A pesar de que la administración del alcalde Brandon Johnson recorrió la ciudad en busca de sitios para albergar a inmigrantes recién llegados el año pasado, las propuestas para rentarle a uno de los propietarios privados más grandes de la ciudad no fueron escuchadas.
La Arquidiócesis Católica de Chicago tiene espacio en más de 60 iglesias, escuelas y otros edificios cerrados que están en venta o en renta. La iglesia también tiene otros espacios no utilizados debido a oleadas de cierres en los últimos años.
Los funcionarios de la iglesia ofrecieron más de una docena de estos lugares a la Municipalidad, según muestran unos correos electrónicos revisados por el Sun-Times.
La arquidiócesis acordó recientemente darle a Oak Park espacio en una escuela cerrada, St. Edmund, para que el municipio pueda albergar a docenas de solicitantes de asilo, ahorrándole potencialmente millones de dólares de renta.
El Ayuntamiento, por otro lado, aún no ha llegado a un acuerdo sobre ninguna oferta de ese tipo por parte de la arquidiócesis, y en su lugar alquila espacios de refugio privados a altos costos.
De los 23 refugios que utiliza la Ciudad de Chicago para albergar a los migrantes, muchos se encuentran en edificios de propiedad municipal o del Distrito de Parques de Chicago. Pero estos sitios albergan sólo a unos 2,300 de los 11,400 migrantes en refugios, dejando a la gran mayoría en propiedades privadas por las que la ciudad está pagando decenas de millones de dólares, según muestra un análisis del Sun-Times.
En octubre, Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago dijo al Sun-Times que la iglesia y la Municipalidad estaban en conversaciones para potencialmente albergar a migrantes en propiedades de la iglesia.
Los correos electrónicos obtenidos a través de una solicitud de registros abiertos muestran a los funcionarios de la iglesia haciendo propuestas a los funcionarios sobre posibles refugios el verano pasado, mientras que los funcionarios de la iglesia le dijeron al Sun-Times anteriormente que esas conversaciones y recorridos de posibles edificios se remontan a cuando los migrantes empezaron a llegar en 2022, bajo la alcaldesa Lori Lightfoot.
El 25 de octubre del año pasado, Eric Wollan, director de bienes de capital de la arquidiócesis, escribió a los funcionarios de la ciudad, instándolos a tener un contrato de arrendamiento listo para cuando se encontrara una propiedad adecuada a fin de “evitar demoras innecesarias”.
También escribió que agencias clave de la ciudad llevaban meses de retraso en responder a una propuesta preliminar.
“Aunque no hemos recibido comentarios del departamento legal de la ciudad sobre el acuerdo que redactamos y enviamos durante el verano, la Municipalidad ha firmado acuerdos con otros propietarios privados, y estaremos encantados de revisar y potencialmente utilizar esos acuerdos como punto de partida si eso es más fácil para la Municipalidad y acelera el proceso”.
Los funcionarios de la ciudad no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Wollan confirmó la semana pasada que proporcionar los espacios de forma gratuita siempre fue el plan, aunque los costos de operación de los refugios tendrían que ser cubiertos por la Municipalidad. La arquidiócesis también pidió que la Municipalidad cubriera los costos de renovación para recibir a los migrantes, dijo una fuente.
Otro correo electrónico de Wollan contiene una lista de una docena de propiedades “que podrían utilizarse como vivienda para migrantes”, incluyendo la escuela, la iglesia y la rectoría de St. Kevin en Torrence Avenue en el vecindario de South Deering y el edificio St. Thomas of Canterbury en Kenmore Avenue en Uptown.
“Esta lista se enfoca en las propiedades de la iglesia a mayor escala”, escribió Wollan, refiriéndose a la preferencia expresada por la Municipalidad por propiedades que puedan albergar a cientos de personas. “Una vez más, reconocemos las necesidades urgentes de nuestros recién llegados, particularmente ante los inminentes cambios de clima y esperamos ampliar nuestra asistencia en las formas que la Ciudad y el condado consideren más útiles para abordar estas necesidades críticas”.
En los correos electrónicos obtenidos por el Sun-Times, los funcionarios de la ciudad parecen casi no responder a las ofertas, aparte de un correo electrónico parcialmente redactado de Cristina Pacione-Zayas, la jefa ajunta del gabinete de Johnson. En él, Pacione-Zayas dijo que los funcionarios de la ciudad visitaron un sitio propuesto, pero “resultó ser sólo un pequeño gimnasio que no podía contener [suficientes] catres, por lo que realmente no sería un lugar ideal para nosotros”.
Los correos electrónicos se intercambiaban mientras miles de migrantes permanecían acampados en las comisarías de policía y en el Aeropuerto O’Hare, lugares criticados por estar abarrotados e insalubres.
Lo más cerca que estuvo la Municipalidad de aceptar la oferta de rentar gratuitamente de la arquidiócesis fue en St. Bartholomew’s, una parroquia del lado noroeste que Wollan le ofreció a la Municipalidad en octubre.
Se suponía que en enero se abriría allí un refugio, pero el acuerdo nunca se concretó.
Ahora, los funcionarios de la ciudad dijeron que no tienen planes de abrir más refugios.
Oak Park, sin embargo, ha contratado a la arquidiócesis después de haber estado pagando una alta renta por sus refugios. El suburbio del oeste comenzó a albergar a migrantes en noviembre, después de que los residentes se manifestaron para encontrar refugio para los migrantes acampados afuera de la cercana estación de policía del distrito de Austin en Chicago en temperaturas gélidas.
Los migrantes se alojaban en un hotel y en una YMCA a un costo de unos $67,000 dólares al mes, según un portavoz del municipio.
Como los contratos de arrendamiento de esos espacios expiraban a finales de febrero, el edificio St. Edmund surgió como una alternativa y los migrantes fueron trasladados.
“De lo contrario, no tenían adónde ir excepto a los refugios de la ciudad [de Chicago], y las historias que oíamos sobre ellos era que estaban sobrepoblados”, dijo el reverendo Carl Morello, el pastor que supervisa St. Edmund.
El refugio permanecerá abierto hasta finales de junio, por lo que los niños podrán permanecer en la escuela durante el resto del año. Será operado por una organización sin fines de lucro por medio de una subvención estatal, que también se utilizará para cubrir reparaciones menores del edificio.
Para junio, el objetivo es alojar a los migrantes en viviendas con la ayuda de asistencia para la renta financiada por el estado.
Michael Loria es reportero del Chicago Sun-Times a través de Report for America, un programa de periodismo sin fines de lucro que tiene como objetivo reforzar la cobertura del periódico de las comunidades de los lados sur y oeste.
