Funcionarios israelíes han confirmado que sus soldados sacaron a dos ciudadanos palestinos estadounidenses de un refugio en Gaza la semana pasada, pero hasta ahora se han negado a detallar acusaciones específicas contra los hombres ni a proporcionar pruebas de algún crimen.
Los hermanos Borak y Hashem Alagha, de 18 y 20 años, estaban durmiendo entre decenas de familiares el jueves cuando los soldados israelíes irrumpieron en la vivienda improvisada y se los llevaron, junto con su padre, un ciudadano canadiense, y otros tres miembros masculinos de la familia.
Su madre dijo que los soldados israelíes ataron a las mujeres y niñas y les vendaron los ojos y las arrojaron para afuera, donde más tarde los vecinos las encontraron y las desataron.
Los Alagha, residentes del suburbio de Lombard, fueron autorizados hace meses por el Departamento de Estado de Estados Unidos para ser evacuados de Gaza con sus padres, tres hermanas menores y su tío, pero desde entonces los funcionarios estadounidenses no han logrado asegurar su salida. Una prima, Yasmeen Elagha, vive en los suburbios y ha demandado a los departamentos de Estado y de Defensa de Estados Unidos para ayudar a su familia a ser evacuada.
El martes, cinco días después de su captura, Elisha Breton, portavoz del Consulado General de Israel en el Medio Oeste, dijo en un correo electrónico que los hermanos habían sido “arrestados por colaborar con Hamás”. Breton añadió que “la historia, tal como la cuenta la Sra. Yasmeen Elagha y se reporta en su artículo, es errónea y engañosa”.
Ni Breton ni el ejército israelí han respondido a las preguntas posteriores del Chicago Sun-Times sobre lo que pudo haber sido erróneo o engañoso o haber compartido pruebas o acusaciones contra los hermanos.
Un portavoz militar israelí dijo que no habría “más comentarios”. Más tarde, el ejército israelí dijo que los hermanos están bajo la custodia de la Agencia de Seguridad de Israel, una rama interna de la comunidad de inteligencia israelí. La ISA no respondió de inmediato a las preguntas.
Cuando se le preguntó si Israel había mencionado alguna acusación a funcionarios estadounidenses o presentado alguna evidencia contra los ciudadanos capturados, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el miércoles que están “conscientes de esos reportes no confirmados”.
“Debido a consideraciones de privacidad, no tenemos más detalles que compartir”, dijo el portavoz.
John Babcock, portavoz de Asuntos Globales de Canadá, el equivalente del Departamento de Estado en ese país, también se negó a hacer comentarios, citando leyes de privacidad. Los hermanos Alagha y su padre tienen ciudadanía canadiense, dijo la familia.
Maria Kari, abogada que representa a la familia Alagha, dijo que “las afirmaciones no verificadas, que no tienen pruebas, no son más que un intento endeble por parte de Israel de evitar la responsabilidad por la detención injusta y arbitraria de dos ciudadanos estadounidenses.
“Durante meses, los familiares de Hashem y Borak han estado suplicando a los funcionarios electos en Estados Unidos que protejan a los niños, ambos ciudadanos estadounidenses nacidos y criados en Chicago, de los ataques de Israel contra Gaza”, dijo Kari en un comunicado. “Ahora los peores temores de la familia se han hecho realidad, y además de preocuparse por la seguridad de los niños, la familia se ve obligada a lidiar con las acusaciones y difamaciones infundadas de Israel”.
La familia no ha tenido noticias de los hermanos desde que fueron secuestrados la semana pasada y los funcionarios estadounidenses no les han notificado de ningún cargo, dijo Kari. Dijo que la familia se enteró de las acusaciones por un reportero del Sun-Times.
Ambos hermanos eran estudiantes de ingeniería en una importante universidad de Gaza hasta que los ataques israelíes los desplazaron. Su tío Maen Alagha, de 53 años y discapacitado mental, estaba entre los seis parientes varones que los soldados sacaron del refugio de la familia.
Abogados de derechos humanos y expertos en el sistema de justicia militar israelí dicen que las acusaciones contra los hermanos deberían ser examinadas.
“Sería muy escéptico de las afirmaciones que está haciendo el gobierno israelí, especialmente ahora, cuando públicamente están comparando a toda la población de Gaza con Hamas”, dijo Diala Shamas, abogada principal del Centro de Derechos Constitucionales en la Ciudad de Nueva York, donde trabaja para desafiar los abusos del gobierno y las fuerzas del orden.
Los funcionarios israelíes han sido criticados por una serie de comentarios en meses recientes, como el del Presidente Isaac Herzog en octubre, cuando dijo: “Es una nación entera que es responsable. No es cierto esa retórica de que los civiles no están conscientes ni involucrados”.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 28,000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños civiles, han muerto en los continuos ataques israelíes contra Gaza.
Alrededor de 1,200 israelíes murieron en el ataque de Hamas en Israel el 7 de octubre, dijo el gobierno israelí. El grupo militante también tomó unos 250 rehenes; seis ciudadanos estadounidenses se encuentran entre los que aún están cautivos.
Desde el ataque de Hamas, las Naciones Unidas han acusado a Israel de sacar a miles de hombres de sus hogares y refugios en Gaza, en algunos casos deteniéndolos por semanas mientras los soldados los golpeaban, les vendaban los ojos y los desnudaban.
“Las leyes son tan amplias y subjetivas que esencialmente cualquier palestino puede ser arrestado por las fuerzas israelíes en cualquier momento; en realidad no hay muchas limitaciones al respecto”, dijo Brad Parker, asesor principal de políticas y defensa de Defensa de los Niños Internacional-Palestina, que investiga y documenta violaciones de derechos humanos contra niños. “Un arresto [o] detención no es indicativo de ningún delito”.
Parker dijo que no está seguro de los próximos pasos que deben dar los hermanos ahora que enfrentan estas acusaciones porque no existe un proceso legal claro en Gaza en este momento.
El gobierno israelí acusó recientemente a una docena de los 12,000 empleados de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas de participar en el ataque de Hamás del 7 de octubre. Aunque Israel no ha hecho pública ninguna información que respalde la afirmación, que actualmente está siendo investigada por la ONU, Estados Unidos y otros aliados occidentales han suspendido desde entonces la financiación a la principal organización de ayuda de Gaza durante una crisis humanitaria.
