellas”, dijo.
Si lo dudan, miren dónde planean pasar el Día de San Valentín. Como lo hacen cada año, la pareja celebrará en White Castle, que convierte los lugares participantes en establecimientos de alta cocina el 14 de febrero, con servicio en la mesa y asientos especiales.
Ambos se criaron en el área de West Garfield Park. Aunque no se conocieron “oficialmente” hasta que estaban en la escuela secundaria, los dos estaban conectados mucho antes, simplemente no lo sabían.
Después de estar juntos durante años, se dieron cuenta de que iban a la misma primaria e incluso estuvieron en la misma clase de segundo grado por un tiempo antes de que Lawrence se transfiriera a otra escuela.
“Me pregunto, ¿cómo es que no lo conocía?” dijo Brooks-Lawrence.
Se miraron a los ojos por primera vez durante el ensayo del coro en una iglesia el 1 de junio de 1998, cuando ella tenía 17 años y Lawrence 18.
“Hicimos contacto visual y luego, después del ensayo, me acerqué a él y le dije: ‘Oye, ¿cómo estás?’”, dijo Brooks-Lawrence. Los dos intercambiaron números de teléfono y esa noche tuvieron una conversación que cambió sus vidas.
“Literalmente nos quedamos hablando por teléfono hasta la mañana siguiente”, dijo Brooks-Lawrence. “Supe en ese mismo momento, con solo hablar con él, que había algo diferente en él, y él supo que había algo diferente en mí".
Dieron la bienvenida a su primer bebé en 2001 y ahora tienen un total de siete (cuatro niñas y tres niños) de edades entre 3 y 22 años.
Los Lawrence viven en el suburbio oeste de Maywood. Brooks-Lawrence es asistente administrativa en el Distrito 209 de Proviso y Lawrence trabaja como gerente de instalaciones en Chicago Collegiate Charter School en Roseland. Brooks-Lawrence también es presidente de Legacy Land, una organización sin fines de lucro para personas con autismo y otros estudiantes diversos. A su hijo menor le diagnosticaron autismo, dijo.
Brooks-Lawrence atribuye su largo matrimonio a la fe de ella y de su esposo, así como a su profundo compromiso mutuo.
“Incluso cuando las cosas se ponen difíciles, no puedes renunciar a tus votos. Dijimos para bien o para mal, y tomamos nuestros votos en serio”, dijo Brooks-Lawrence. “Todavía nos amamos, así que confía en el proceso y en el amor porque el amor lo conquista todo”.
