Padres y estudiantes llenaron el auditorio de la secundaria Benito Juárez Community Academy el martes para lo que pensaron que era una asamblea sobre actividades para los estudiantes de último año, tal como los requisitos de graduación.
Pero rápidamente notaron que algo más estaba sucediendo. Las cámaras de televisión se instalaron en la pared trasera antes de que se les dijera a los estudiantes que sacaran sus teléfonos porque estaba a punto de hacerse historia.
El director de Juárez, Juan Carlos Ocon, habló de la interrumpió que causó la pandemia en la vida de los estudiantes, pero luego le dijo a la multitud: “Hoy les traemos una buena noticia”.
Después de que Ocon anunció planes elaborados para las ceremonias y baile de graduación, el filántropo Pete Kadens subió al podio para la gran revelación: cada estudiante obtendría una beca completa para la universidad.
La estudiante Kimberly Lopez inmediatamente comenzó a llorar. Es la mejor de su clase y quiere ser ingeniera mecánica, pero tiene cinco hermanos y hermanas en casa.
Su madre le había dicho que trabajaría más duro para poder pagar sus estudios universitarios, dijo López.
“Pero ahora le han quitado esa carga”, dijo López. “Ahora, creo que puedo hacer esto”.
La organización sin fines de lucro Hope Chicago está brindando a los 1,671 estudiantes de Juárez una beca completa para una de las 20 universidades o programas de entrenamiento de Illinois que elijan.
Y en un giro inusual, uno de sus padres también tendrá la oportunidad de ir a la universidad o a un programa vocacional profesional sin costo.
“Para que pueda levantar a toda la familia y a toda la comunidad”, dijo la ex directora ejecutiva de CPS, Janice Jackson, quien renunció a ese puesto el año pasado para dirigir Hope Chicago. La idea es abordar la pobreza intergeneracional brindando a los estudiantes y padres una forma de obtener mejores trabajos.
Benjamín Arroyo dijo que está emocionado de que su mamá también tenga la oportunidad de ir a la universidad. Ella vino a los Estados Unidos de México para darle una vida mejor. “Ahora ella tiene la oportunidad de vivir esto”, dijo.
Hope Chicago se inició con $20 millones de Kadens y el filántropo Ted Koenig. Jackson está trabajando para recaudar $1 mil millones durante 10 años para que eventualmente 24,000 estudiantes y 6,000 padres puedan obtener becas.
Juárez en Pilsen fue la primera de cinco escuelas secundarias donde todos los estudiantes y sus padres recibirán la noticia esta semana. Los estudiantes de la escuela secundaria Al Raby en Garfield Park también recibieron la noticia de que eran elegibles para el programa el martes.
“Esto es un cambio de vida. Esto va a transformar la vida de las familias, mis alumnos, esto va a significar todo para ellos”, dijo Ocon.
Jackson dijo que el programa de becas busca resolver uno de los problemas que ella no pudo solucionar como directora ejecutiva de CPS. Bajo su liderazgo, más estudiantes se graduaron de la escuela, más estudiantes fueron a la universidad, pero aún así, menos de la mitad de esos estudiantes completaron un título universitario.
Jackson dijo que una y otra vez los estudiantes decían que regresaron a casa porque no podían permitirse el lujo de quedarse.
Y aunque casi todos los estudiantes de estas secundarias se consideran de bajos ingresos y, por lo tanto, es probable que califiquen para alguna ayuda financiera, Jackson dijo que esta beca “cerrará la brecha” entre la ayuda financiera y el costo total de asistir a la universidad, incluido el alojamiento y la comida, y otros gastos imprevistos.
“Eso es lo que hace que este… sea un programa tan generoso, porque sabemos que a veces esas tarifas o emergencias que surgen son las razones por las que muchos de nuestros niños [abandonan] la universidad”, dijo.
En Juárez, alrededor del 81% de los estudiantes se gradúan de la secundaria y el 55% de los que se gradúan inmediatamente se matriculan en la universidad. Pero solo el 44% de los que van a la universidad obtienen un título de asociado o una licenciatura, según el Proyecto To&Through de la Universidad de Chicago.
Además, Ocon dijo que algunos de sus estudiantes son indocumentados y, por lo tanto, no califican para recibir ayuda financiera. Hope Chicago financiará su matricula también.
“Cuando nuestros estudiantes indocumentados se den cuenta de la enormidad de esta noticia… estarán muy emocionados”, dijo Ocon.
Jackson dijo que las escuelas que se eligieron son lugares donde los porcentajes de estudiantes que se matriculan en la universidad y obtienen un título son bajos. Esas escuelas secundarias recibirán entrenadores para apoyar a los estudiantes y las universidades asociadas acordaron tener recursos en el campus para los estudiantes con becas de Hope.
Hope Chicago aún no revela las 20 universidades y programas asociados, pero incluyen la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y la Universidad Estatal de Illinois. Los estudiantes que decidan no asistir a una de las universidades y programas asociados obtendrán un cheque anual de $1,000 para otros gastos.
Jackson dijo que está trabajando para incorporar más escuelas asociadas, enfocándose primero en colegios y universidades históricamente negros.
Sarah Karp cubre educación para WBEZ.
