Alzando carteles que decían “Listos para irnos en huelga” y “Necesitamos un contrato hoy”, los aeromozos de la aerolínea American Airlines protestaron el miércoles en el Aeropuerto Internacional O’Hare y en otros 11 aeropuertos.
Los líderes sindicales anunciaron que más del 99% de los miembros habían votado a favor de autorizar una huelga si las negociaciones de contrato no resultaban en “mejoras significativas”.
“[La huelga] no es inminente... simplemente estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario”, dijo Alyssa Kovacs, representante de la Asociación de Asistentes de Vuelo Profesionales (APFA), afuera de la Terminal 3.
El contrato de la APFA expiró en 2019. Entre los problemas se encuentran cuestiones relacionadas con los sueldos, los beneficios y la furia de los pasajeros, dijeron funcionarios sindicales.
“Amo mi trabajo y amo a mis compañeros de trabajo, pero no tener un contrato durante cuatro años fue difícil”, dijo el asistente de vuelo Derek Chávez.
“Superar la pandemia también fue difícil”, añadió. “Todavía tenemos pasajeros que abusan de nosotros”.
Hubo 1,161 reportes de pasajeros rebeldes en 2019, y esa cifra aumentó a 5,973 en 2021, según la Administración Federal de Aviación. El total en 2022 fue de 2,455 y actualmente el recuento de 2023 es de 1,334.
Chávez citó a pasajeros ebrios que abordan y “empiezan a acusar a la gente o piensan que estamos haciendo algo mal”. Las interrupciones pueden variar desde amenazas hasta golpes.
Por lo general, “he podido reducir la tensión, pero ha habido momentos en los que he temido por mi vida”, dijo Chávez.
Los funcionarios de American Airlines no respondieron a una solicitud de comentarios.
Kovacs dijo que el sindicato busca “una compensación justa por nuestro tiempo fuera de casa”.
“Todo el proceso para abordar (el avión) no es recompensado; a veces tenemos tiempos de espera de tres horas que tampoco son pagadas”, dijo Kovacs. “Trabajamos jornadas laborales de 12 a 13 horas y a veces sólo traemos a casa cinco horas de pago”.