El día después del domingo del Super Bowl normalmente provoca un aumento en las llamadas a las líneas directas de violencia doméstica, aparentemente porque es un largo día de consumo de alcohol, drogas o ambos.
Y el hecho de que coincidía con el Día de San Valentín este año pudo haber aumentado el estrés. No es de extrañar, entonces, que la alcaldesa Lori Lightfoot haya elegido el “lunes del Super Bowl” para destacar el aumento de la violencia doméstica y de género en Chicago después de la pandemia y resaltar el enfoque más integral de su administración sobre el problema.
Lightfoot marcó las aterradoras estadísticas. El Departamento de Policía de Chicago recibe 230,000 llamadas de ayuda cada año de víctimas de violencia doméstica. De 2019 a 2020, los homicidios por violencia doméstica aumentaron un 96 %.
Aunque las llamadas “parecen tener una tendencia disminuyente”, se mantienen en “niveles de crisis” junto con las violaciones de las órdenes de protección. Ya este año, ha habido un aumento del 400% en tiroteos por violencia doméstica no mortales en comparación con el mismo período del año pasado, dijo la alcaldesa, y los homicidios por violencia doméstica se han duplicado.
“Además de impactar directamente a las sobrevivientes, la violencia doméstica… es corrosiva para las familias y las comunidades. La violencia engendra violencia. Demasiados de nuestros jóvenes están creciendo en hogares donde son testigos de la violencia de primera mano. Luego, dentro de sus propias comunidades, continúan viendo y experimentando violencia”, dijo Lightfoot.
“Entonces, no es una sorpresa que las áreas comunitarias donde hemos visto altos índices de violencia doméstica reflejen las mismas comunidades donde vemos altos índices de violencia armada y otras manifestaciones de pobreza y desinversión”.
El año pasado, Lightfoot dio a conocer lo que llamó el primer plan estratégico de Chicago para enfrentar la violencia de género y la trata de personas.
Fue diseñado por sobrevivientes, junto con socios comunitarios y municipales, y recibió el apoyo de $25 millones en “nuevas inversiones” que fueron posibles gracias a los fondos federales de ayuda.
Ese dinero incluye $5 millones en asistencia financiera de emergencia; 100 “unidades de realojamiento rápido” más para mujeres que huyen del abuso doméstico; lo que la Municipalidad cuenta como un aumento del 2000% en los servicios legales para las sobrevivientes; y “nuevos modelos de programas” para apoyar a los jóvenes que llevan las secuelas de ver a sus madres golpeadas en sus propios hogares.
Llamando a la violencia doméstica es un “problema de salud pública”, el Departamento de Salud Pública de Chicago también está encabezando un programa piloto que brinde servicios a las personas que causan daño, ya sea con cargos penales o con una orden de protección. Dichos servicios normalmente requieren una orden judicial.
Lightfoot pidió a las víctimas de violencia doméstica y de género que llamen a la línea directa de violencia doméstica de Illinois: 1-877-863-6338.
“No pases por esto solo. Es dificil. Es desafiante. Pero acércate. Hay alguien al otro lado de ese teléfono que quiere ayudarte. Que quiere apoyarte. Que entiende cuál es tu dolor y el miedo que puedes tener”, dijo la alcaldesa.
Theresa Nihill, directora de operaciones de Metropolitan Family Services, dijo que el nuevo enfoque colaborativo de la Municipalidad se centrará inicialmente en South Chicago, Englewood, West Englewood y Chicago Lawn “con la esperanza de que, si lo hacemos bien, podamos expandirlo por toda la ciudad. .”
“Queremos llegar a los culpables que a menudo pasan desapercibidos. No llamaremos a la policía. Queremos construir un espacio seguro y de confianza para que estas personas aprendan, sanen y se arrepientan”, dijo.
“Reconocemos que este será un enfoque muy nuevo. Va a ser muy difícil. ... [Pero] todos nosotros trabajando juntos viendo a las personas que causan daño a través del lente del trauma, creemos que podemos ayudar a estas personas y sus víctimas a sanar y romper este ciclo”.
