Los grupos comunitarios de intervención contra la violencia anunciaron el jueves un ambicioso plan para recaudar $400 millones a través de una colaboración público-privada para intentar reducir el número de tiroteos y homicidios en Chicago en un 50% en un plazo de cinco años.
En un evento del Centro Cultural South Shore al que asistieron el gobernador J.B. Pritzker y el alcalde Brandon Johnson, líderes de la comunidad empresarial de la ciudad y las fundaciones caritativas más grandes dijeron que el objetivo de recaudación de fondos equivale a aproximadamente el doble del presupuesto actual para programas de prevención de la violencia que sirven a los vecindarios más violentos de la ciudad.
El objetivo es ampliar esos programas para que lleguen a al menos la mitad de las 20,000 personas estimadas en Chicago que se consideran en mayor riesgo de ser baleadas.
El objetivo de reducir los asesinatos por un 50% comparado con el año pasado significarían menos de 400, un total que Chicago vio por última vez en 1965, cuando hubo 395 asesinatos, según el Departamento de Policía de Chicago.
La Asociación para Comunidades Seguras y Pacíficas y el Comité Cívico del Club Comercial de Chicago han recaudado $66 millones de fundaciones locales y socios corporativos para invertir en programas de intervención contra la violencia. Los principales donantes incluyen Crown Family Philanthropies, la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur, la Fundación Pritzker y el Chicago Community Trust.
Los organizadores dijeron que esperan recaudar más dólares privados y buscar más financiación pública para llenar el vacío.
El anuncio se produce aproximadamente un mes después de que Johnson anunciara las líneas generales de su “Plan Popular para la Seguridad Pública”, que insinuaba un aumento en el gasto filantrópico privado además del gasto ya sin precedentes de la Municipalidad, el estado y el condado.
Y se produjo un día después de que un estudiante de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) muriera y otros dos resultaran heridos a pocas cuadras de la escuela que asisitía en el lado norte en lo que la policía considera un ataque dirigido. La semana pasada, dos estudiantes de secundaria fueron asesinados a tiros afuera de su escuela del centro.
“Si han visto las noticias en los últimos días y estoy seguro de que todos aquí lo saben y están conscientes, gracias a su presencia, saben lo que está sucediendo”, dijo el superintendente de la Policía de Chicago, Larry Snelling. “Nuestros jóvenes están siendo asesinados y perdiendo la vida”.
Pero Snelling señaló que el número de asesinatos en Chicago disminuyó durante la segunda mitad del año pasado.
“Uno es demasiado”, dijo. “Así que cualquier cosa que necesitemos hacer para prevenir la violencia que estamos viendo, cualquier cosa que podamos hacer para proteger nuestros vecindarios, para proteger a nuestros niños, sigamos haciéndolo”.
Johnson le dijo a la multitud de cientos de personas (muchas de ellas empleadas o voluntarias en grupos contra la violencia) que la estrategia de intervención de Chicago, junto con el apoyo de organizaciones sin fines de lucro, filantrópicas, empresariales, gubernamentales y comunitarias, muestra que “todos nos estamos uniendo para apoyar este trabajo crítico”.
“Chicago está liderando el camino y mostrándole al país lo que significa invertir en las personas, particularmente en aquellas que vivieron estas experiencias, para reducir la violencia y apoyar a quienes resultan perjudicados y a quienes causan el daño”, dijo Johnson.
Arne Duncan, ex director ejecutivo de CPS y es secretario de Educación de Estados Unidos, formó parte de un comité directivo para el plan de intervención contra la violencia, además de su otro trabajo con la organización contra la violencia que fundó, Chicago CRED.
“Estamos haciendo algo que no se ha hecho en mucho tiempo”, dijo Duncan. “Esto es muy importante para nuestros niños, nuestras comunidades, nuestra ciudad”.
El plan anunciado el jueves refleja un plan propuesto por el multimillonario James Crown en junio pasado, tres semanas antes de que Crown muriera en un accidente automovilístico. Anunció que los líderes empresariales del Club Comercial de Chicago se comprometieron a encontrar empleo para 10,000 residentes de barrios violentos.
Más de dos docenas de organizaciones ofrecen una serie de servicios dirigidos a personas consideradas en mayor riesgo de convertirse en víctimas de disparos o de disparar a otras personas. Muchos utilizan a ex miembros de pandillas como trabajadores comunitarios para reclutar personas para un programa intensivo de terapia, asesoramiento y capacitación laboral. Las organizaciones han creado una Academia Metropolitana de la Paz para brindarle una capacitación más uniforme al personal.
