El Festival de Cine Latino de Chicago cumple 40 años contando historias

Su director y fundador, Pepe Vargas y su directora de programación, Andrea Florens, comparten su visión para el presente y futuro del festival.

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Pepe Vargas, director y fundador del Festival de Cine Latino de Chicago, durante la fiesta de presentación de la edición 40 del festival en un restaurante de Navy Pier.

Cortesía Elías Carmona

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Cada que se le pregunta a Pepe Vargas, director y fundador del Festival de Cine Latino de Chicago, qué es lo que habrá de nuevo en la edición reciente, su encomienda hecha respuesta es la misma: que cada año sea mejor que el anterior.

Vargas no lo dice como frase hecha; es algo que lleva a la acción desde que comenzó el festival en 1984 proyectando películas en la pared de una sala del St. Augustine College. Cuarenta años después, lo ha convertido en el festival de cine latino más longevo de Estados Unidos.

“Han cambiado muchas cosas, como que cada año tenemos mayor representación de países. Lo único que realmente no ha cambiado es nuestro compromiso que cada año el festival sea mejor, nos enfocamos en eso y lo mejor implica la calidad de las películas que tenemos”, dijo Vargas a La Voz en entrevista.

40º Festival de Cine Latino de Chicago

Cuándo: Del 11 al 22 de abril

Dónde: Apertura en Davis Theatre, 4614 N. Lincoln Ave. Resto de festival en Landmark Century Center, 2828 N. Clark St.

Admisión: $15+

Información: www.chicagolatinofilmfestival.org

Otra cosa que no ha cambiado — ni cambiará, dijo — es que en el festival se resaltan a nuevos talentos, algo que es ya una fórmula, que sea como una plataforma para su exposición en una ciudad como Chicago que tiene relevancia a nivel mundial en la industria del cine.

Y también mostrar la diversidad. “Desde que comenzamos el festival, teníamos películas de directores homosexuales, ahora de la comunidad LGBTQ+, el segmento afrolatino. Nada de eso es una novedad para nosotros ni lo hacemos oportunisticamente para ganar dinero, para nosotros ha sido siempre porque son un reflejo de nuestras realidades, de nuestros países”, puntualizó.

Originario de Colombia, Vargas ha pasado por Argentina, México y otros países del mundo hasta que hizo de Chicago su casa y en lugar donde nació su visión de crear el festival.

A su manera, Vargas ha ido y va contracorriente, evitando que el festival se parezca a otros. Aquí no importa tanto el glamour, la alfombra roja, las estrellas, ni los premios: lo que importa es el cine y las historias que cuentan en las películas.

“Celebramos la riqueza, la esencia, la belleza del cine de nuestros países; son constantes que se mantienen y yo, como director, me aseguro que eso suceda, tenemos que hacer lo que decimos. Me he cuidado de decir cosas que no podemos hacer y no darle a la gente gato por liebre”, agregó.

Luego de la pandemia de COVID-19 y con la presencia más que nunca de las plataformas y las redes, sabe que ir al cine y disfrutar una película es casi un acto de rebeldía.

El festival ha logrado sobrevivir, destacó, porque al margen de las redes sociales y la inteligencia artificial, aún hay personas que afortunadamente quieren ver el cine en el cine. Sin embargo, Vargas reconoció que sí toca bregar con la realidad.

“No debemos hacernos la ilusión que va a ser masivo como antes; la gente ve una película en cualquier plataforma, no tiene que salir, es algo relativamente caro comparado con salir de casa, pero hay gente que valora la oportunidad de salir y nosotros no hemos disminuido la calidad de las historias”.

Parte de los retos también es atraer a un público nuevo y joven. Andrea Florens, gerente de programación del festival desde hace dos años, sabe que en su función le toca afrontar ese reto.

“Pepe y su comité escogen los largometrajes y yo me encargo de los cortos; una vez que se escogen me encargo de pedir los materiales, soy el enlace entre directores y festivales”, compartió.

Elegir los cortos, dijo, es su parte favorita. Mexicana, Florens estudió cine en el Art Institute of Chicago aunque nunca le interesó hacer cine, más bien la selección y curaduría.

La oportunidad de escoger los cortos le permite explorar nuevas vías del festival para así atraer a otro público o cambiar la perspectiva de los que tienen ya una idea establecida —o errónea— de lo que es este festival.

“Ha sido increíble porque tengo la oportunidad de traer temas o estilos que sean inesperados; me gusta traer ideas nuevas, experimentales de quienes están haciendo algo nuevo e interesante en la industria”, dijo.

Desde el año pasado se comenzó el intento de llegar a otra demografía. “Puedo decir que sí existe”. Con su trabajo, destacó, lo está abordando, además de que este año también hay una presencia más fuerte del festival en redes sociales.

Vargas define al festival latino como algo “para todos”, sin importar el origen, bajo el International Latino Cultural Center, entidad que además del festival de cine, presenta el festival de danza y música.

Vargas busca hacer realidad el proyecto más ambicioso y aún pendiente: construir en Chicago un centro que sea el espacio para el encuentro de la cultura latina.

“La idea la concebí desde hace varios años y ha estado ahí. Me mueve que la ciudad no puede vivir sin el impacto cultural de los latinos, a eso hay que sumarle 700 millones de todo el mundo; sería la meca de la cultura latina en una ciudad como Chicago. Es necesario y hace falta. Sí hay un museo mexicano (el Museo Nacional de Arte Mexicano) que es un éxito, tenemos todo el derecho de imaginar qué pasaría con un centro cultural que ofrece la cultura de todos nuestros países”, destacó.

Vargas reconoció que es un proyecto que costará; pero la comunidad latina dijo, “trabaja, produce, consume”.

“Me preocupan las generaciones que vienen; quiero que tengan un grupo de pertenencia, que se sientan orgullosos y conectados con sus países de origen y con una comunidad más grande. Hablar de Chicago sin el impacto de la tercera parte de su población es una falacia, es una mentira”, enfatizó.

Viendo a distancia al Pepe de hace 40 años que comenzó el Festival de Cine Latino, Vargas sabe que ha logrado algo, pero quiere más en el sueño que tuvo y que, efectivamente, ya es su legado para la comunidad.

“La gente me da el título de ‘papá del festival’. Le he dedicado mi vida, no es un trabajo, es una forma de vida. Estoy haciendo algo trascendental. Hay que sembrar la semilla, confío que habrá gente que cuidará de esto. Creo que me he ganado el respeto y estoy orgulloso de ello, de saber que no estoy arando en la arena y que he sembrado algo sólido. Espero que la edición 41 sea mejor; la 50 será superior”, auguró.

El 40º Festival de Cine Latino de Chicago presentará del 11 al 22 de abril, más de 50 películas. La noche de apertura será el 11 de abril con el estreno de la película “The Wingwalker”, protagonizada por el actor y comediante mexicano Omar Chaparro, quien estará presente en la celebración.

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