Activistas se manifiestan en contra de trituradora de metal en Pilsen

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En un día de conmemoración nacional del líder de los derechos civiles, el Dr. Martin Luther King Jr., varios grupos ambientalistas del lado suroeste realizaron una manifestación en Pilsen para denunciar el racismo ambiental por una empresa trituradora de metal que espera la aprobación de un nuevo permiso municipal de operación.

Decenas de personas, incluyendo el concejal Byron Sigcho-López, se reunieron cerca del sitio de Sims Metal Management, donde exigieron una audiencia pública con los funcionarios de la ciudad como parte del proceso de revisión del permiso. El grupo también pidió que se realicen pruebas para comprender mejor el impacto ambiental de esa instalación.

En un punto, los manifestantes impidieron que por lo menos media docena de camiones salieran y entraran a Sims, en 2500 S. Paulina St.

“Seguimos viendo los efectos acumulativos de las injusticias ambientales en nuestras comunidades... en toda la ciudad de Chicago”, dijo Sigcho-López a la multitud mientras sostenía un cartel que decía en inglés: “La gente es primero que las ganancias”.

“Las comunidades ricas no tienen que lidiar con esto, las comunidades blancas no tienen que lidiar con esto. Pero nuestras comunidades, nuestras comunidades negras y latinas, en medio de la pandemia, continúan sufriendo”, dijo el concejal.

Sims solicitó un nuevo permiso de operación de la administración de la alcaldesa Lori Lightfoot y está esperando dos aprobaciones adicionales de la Agencia de Protección Ambiental de Illinois (IEPA, por sus siglas en inglés).

La presidenta de Southwest Environmental Alliance, Theresa McNamara, acusó a Lightfoot y a la comisionada del Departamento de Salud Pública de Chicago, la Dra. Allison Arwady, de “solo pensar en su bolsillo” y no en los mejores intereses de la comunidad.

“El impacto acumulativo de... estas empresas [en nuestras comunidades] no se toma en cuenta”, dijo McNamara, quien agregó que los funcionarios de la ciudad están “cegados” por el dinero. “Solo están mirando el dinero, no están mirando cómo afecta a nuestros bebés, cómo afecta a las mujeres embarazadas; están recorriendo las comunidades y no saben que puede haber un derrame”.

A McNamara le preocupa que algunas de las empresas no se controlen y que la cantidad de contaminación no se regule adecuadamente.

Sims tiene un historial de infringir las leyes de contaminación. Pagó $225,000 para resolver un caso ambiental federal en 2018 y, más recientemente, ha sido acusado en una demanda estatal de controlar inadecuadamente la contaminación del aire, liberando potencialmente más de 25 toneladas de sustancias químicas, conocidas como compuestos orgánicos volátiles, en un solo año.

Sims no admitió haber cometido ningún delito en el caso federal como parte del acuerdo y niega la mayoría de las acusaciones en la demanda estatal.

Una portavoz de la compañía no respondió de inmediato la solicitud de comentarios del Sun-Times.

McNamara espera que manifestaciones como el del lunes generen conciencia entre los residentes locales.

“Estamos tratando de hacer que la gente de nuestra comunidad dé un paso al frente y venga con nosotros y se una a nosotros para hablar con la alcaldesa y decir: ‘Tienes que hacer algo. Tienes que dejar de ignorarnos’”, dijo McNamara. “No lo va a poder hacer una sola persona, pero si tenemos más gente en cada uno de nuestros mítines, mejor. Simplemente crece”.

McNamara dijo que los grupos ambientalistas planean realizar más protestas y asistir a la reunión del Concejo Municipal del 26 de enero.

“Hay bastantes organizaciones que están protestando que se están acercando a la mesa y diciendo: ‘Sí, tenemos que hacer algo al respecto’”, dijo McNamara. “[La contaminación] es algo que no puedes ver, pero definitivamente lo sientes. Terminas llevando a tu hijo o hija al hospital por asma”.

Contribuyendo: Ashlee Rezin y Brett Chase