Unos 200 trabajadores de Loretto Hospital se declararon en huelga el lunes por la mañana.
Los trabajadores se salieron del trabajo a las 7 a.m., y después de una conferencia de prensa, formaron un piquete para exigir aumentos, más personal y mejores condiciones de trabajo en un nuevo contrato con la administración del hospital.
Los trabajadores en huelga en el hospital del lado oeste incluyen asistentes de enfermería certificados, técnicos médicos y personal de limpieza.
Llevaban camisas moradas y coreaban “Fight for staffing!” (“¡Lucha por personal!”) mientras levantaban carteles con una variedad de mensajes, incluyendo “Shame on you Loretto” (“Qué vergüenza Loretto”) y “Workers Deserve Respect” (“Los trabajadores merecen respeto”).
“Estamos aquí para responder a una crisis provocada por Loretto”, dijo el presidente de SEIU Healthcare Illinois (Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, o SEIU, por sus siglas en inglés), Greg Kelley, el lunes por la mañana afuera del hospital. “Los trabajadores a menudo trabajan siete días a la semana, haciendo el trabajo de varias personas.”
Las negociaciones para un nuevo contrato han estado en curso desde mayo.
Las últimas conversaciones comenzaron al mediodía el lunes, cuando el sindicato presentó su última oferta —que incluía sueldos iniciales de $17 por hora—a la administración del hospital. Pero en una conferencia de prensa afuera del hospital el lunes por la tarde, la jefa negociadora de la SEIU, Anne Igoe, dijo que la propuesta fue rechazada.
Igoe agregó que el hospital no les presentó una contraoferta a los miembros del sindicato. Los trabajadores continuarán su huelga y esperarán a que los gerentes del hospital regrese a la mesa de negociaciones, dijo.
Loretto enfrenta una crisis de personal, con tasas de vacantes que van desde el 25% al 35% en varios puestos y una rotación anual del personal del 60%, dijo el sindicato en un comunicado.
“El hospital está atrasado comparado a otras instalaciones en cuanto a sueldos, a pesar de que se le han asignado $10 millones en fondos del estado de Illinois específicamente para abordar la contratación y retención de trabajadores”, dijo el comunicado.
Erica Bland-Durosinmi, vicepresidenta ejecutiva de SEIU Healthcare Illinois, dijo que el hospital debe recompensar a sus trabajadores por mantenerse leales a la comunidad a la que sirven.
“Los trabajadores están aquí porque se preocupan por los pacientes y están invertidos en la comunidad”, dijo Bland-Durosinmi. “Y estaremos aquí en esta línea de ataque el tiempo que sea necesario para que Loretto componga sus prioridades. Ese dinero es para el personal, y ahí es donde debería estar.”
Wellington Thomas, técnico de sala de emergencias, dijo que los problemas de personal han llevado a condiciones de trabajo peligrosas para los empleados, que a menudo son dejados a su suerte.
“Vengo a la sala de emergencias, nos trabajan demasiado. Recientemente tuvimos un técnico de urgencias, una enfermera y un oficial de seguridad pública que recibieron una friega”, dijo Thomas. “Después de que seguimos exponiendo estos incidentes, la administración no ha hecho nada al respecto. Estamos sentados aquí y tratando de empujarlos, y diciéndoles que necesitamos asegurarnos de que tengamos personal y que nos protejan. Porque ¿Quién nos protegerá cuando los gerentes no lo hagan?”
Yolanda McPhearson, principal trabajadora de crisis en Loretto, dijo que el hospital ya ha gastado un millón de dólares en personal temporal. Dijo que el dinero podría haberse ido al personal de tiempo completo y evitar la huelga.
“No tiene sentido para los pacientes, no tiene sentido para esta comunidad”, dijo McPhearson. “Es hora de que Loretto revise sus cálculos y sus prioridades y regrese a la mesa de negociaciones para detener esta huelga. Como trabajadora de crisis, soy una trabajadora de primera línea de mi comunidad, y es hora de que la gerencia de Loretto Hospital nos cuide.”
Una declaración de Loretto Hospital dejó claro que las dos partes están aún lejos de un acuerdo:
“Desafortunadamente, después de negociar todo el fin de semana y hasta casi la medianoche anoche, Loretto Hospital no pudo llegar a un acuerdo equitativo y sostenible con SEIU. SEIU se ha negado a ofrecer una contraoferta a nuestra última propuesta, lo que es muy decepcionante.
“Loretto Hospital ha presentado muchas propuestas para abordar las demandas de SEIU por sueldos más competitivos, contratación y retención, [más] personal y vacaciones adicionales. En algunas clasificaciones, SEIU está exigiendo aumentos de sueldo de más del 20% cuando se considera la antigüedad.”
La huelga se redujo a dinero, no a la seguridad de los pacientes, dijeron los funcionarios del hospital.
“Las demandas de SEIU superan por mucho la realidad económica actual del hospital y elimina nuestra capacidad de proporcionar equidad de sueldo a todos los empleados del hospital, incluyendo los empleados sindicales y no sindicales. Nuestros empleados no sindicalizados no han recibido aumentos de sueldo en tres años y voluntariamente tomaron un recorte del 10% para evitar el despido de sus miembros del equipo”, dijo el comunicado.
El hospital dijo que llevaría a cabo “planes de contingencia” durante la huelga para seguir operando y cumplir con los requisitos de atención al paciente.
El año pasado, el director ejecutivo y presidente del hospital renunció abruptamente. Los empleados se enteraron de la salida de George Miller en un breve memorándum del concejo general del hospital.
La medida siguió a varias investigaciones de Block Club Chicago y la Asociación para un Mejor Gobierno (BGA, por sus siglas en inglés) que revelaron una supuesta mala gestión financiera en Loretto y un posible mal uso de las vacunas COVID-19 cuando estaban en alta demanda y escasez.
La junta del hospital lanzó una investigación sobre acusaciones de que los ejecutivos habían tomado vacunas suministradas por la Municipalidad y las habían utilizado para inocular a personas en la Torre Trump en el centro y otros lugares, en lugar de usarlas para residentes de la comunidad de Austin a la que Loretto atiende. En algunos de los casos, el hospital les dio inyecciones a aquellos que no eran elegibles.
