Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) necesitan más maestros bilingües y mejores servicios integrales para los estudiantes migrantes y sus familias, imploraron los participantes de una mesa redonda el miércoles.
La discusión, llevada acabo en la Escuela Primaria Cameron en Humboldt Park, cubrió cómo es que la crisis migratoria en Chicago está impactando las escuelas públicas. Entre ellos se encontraban maestros de CPS, padres migrantes, líderes sindicales de maestros locales y nacionales, un representante estatal y un defensor de la comunidad.
“Veo este momento no sólo como un desafío sino como una oportunidad real para reinvertir en la educación pública que todos nuestros estudiantes se merecen”, dijo Gabriel Páez, maestro del programa de estudiantes de inglés en Cameron.
Páez dijo que Cameron tiene alrededor de 200 recién llegados inscritos, y 126 de ellos son estudiantes en situaciones de vida temporal (STLS, por sus siglas en inglés). No hay una cifra exacta de los estudiantes migrantes matriculados en las escuelas de CPS, pero se estima que son miles según las cifras de STLS y de ESL.
La Municipalidad ha recibido más de 34,000 migrantes desde que el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a transportar migrantes en autobuses desde la frontera sur a Chicago y otras ciudades gobernadas por políticos demócratas el año pasado.
“Tenemos una escasez de educadores bilingües en CPS desde hace mucho tiempo”, dijo Páez. “Afecta gravemente a nuestros hijos. Afecta su capacidad para aprender y progresar una vez que llegan aquí”.
Un maestro bilingüe no sólo puede ayudar a un nuevo estudiante a instalarse y sentirse cómodo, dijo Páez, sino que también puede ayudar al estudiante a continuar aprendiendo su lengua materna y aprender inglés con facilidad.
Pidió que el distrito escolar cubra completamente el costo de la matrícula para que los maestros obtengan su certificación bilingüe de ESL (inglés como segundo idioma), un requisito para enseñar inglés y español.
CPS ha presupuestado menos maestros bilingües cada año entre 2018 y 2023, según un análisis del Sun-Times. En ese período, el distrito pasó de tener aproximadamente 33 estudiantes de inglés por maestro bilingüe en 2018 a 43 estudiantes por maestro al final del año escolar 2022-2023.
Maryorie Alejandra Vega, cuya hija está en segundo grado en Cameron, dijo que inicialmente su hija estaba inscrita en una clase bilingüe con otros recién llegados.
Pero luego la trasladaron a una clase exclusivamente en inglés, a pesar de que todavía está aprendiendo inglés y no estaba preparada para ese cambio.
“Necesitamos más maestros bilingües porque hay niños que todavía no están preparados para aprender solo en inglés, como mi hija”, dijo Vega.
Muchos de los panelistas coincidieron el miércoles en que el distrito no está equipado para atender las numerosas necesidades de los estudiantes migrantes y sus familias.
Stacy Davis Gates, presidenta del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés), dijo que los esfuerzos de colaboración entre la oficina del alcalde, CPS y CTU han sido efectivos. Señaló que los miembros del sindicato y funcionarios del distrito fueron a estaciones de policía y refugios durante el verano para inscribir a niños migrantes en la escuela.
“Esa es una colaboración sin precedentes entre el sindicato y el distrito escolar. Ese es el liderazgo que tenemos en este momento. Pero ese liderazgo sólo puede llegar hasta cierto punto porque la Municipalidad no tiene capacidad”, dijo Davis Gates.
“Necesitamos que nuestra colaboración se extienda más allá de la ciudad. La Municipalidad no está preparada para hacer frente a una crisis de inmigración. No tenemos la infraestructura”, añadió.
Randi Weingarten, presidente de la Federación Estadounidense de Maestros con sede en Washington, D.C., también se unió a la discusión y se comprometió a donar 50,000 libros bilingües a CPS.
“CPS necesita ayuda federal ahora para garantizar que estos niños sean recibidos humanamente y que podamos adaptarnos a su aprendizaje y a sus necesidades de salud mental”, dijo Páez. “Para recibir a estos niños, necesitamos muchos sistemas instalados y estamos ingeniándolas”.
Esos sistemas deben apoyar a los estudiantes y sus familias e incluir vivienda, empleo y necesidades básicas como comida y ropa, dijo Páez. Dijo que las escuelas como Cameron también deberían tener un miembro del personal dedicado a ayudar a manejar las necesidades de los estudiantes que se extienden más allá del salón.
Páez llevó a una estudiante de Cameron al hospital después de enterarse de que le faltaba parte de una mano. Más tarde descubrió que ella resultó herida en un accidente automovilístico en México cuando se dirigía a los Estados Unidos.
“Estamos yendo más allá de nuestras descripciones de trabajo en esto”, dijo Páez. “Llevar niños a la sala de urgencias no está en la descripción de mi trabajo. Pero lo hacemos porque existe la necesidad”.
