Docenas de empleados de la clínica Alivio reciben recortes de horario y salario

Últimamente, muchos migrantes que llegan a Chicago dependen de la clínica de Alivio en Pilsen.

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Como muchos centros de salud comunitarios, el Centro Médico Alivio trata a una gran cantidad de pacientes de bajos ingresos y sin seguro médico.

Como muchos centros de salud comunitarios, el Centro Médico Alivio trata a una gran cantidad de pacientes de bajos ingresos y sin seguro médico.

Anthony Vazquez/Sun-Times

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Docenas de empleados están recibiendo un recorte salarial del 20% en el Centro Médico Alivio, un proveedor clave de atención médica para migrantes y solicitantes de asilo en el lado suroeste.

Aquellos a quienes se les redujeron sus horarios de 40 a 32 por semana incluyen desde ejecutivos hasta asistentes médicos, enfermeras y personal de recepción, dijo la portavoz Terri Rivera en una entrevista reciente, quien desde entonces ha dejado Alivio.

Los médicos se salvaron del recorte para que puedan atender a más pacientes y generar más ingresos, dijo Rivera, aunque con menos ayuda. Dijo que ahora un asistente médico podría dividir su tiempo ayudando a dos médicos en lugar de uno.

“No se han modificado servicios ni se han modificado horarios”, enfatizó Rivera.

Agregó que nadie ha sido despedido, pero también confirmó que algunos empleados renunciaron debido a los recortes. No dijo cuántas personas en total han ido, pero dijo que Alivio todavía tiene alrededor de 250 empleados en siete clínicas.

SEIU Healthcare representa a unos 40 empleados de Alivio han sido afectados, dijo Anne Igoe, vicepresidenta de sistemas de salud y hospitales del sindicato. Incluyen asistentes médicos y personas que trabajan en la recepción o contestan teléfonos en el centro de llamadas.

“Esto es increíblemente traumático [para los empleados]”, dijo Igoe.

Algunos empleados trabajan la misma cantidad de días con menos horas, lo que dificulta conseguir un segundo trabajo o trabajar horas en otro lugar, dijo Igoe. Muchos de ellos ganan salarios bajos y viven en hogares con un solo ingreso, dijo.

“Dependen de sus cheques”, dijo Igoe. “Nuestro personal se verá obligado a atender a aún más pacientes”.

Como muchos centros de salud comunitarios, Alivio trata a una gran cantidad de pacientes de bajos ingresos y sin seguro médico. En su sitio web, Alivio recuerda por qué se fundó el centro de salud en 1989: para llenar un vacío brindando atención médica a una población desatendida de inmigrantes en los barrios de Pilsen, La Villita y Las Empacadoras.

Históricamente, estos pacientes han tenido poco acceso a atención médica debido a las barreras lingüísticas y culturales y al temor de buscar atención médica debido a su estatus migratorio, explicó Alivio.

Últimamente, muchos migrantes que llegan a Chicago dependen de la clínica de Alivio en Pilsen. Esta área alberga el refugio más grande de la ciudad, donde se alojan unas 2,500 personas. El 19 de enero, aproximadamente la mitad de ellos eran niños, según datos compartidos por la ciudad. En ese albergue es donde Jean Carlos “Jeremías” Martínez Rivero, de cinco años, se enfermó y falleció.

A raíz de su muerte, los médicos de la clínica de Alivio en Pilsen dijeron al Sun-Times que los migrantes habían estado acudiendo a ellos en busca de atención médica desde que se acampaban en las comisarías de policía el año pasado y cuando los voluntarios administraban un refugio separado en Pilsen.

Los proveedores de Alivio dijeron que el número de pacientes migrantes aumentó en octubre, después de que la Municipalidad abrió el refugio.

La clínica Alivio es una de las pocas adonde Jaime Groth Searle, una madre de Archer Heights que ha trabajado como voluntaria con migrantes afuera del refugio de Pilsen administrado por la Municipalidad, recomienda a las personas que vayan.

La fundadora del Southwest Collective, un grupo comunitario de madres locales, calificó la clínica como un “regalo del cielo”.

“En nuestros vecindarios en particular, atienden a muchas personas que de otro modo no podrían permitirse el lujo de ser vistas”, dijo Groth Searle. “No sólo las personas que buscan asilo, sino también las personas indocumentadas”.

Cuando se le preguntó qué significaría para los migrantes en el refugio tener menos acceso a los proveedores de la clínica Alivio, dijo: “No quiero ni pensar en eso”.

Rivera dijo que una serie de factores impulsaron los recortes, incluyendo el encarecimiento de los suministros, el dinero de COVID-19 que se está agotando y el tratamiento de menos pacientes.

La directora ejecutiva de Alivio, Esther Corpuz, no estuvo disponible para una entrevista, ni tampoco nadie que pudiera discutir las finanzas del centro de salud.

Pero Igoe dijo que la información que Alivio compartió con el sindicato muestra que las visitas de pacientes han aumentado al menos desde el verano, y hasta noviembre superaron las 6,000 visitas ese mes.

Y en comparación con otros centros de salud comunitarios, Alivio recibe un reembolso mucho menor por la atención de salud conductual que brinda a pacientes de bajos ingresos o discapacitados que tienen seguro médico de Medicaid, según muestran los datos. Este año, Alivio recibe alrededor de $54 por visita, la tasa de reembolso más baja entre los centros de salud comunitarios del estado. A otras clínicas se les reembolsa entre $72 y $83 por visita.

Para la atención médica, el reembolso de Alivio es mucho mayor, alrededor de $188 por visita.

Ollie Idowu, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Atención Primaria de Salud de Illinois, quien cabildea en nombre de 54 centros de salud comunitarios en el estado, dijo que estas clínicas tienen dificultades financieras en todo Illinois. No es solo que el dinero de COVID-19, el cual pagó las vacunas y las pruebas, se esté agotando, sino que también la inestabilidad de los fondos federales dificulta que las clínicas planifiquen para el futuro, dijo Idowu.

“Me mantiene sin dormir por la noche”, dijo sobre la posibilidad de más recortes o despidos que se están produciendo en clínicas como Alivio en todo el estado.

Traducido por La Voz Chicago, la sección en español del Sun-Times.

Kristen Schorsch cubre salud y el gobierno del Condado de Cook para WBEZ.

Michael Loria es reportero del Chicago Sun-Times a través de Report for America, un programa de periodismo sin fines de lucro que tiene como objetivo reforzar la cobertura del periódico de las comunidades de los lados sur y oeste.

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