Mientras el gobernador de Texas, Greg Abbott, sigue eludiendo las normas de Chicago para los autobuses que transportan migrantes a la ciudad, dejando ahora a los solicitantes de asilo en los suburbios, varios suburbios están respondiendo aprobando sus propias medidas para limitar o bloquear las llegadas.
Las medidas adoptadas por los poblados circundantes incluyen ordenanzas que regulan o impiden que autobuses dejen pasajeros, además de impuestos destinados a bloquear el uso de hoteles y moteles locales como refugios, incluso declaraciones simbólicas de “no santuario”.
Las medidas surgen cuando los operadores de autobuses que transportan migrantes han comenzado a dejarlos en estaciones de tren y otros lugares fuera de la ciudad, en un momento en el que Abbott ha comenzado a enviar migrantes en aviones privados al estado.
El nuevo enfoque del gobernador de Texas para enviar migrantes desde la frontera a la ciudad es una respuesta al intento del alcalde Brandon Johnson de limitar las llegadas de autobuses a un horario acordado entre semana.
Funcionarios de la ciudad y el estado han hecho un esfuerzo concertado para convertir un sitio en 800 S. Des Plaines St. – el viejo Maxwell Street Market – en una “zona de aterrizaje” designada para las llegadas de migrantes con el fin de garantizar su movimiento fluido hacia los refugios de la ciudad o a su destino.
Tan recientemente como el miércoles, el estado anunció la construcción de casas de campaña con calefacción en el lugar donde docenas y, a veces, cientos de migrantes se han encontrado esperando para ser reubicados a refugios.
La Ciudad de Chicago promulgó su ordenanza sobre autobuses a mediados de noviembre y comenzó a presentar demandas contra los conductores de autobuses desobedientes el 29 de noviembre, según un portavoz del departamento legal. Hasta el miércoles, la Municipalidad había multado a casi 100 autobuses y confiscado dos.
Los operadores de autobuses han respondido llevando a miles de migrantes a estaciones de tren fuera de la ciudad, donde luego los transportan con destino al centro, o incluso a paradas de descanso en las autopistas.
El Condado de DuPage ha tenido cerca de 3,000 inmigrantes pasando por esta vía desde mediados de diciembre, según un comunicado del condado ubicado al oeste de Chicago el miércoles.
Los funcionarios del condado dijeron que su objetivo sería “proporcionar una transición segura y fluida para estos recién llegados” al centro de Chicago, aunque algunos poblados pretenden detener el proceso por completo.
Kankakee, que vio una caótica llegada de autobuses el 22 de diciembre, aprobó una ordenanza el martes por la noche, similar a la de Chicago y otros suburbios circundantes, dijo el alcalde Chris Curtis.
“Lo que realmente nos preocupó fue que el conductor del autobús los bajó y les dijo que estaban en Chicago”, dijo Curtis. “Se convirtió en un problema de seguridad”.
Hinsdale, que junto con Wheaton recibió la mayor cantidad de autobuses, aprobó una ordenanza en una reunión especial el martes para tomar medidas drásticas contra las llegadas de autobuses.
En el Condado de McHenry, Woodstock aprobó una ordenanza similar el martes y el poblado de McHenry aprobó una el viernes.
Desde que los migrantes comenzaron a llegar a Chicago en 2022, el estado de Illinois les ha brindado refugio a muchos, de forma intermitente, en hoteles suburbanos.
Pero varios poblados pretenden tomar medidas drásticas al respecto.
Oak Lawn aprobó una ordenanza el 12 de diciembre destinada a prevenir las estadías prolongadas en hoteles y moteles.
Schaumburg aprobó una medida similar el 28 de noviembre.
Elk Grove Village aprobó su propia medida en diciembre, según una publicación del poblado.
“En un esfuerzo por evitar la colocación a largo plazo de migrantes que se queden en Elk Grove Village, la Junta del Village aprobó una ordenanza que requerirá que los hoteles y moteles verifiquen que las personas que no son residentes de los Estados Unidos proporcionen documentación médica certificada para reservar alojamiento”, se lee.
“La documentación debe indicar que el individuo no ha sido diagnosticado ni contraído ninguna enfermedad contagiosa en los últimos 60 días y debe ser de un especialista en enfermedades infecciosas certificado”.
Algunos suburbios han aprobado resoluciones más simbólicas en un esfuerzo por distanciarse de lugares como Chicago, que tiene su ordenanza de Ciudad de Bienvenida.
El Condado de Grundy aprobó una resolución el 6 de diciembre para declararse “condado no santuario”.
La resolución reconoce que Illinois es un estado santuario, lo que significa que las autoridades locales tienen prohibido participar en operaciones de inmigración.
Pero su objetivo es indicar que el condado “quiere y fomenta la aplicación federal de las leyes de inmigración” en Grundy, según la resolución.
El Condado de La Salle, al oeste de Grundy, probablemente considerará aprobar una resolución similar en una reunión de la junta directiva el 11 de enero, según un reportaje de Illinois Valley.
El condado no respondió de inmediato a las llamadas para hacer comentarios.
Michael Loria es reportero del Chicago Sun-Times a través de Report for America, un programa de periodismo sin fines de lucro que tiene como objetivo reforzar la cobertura del periódico de las comunidades de los lados sur y oeste.
